El acuerdo PNV-PSE les garantiza 65 alcaldías y podría quitar otras dos a Bildu en Bizkaia
La suma de jeltzales y socialistas no sería suficiente para lograr la makila en lugares como Arrigorriaga, Galdakao y Durango
xabier garmendia
Martes, 11 de junio 2019, 00:59
En solitario o en coalición, a día de hoy gobiernan exactamente en 67 de los 112 municipios que componen Bizkaia. Y en el caso de ... que ratifiquen el preacuerdo alcanzado ayer, a partir de este sábado podrán seguir haciéndolo por lo menos en 67, aunque esa lista no sería calcada. Y eso en el escenario más pesimista, el que depara un mero cálculo matemático. Según el juego de mayorías absolutas, PNV y PSE dependen de ellos mismos para conservar intacto su botín en el estrato local. Pero podrían incluso aumentarlo en función de otras variables externas como la capacidad de EH Bildu, Elkarrekin Podemos y agrupaciones independientes para atraerse los unos a los otros.
Jeltzales y socialistas se encuentran en esta ventajosa situación debido a la mejora en sus resultados en las elecciones municipales del pasado 26 de mayo. Aquella noche el escrutinio reforzó la tradicional hegemonía del PNV en los ayuntamientos vizcaínos y, de forma paralela, aumentó la representación del PSE, que se subió a la ola de Pedro Sánchez. Ambas candidaturas también incrementaron sus apoyos en los comicios forales al sacar rendimiento del Ejecutivo de coalición encabezado por Unai Rementeria. A los nacionalistas, sin embargo, se les escaparon por poco algunas mayorías absolutas -por ejemplo, en Bilbao- en lugares donde el PSE, su socio prioritario, se erigió en llave.
La formación de Andoni Ortuzar no pasará apuros para alcanzar una cincuentena de alcaldías en las que hará valer sus respectivas mayorías absolutas. No habrá sorpresas en ayuntamientos como Barrika, Berango, Bermeo, Gernika, Lekeitio, Loiu, Plentzia y Zierbena. Pero, además, los socialistas podrían facilitarles directamente otras quince. En realidad, en muchas de ellas no hará falta ese apoyo expreso porque la legislación para elegir a los alcaldes beneficia a la lista más votada y las probabilidades de que otra candidatura alcance la mitad más uno de los ediles sería remota o directamente nula. En cualquiera de los casos, el PSE podrá actuar como colchón en importantes plazas como Bilbao, Getxo, Erandio, Leioa, Mungia y Zalla. A su vez, el partido del puño y la rosa retendrá Portugalete y Ermua.
Entre esos 15 municipios hay focos calientes como Barakaldo, donde el PSE concentró sus esfuerzos para recuperar el poder y el PNV acabó ensanchando la brecha abierta en 2015. Más allá de eso, la suma de ambos partidos será absolutamente crucial para impedir que EH Bildu gobierne en dos pueblos donde resultó ser la candidatura más votada: Zaldibar y Alonsotegi. Sin duda, el caso más curioso es el de este segundo ayuntamiento, en el punto de mira por los presuntos casos de corrupción. Según el preacuerdo suscrito ayer mismo, el PNV presentará su candidatura para intentar mantener la Alcaldía y desbancar, con el apoyo del único concejal de los socialistas, a EH Bildu, que por primera vez se ha impuesto en las elecciones municipales.
La unión de ambas fuerzas dejaría sin opciones a la coalición soberanista en Alonsotegi y Zaldibar
Un mapa parecido
La efectividad de una reedición del acuerdo PNV-PSE no se extiende de igual manera a otros consistorios relevantes. La suma no alcanza la ansiada mayoría absoluta en Arrigorriaga, Durango, Galdakao y Sopela. En todos ellos EH Bildu podría alzar a sus respectivos candidatos a la Alcaldía si se apoya en Podemos y agrupaciones independientes. Los soberanistas lo tendrán aún más fácil allí donde el socialismo ni siquiera logró representación; por ejemplo, en Elorrio.
En conclusión, el mapa político vizcaíno presentará cambios de color en varios municipios, aunque no supondrá un revolcón en el poder local, dominado con holgura por el PNV mientras EH Bildu consolida su botín en la zona oriental. Las agrupaciones independientes, por su parte, se comen nuevamente una pequeña parte del pastel.
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¿Dónde suman y dónde no?
Alonsotegi
El PSE, un salvavidas para el nacionalismo
Apoyarse en el concejal que logró el PSE es la única forma que tiene el PNV para revalidar el poder en Alonsotegi, donde siempre ha gobernado desde su desanexión de Barakaldo en 1991. EH Bildu aprovechó en esta ocasión los presuntos casos de corrupción de los jeltzales al frente del pueblo para ganar las elecciones.
Arrigorriaga
La decisión, en manos de los independientes
La unión de las fuerzas de PNV y PSE no resultará suficiente para que los nacionalistas retengan el poder, ya que no alcanzan entre ambos la mayoría absoluta. La única forma de hacerlo sería convencer a los independientes de Arrigorriaga Gara o a los no adscritos, que parecen más proclives a apoyar a EH Bildu.
Balmaseda
Los jeltzales perderán uno de sus fortines
Por primera vez desde la reinstauración de la democracia, Balmaseda tendrá un alcalde ajeno a la formación jeltzale. La histórica victoria de la Candidatura Local Independiente (CLI) en las elecciones deja sin margen al PNV, ya que la única forma que tendría para retener el poder sería sumar a EH Bildu además del propio PSE.
Durango
Podemos decantará la balanza para Bildu
De poco le servirá al PNV haber sido nuevamente la fuerza más votada en Durango, otra de las localidades que siempre ha gobernado ya sea en solitario o en coalición con EA. Los cuatro concejales logrados por Elkarrekin Podemos servirán para otorgar el bastón de mando a EH Bildu, que sumó solo un edil menos que los nacionalistas.
Elorrio
Sin representación de los socialistas
Elorrio es una misión imposible para el PNV, que ni siquiera se podrá apoyar en los socialistas: pese a mejorar sus resultados respecto a 2015 y superar el 5% de los sufragios, se quedaron fuera del pleno municipal. A la coalición abertzale, en realidad, no le hará falta el apoyo explícito del único concejal de Elkarrekin Podemos.
Galdakao
El metro aleja del poder a los jeltzales
Aunque volvió a ser la fuerza más votada, el PNV lo tiene complicado para revalidar la Alcaldía. La espectacular irrupción de la plataforma a favor de la Línea 5 de metro, que consiguió cuatro ediles, puede provocar un vuelco que favorecería a EH Bildu. Jeltzales y socialistas tan solo suman 8 de los 21 concejales del pleno municipal.
Sopela
El acuerdo, a un solo voto de la mayoría
El juego de mayorías en la localidad de Uribe Kosta depara que jeltzales y socialistas no llegan a la mayoría absoluta solamente por un concejal: suman ocho y el corte está en el noveno. Por tanto, el resto de partidos en liza podrían unir sus votos para desplazar al PNV: EH Bildu (6), Elkarrekin Podemos (2) y DB-TU (1).
Zaldibar
La suma de ambos da un vuelco a la Alcaldía
Al igual que en el caso de Alonsotegi, el PNV podría apoyarse en los socialistas para superar a la candidatura de EH Bildu, que fue la más votada. Los nacionalistas regresarían así al poder en Zaldibar, donde siempre habían gobernado hasta que la izquierda abertzale se aglutinó en torno a Bildu para los comicios locales de 2011.
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