24 arrestados el fin de semana ponen a prueba el centro de detención de Bilbao

En opinión de la central, el refuerzo de ocho agentes de Seguridad Ciudadana y cuatro de Atestados en la comisaría de Bilbao «ni se va a notar, ya que toca a uno por cada turno de trabajo». Advierten además de que «llueve sobre mojado», ya que estas unidades policiales ya estaban «saturadas» antes de que entrara en funcionamiento este nuevo centro de detención. De hecho, varios sindicatos criticaron la pasada primavera que la Policía Municipal de Bilbao diera instrucciones a sus agentes para que, ante el colapso de sus unidades de Diligencias y Policía Judicial, trasladaran a la Ertzaintza las detenciones que requirieran de posterior investigación.

Se puede dar la situación, señalan desde Erne, de que las patrullas tengan que trasladar a uno, dos o hasta tres detenidos al hospital para ser tratados o a los juzgados si tienen que declarar. En ese caso, si ya es escaso el número de efectivos, podría darse el caso de que «la ciudad se quedara sin policías para atender las incidencias de Seguridad Ciudadana». Según Erne, se están produciendo una serie de bajas en la Unidad de Atestados de esta Ertzainetxea que atribuyen al «exceso de carga de trabajo».

Los calabozos de la comisaría de la Ertzaintza en Bilbao cuentan con 15 celdas, diferenciadas para mayores y menores. Según los datos que maneja el Departamento vasco de Seguridad, el 83% de todas las detenciones se practican en Bilbao. En 2018, la Policía autonómica contabilizó un total de 1.500 detenidos en la capital vizcaína. En caso de que se superara esa cifra, los arrestados sobrantes tendrían que ser trasladados a la central de Erandio.

Sólo el pasado fin de semana, entre el viernes y el domingo, se registraron un total de 24 detenidos, cuatro de ellos en municipios distintos a la capital vizcaína, aunque no coincidieron todos en el mismo momento en los calabozos.

La zona de detención de la comisaría de Ibarrekolanda fue sometida a unas obras de acondicionamiento durante el verano. Se han instalado cámaras de videovigilancia en el interior de las celdas, además de aseos antivandálicos y monitores en el puesto de control.

El proyecto de centralizar las detenciones en un mismo lugar viene de lejos. Ya en 2010, el entonces llamado Departamento de Interior empezó a realizar estudios al respecto con el objetivo de agilizar el papeleo y racionalizar las labores de control de los calabozos, una de las tareas que más número de ertzainas requiere en las comisarías y, por tanto, uno de los grandes problemas de gestión de recursos, especialmente en aquellos lugares en los que las plantillas de policía estaban ajustadas. Entonces se apuntaba a que habría uno de estos locales en cada uno de los tres territorios.