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El Carnaval vibra en Bilbao
Las cuadrillas deslumbran con toda suerte de atuendos y tratan de ganarse al jurado en la Plaza Circular
Es uno de los momentos más estelares del Carnaval bilbaíno y el acto central del Sábado Regular. Las cuadrillas han tomado la Gran Vía en ... un desfile multicolor para participar en el concurso de disfraces. La jornada prometía, ya que se trataba de la primera gran kalejira sin restricciones de ningún tipo tras la pandemia que robó tanta felicidad a Bilbao y además, el tiempo acompañaba. El lema que propuso Bilboko Konpartsak era la década de los ochenta. Muchos disfraces se han inspirado en estos tiempos y también en el trabajo comunitario que la gente realizó en las inundaciones de 1983, que las comparsas recordarán este año con diferentes actos. Todo el mundo ha echado mano de ingenio y de imaginación para disfrazarse con toda suerte de motivos. Más de 40 cuadrillas y comparsas se han inscrito, según han informado desde el tenderete de la organización en la calle Marqués del Puerto, en el que han tenido que apuntarse desde las cuatro de la tarde para participar. Era un requisito necesario para desfilar en el concurso de grupos ser cuatro o más participantes y realizar, ante el jurado situado en la Plaza Circular, una actuación de un minuto durante su trayecto hasta el Casco Viejo, donde han tratado de ganarse a los expertos con toda suerte de coreografías y bailoteos. Precisamente en este escenario se ha hecho la entrega previa del concurso de disfraces individual que se ha disputado por la mañana en la calle Berastegi.
A las cuatro y media la Gran Vía ya era todo un hervidero de actividad y de fiesta. Había ya cuadrillas disfrazadas de los atracadores de la famosa serie de Netflix, de animadoras, hadas y mariposas. Y muchas pequeñas han optado por disfrazarse de Miércoles. Los de la comparsa Txiribuelta de Indautxu han optado por vestirse en masa de trogloditas. Lo han hecho por votación popular tras debatir unas cuantas ideas. Unas veinte personas se han animado a participar y a interpretar ante el jurado la canción 'Hooked on a feeling'. El baile lo ensayaron durante tres horas el jueves y tres veces a lo largo del día, aunque la finalidad de todo no es ganar, si no pasarlo en grande. «La idea es que Bilbao sea más divertido gracias a nosotros. Pasarlo bien y armar un poco de jaleo», ha explicado Peio San Miguel. De trogloditas también se han disfrazado los de otra comparsa (Hontzak). Otra familia, además, ha escogido también ponerse en la piel de habitantes de las cavernas.
Por su parte, la comparsa animalista Piztiak ha elegido un disfraz de torero. Han presentado una canción basada en la de 'quiero ser torero' de Chayanne, en el que pedían en euskera no ser torero, mejor camarero, y la liberación de los animales. La elección del disfraz ha sido también algo colectivo y lo han confeccionado con sus propias manos.
El gentío ha disfrutado del espectáculo. La comparsa Trikimailu ha movilizado a un montón de compañeros en un espectacular desfile inspirado en el mundo de Mario Bros, con las tortugas, las princesas, tortugas y obstáculos. ¡Mario, Mario!, gritaban los niños. La comparsa Pa Ya! de Otxarkoaga también se ha camelado al público, todos vestidos de pitufos. Llevaban carros con setas gigantes y las caras pintadas de azul. En su altavoz sonaban a todo volumen canciones de La Polla Record, pero durante el desfile han hecho sonar a Los Pitufos Maquineros. «¡Que se note que somos de Otxarkoaga!» animaba uno de ellos. Y los de Pinpilinpauxa han sorprendido a todos vestidos de personajes de Bollywood. Entre ellos había incluso alguien disfrazado de protagonista de Avatar. Moskotarrak ha apostado por llenar Bilbao de fantasmas y cazafantasmas y Zaratas, mientras, ha concursado con uno de los desfiles más originales y sus miembros han formado tres columnas y se han disfrazado de traineras, en una suerte de alegoría a las inundaciones.
La temática acuática tuvo adeptos. Había espectaculares disfraces de medusa, por ejemplo. Otro gran grupo de jóvenes se ha currado un disfraz de submarinista. Vestidos de negro y con botellas de plástico rojo a la espalda y unas aletas de cartón rojo. Eran cerca de 40 personas de la comparsa Kaskagorri. «Queremos reflejar la situación de la juventud hoy en día, que estamos ahogados» ha apuntado uno de los jóvenes, Mikel Lekue. Precisamente, otra comparsa también se ha disfrazado de submarinistas (Algara). Mekauen ha triunfado con un disfraz que parecía de capitán Pescanova, con botas de goma, recordando que el agua puede volver a inundarlo todo. Siguiendo la inspiración ochentera, Txori Barrote ha disfrazado a su gente de los voluntarios que limpiaron la ciudad tras las inundaciones de la ciudad, otros disfrazados de manifestantes antinucleares y Txomin Barullo ha optado por rescatar en su atuendo las manifestaciones contra el cierre del Euskalduna, Detrás también llevaban a la Policía y bailaban al ritmo de Yogurinha Borova. «Estos chavales no vivieron todo aquello», ha lanzado un señor del público con nostalgia. Hordago Abante, mientras, ha apostado por realizar un homanaje a los fundadores de la primera Korrika que recorrió Euskadi en 1980. Una asociación de bailes ecuatorianos también sorprendió a todos con sus atuendos y la coreografía. Varios se habían colocado bajo un disfraz de serpiente que también bailaba.
Mañana llena de actividades
La comitiva se ha desplazado hasta El Arenal, donde terminaba el desfile, y la Erromeria Oinutsik caldeaba el ambiente. Pero el concurso de disfraces no era la única actividad prevista para la tarde. Los premios del concurso de disfraces se entregaron en la Plaza Nueva a las ocho y media. Los tres mejores disfraces individuales se premiaban con 175, 125 y 100 euros, respectivamente. Las mejores comparsas se llevan un diploma y los mejores grupos, 500, 300 y 200 euros. El broche final a la jornada lo puso el espectáculo musical de Demode Quartet y los conciertos de Meridian y Arde Marte a partir de las 21.30 horas.
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La mañana también ha estado repleta de actividad. Los más pequeños han disfrutado de talleres infantiles y del Gargantua, de gigantes y cabezudos, de la melodía de Bilboko gaiteroak y, también, de la apertura del recinto festivo, con los personajes más queridos del carnaval de Bilbao, Farolín y Zaranbolas. La villa ha acogido distintos actos como el taller de swing de la Plaza Circular y las clásicas danzas de Bizkaiko Dantzarien Biltzarra en la Plaza del Arriaga. En la Gran Vía también se ha podido disfrutar del clásico mercado 'Gure lurreko merkatua', y en la Plaza Circular del concierto de Bilbao Lindy Band.
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