«Es inevitable mirar la clasificación»
Mumbrú, que contará con Jenkins el domingo en Fuenlabrada, espera que lo de Zaragoza se quede en un accidente para un equipo que «siempre compite»
Semana movidita para un RETAbet en readecuación. Aunque los movimientos fueron previos en el tiempo, la llegada de John Jenkins y Alade Aminu se materializan ... tras la caricatura de partido que se vivió el domingo en Zaragoza. Algo que para Álex Mumbrú debería quedar reducido a un accidente aislado. «En Zaragoza hicimos un partido pésimo, pero durante la Liga hemos competido en muchos partidos aunque hayan acabado en derrotas». Pero no se abstrae el técnico de la realidad del deporte profesional. «Cuando se juntan derrotas el entrenador no vale, los jugadores no valen, Miribilla tampoco, parece que no vale nada. Nunca hay que olvidar quién somos y de dónde venimos. Aunque hemos tenido unos años buenos hay que saber sufrir estando abajo, tenemos que ayudarnos y unirnos y esperar que llegue nuestro momento. Habrá un punto de inflexión y ojalá llegue lo antes posible. No hicimos un equipo pensando en estar en los play-off. Sabíamos que sería un año duro, que teníamos que trabajar, que llegarían derrotas».
Lo repite cuando tiene ocasión el entrenador barcelonés porque, como en todo colectivo, hay memorias especialmente frágiles. Así, Mumbrú califica la semana pasada tras la debacle de Zaragoza como «dura. Hemos entrenado como hemos podido, pero bien. Lo que más nos ayudaría es no tener más lesionados, poder entrenar y tener una continuidad. Ludde (Hakanson) no ha entrenado toda la semana y hay pocas posibilidades de que pueda jugar el domingo».
Ahora que hay nuevos hombres de negro, que se unen a Miniotas y Huskic, el trabajo diario volverá a ralentizarse. «Gastamos mucho más tiempo en que entiendan la filosofía que en avanzar como grupo y eso nos retrasa. Pero se necesita tiempo para todo. Vamos a Fuenlabrada sin haber entrenado con Jenkins y esperamos que el lunes esté Aminu para jugar el miércoles». Al menos, Mumbrú sabe que el escolta de Nashville, pese al cansancio por el cambio de continente, llega con puntos en las manos y sin un atisbo de rubor cuando ve que puede tirar. Las impresiones de urgencia de las pocas horas que ha estado en Miribilla certifican su calidad como jugador anotador. Por si acaso, le quita presión. «Veremos cómo se adapta Jenkins en veinticuatro horas. Y si no jugaremos con Iñigo Betolaza, que ha entrenado bien y es lo que tenemos.
Las imágenes de los tiempos muertos en los que se mostraba furioso con sus jugadores en el Príncipe Felipe no entran en el campo de la «frustración. No. Buscas la reacción de los jugadores. No nos podemos permitir bajar los brazos. No podemos dejar de luchar cada minuto, sea cual sea el marcador. Es nuestro ADN». Y lo quiere recuperar mañana en Fuenlabrada donde le espera un rival que «se ha reforzado. Empezaron dubitativos, han cambiado el entrenador y tuvieron una racha que aprovecharon. Para ellos también es importante el partido ante un rival que está abajo y juegan en casa».
Porque llegados a esta situación hay que asumir las cosas. Y la realidad es que los hombres de negro forman parte del trío que comparte la cola de la tabla. «Es inevitable mirar la clasificación, la mira todo el mundo. Es obvio que estamos en la parte baja, y que ganas dos partidos y tiras para arriba como le ha pasado al Zaragoza. Es una Liga impar, equipos que han jugado más partidos, pero está claro que nosotros estamos en la parte baja». De la que hay que salir cuanto antes.
Tercera derrota seguida del Baskonia en Euroliga
El Baskonia no encontró en Múnich el bálsamo necesario para aliviar sus males en Euroliga. Día de pésima puntería de los de Ivanovic, que se quedaron en 20 canastas de campo, con un 37% en tiros de 2 y un 5 de 20 en triples. Sumaron ante el Bayern su tercera derrota seguida (77-66). Le fue mejor al Real Madrid en la cancha de Olympiacos, aunque tuviera que gastar otra bala en forma de prórroga para vencer 82-86 y llevar su racha a un 9-1 en sus diez últimos partidos.
El Valencia cedió ante un Estrella Roja en el que el acierto final de Loyd y Davidovac fue vital (76-73). Prepelic perdió la bola cuando buscaba el triple del empate y Quino Colom, nuevo jugador de la franquicia serbia, vio el partido contra su exequipo a pie de pista. Y el Barcelona perdió en el Palau ante el Maccabi (67-68) y cede el liderato en solitario al CSKA.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión