El RETAbet cierra el año en descenso
Su gran primer cuarto fue un espejismo al tropezar antes del descanso para acabar destrozado por los triples del Burgos
San Pablo Burgos
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Retabet
La noticia que nadie quiere dar. Pero el algodón no engaña. La última clasificación de este dantesco 2020 también incluye una dramática situación para los ... hombres de negro. Mandarán a freír espárragos este almanaque ocupando una de las dos plazas de descenso. En su debe, muchas indecisiones, dudas y síntomas de inferioridad que los rivales detectan y aprovechan. Tampoco le ayuda la suerte con algunos extraños expedientes X, como los protagonizados por Unicaja perdiendo ante Fuenlabrada y Betis con un ardor guerrero en nada parecido al mostrado el domingo en Miribilla. Ya es casualidad. Y va sin segundas. Como se podía esperar, por la gran campaña que desarrolla el San Pablo, conquistar este martes el Coliseum implicaba muchas cosas que no parecen al alcance de los hombres de negro. Sorprender al tercer mejor ataque y tercera mejor defensa del campeonato requería de un estado superlativo del Bilbao Basket que sólo se dio durante los primeros diez minutos.
Acabó siendo un cruel espejismo ese primer acto en el que Brown puso en marcha la máquina de facturar con dos triples como los que antes había fallado Zyskowski en los 50 segundos iniciales. Un parcial de 0-7 para que el RETAbet llevará a los burgaleses al huerto con una renta máxima de nueve puntos (13-22), cimentada en tres tiros de dos sin fallo, cuatro de ocho en triple y doblando los rebotes (5-10) a los locales. Un gustazo que invitaba a confiar en su evolución. En el Hereda San Pablo crujía su maquinaria triplista (2 de 8) y no parecían los de Joan Peñarroya especialmente espabilados, muy fríos para lo que en ellos es normal.
Se produjo el cambio de guión de una manera salvaje. Para entonces, Aminu acumulaba minutos en la pintura por las repentinas faltas de Dos Anjos y la de nuevo nula aportación de Huskic ante el equipo que le envió al botxo para que jugara lo que en el Coliseum ya no iba a experimentar. Tremenda decepción en los últimos partidos del poste serbio. Y qué mala señal que sea el recién llegado, que en absoluto se convierte en un ogro en la zona caliente, al que deba recurrir el coach casi como un gesto desesperado.
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En tres minutos el Burgos hizo magia y se vio por delante en el marcador, lo que no había logrado desde el 2-0. Los triples entraban ya en la canasta vizcaína chorreando vaselina, a razón de uno por minuto hasta el ecuador de ese segundo cuarto. Dos de Benite y otro de Cook para una tacada de 12-0. Y Horton echaba el resto facturando cada vez que bajaba la bola y buscaba la entrada. Instantes muy duros para Jenkins y Miniotas como marcadores del brasileño y del cuatro neoyorquino. Se comieron 18 puntos en seis minutos. Y pese a ello iba a ser el propio RETAbet el que se disparara en el pie antes del descanso.
Todo pundonor y espíritu de esforzado de la ruta, el bloque de Miribilla trataba de avanzar sin levantar la cabeza, asumiendo el castigo. Llevaba encajados 30 puntos en ese tramo y recibió una cornada de doble trayectoria. Primero con un triple de Kulboka que dio la vuelta al ruedo en una corbata que evitó que el luminoso se apretara hasta el 46-45. Y en 17 segundos, debacle. Un triple de McFadden y una pérdida tras saque de fondo para que Kravic bandejeara irritando al banquillo visitante. De repente, máxima desventaja (51-42) para que el grupo llegara desolado al vestuario con la carga de 35 puntos recibidos en diez minutos.
El rumbo había sido devorado por la deriva. Los hombres de negro dejaron de gobernar su destino. Como sucedió ante Unicaja el domingo, la defensa hizo aguas a la hora de proteger el perímetro. Si los andaluces tras un pésimo primer cuarto anotador engarzaron 12 de 24 triples en la media hora restante, el San Pablo acabó incluso mejorando la marca con 14 de 25. Y pese a ello el equipo trató de levantarse. Volvió al parqué burgalés herido en su orgullo. Acumuló un 2-9 con mucha más intensidad para acercarse de nuevo a dos puntos (53-51). Pero cada vez que lo hacía le llovía metralla. Cook, que se convirtió en histórico ACB alcanzando las 1.500 asistencias, fue un demonio para un Rousselle que no daba con el interruptor del off. Llevaba el nacionalizado montenegrino nueve puntos y ocho servicios a la mano que aportó para que los locales diesen otro arreón (65-55) contestado con cinco tantos seguidos de Kljajic para llegar al tercer avituallamiento sólo siete abajo (67-60).
Un triple de Benite dio la bienvenida a la traca final, que incluyó seis muescas desde la línea mágica. Los 20 puntos aportados entre Rousselle y Brown, movidos por la bilis que no podían contener, sólo evitaron que el RETAbet volviera a casa con la cara pintada. Lo de vicecolista, duele.
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