Los triples de Howard se convierten en patrimonio histórico del Baskonia

La solvencia defensiva que se le reclamaba al inicio de curso ha llegado antes que el invierno y propulsa las miras y los ataques azulgranas. Ahí donde el Baskonia cada vez cuida mejor el balón. Ayer cometió trece pérdidas, cinco en el primer cuarto, pero la media de las últimas semanas está en 10. La buena y rápida adaptación de Henry –es lo que tienen los buenos– ha influido también en el número de asistencias (26 en el Gran Canaria Arena, 23 de media en los últimos cinco partidos) y aumente el acierto desde el triple hasta el 47,6%.

De esta guisa, la capacidad de fuego del Baskonia fue devastadora. Es la punta de lanza de un colectivo que, en líneas generales, empieza a mantener un radio de acción sin grandes altibajos. El control del rebote, la capacidad para el juego en estático y una actividad defensiva solvente son las nuevas facetas de un baloncesto azulgrana de factura impecable. Con toda la plantilla sana e implicada, con los doce convocados por encima de los 12 minutos de juego y únicamente Henry y Howard alcanzando los 22, y el depósito de energía e intensidad inalterable desde la dolorosa derrota en Manresa.

La escuadra vitoriana no dio pie a la relajación y mantuvo la concentración solo 48 horas después de vencer al Bayern en la Euroliga. Avasalló a un oponente que, con Balcerowski y Benite con problemas estomacales en los días previos, no encontró manera de contener eltorbellino baskonista y perdió el paso por completo. Hasta el punto de que Albicy se quedó corto lanzando un tiro libre que se fue al océano. Los jóvenes Rubén López De la Torre, con unos fundamentos técnicos ilusionantes, y David Mustaf fueron lo único positivo de un rival de la misma liga que los azulgranas. Ensombrecidos por el feroz bombardeo de Howard.

Stombergas, Rakocevic y Perasovic compartían el récord de triples en la ACB de un jugador con la camiseta del Baskonia hasta que Markus Howard saltó a la cancha del Gran Canaria. Con sus nueve triples, se adueñó del mejor registro individual del club en liga, que hasta ahora estaba en ocho, e igualó el tope histórico que lograron Teletovic en Kaunas en 2010 y el propio Stombergas, con su nueve de nueve ante el AEK en 2001.

El estadounidense sustituyó a Kurucs a los cinco minutos y anotó su primer triple para abrochar el primer cuarto (9-20), igual que el viernes ante el Bayern. La diferencia fue que ayer entró en trance. En el segundo cuarto encestó cinco, tres casi seguidos, para irse al descanso con un 6 de 8 sobresaliente. Daba igual el ángulo y casi la distancia. Se sentía con tanta confianza que hasta saltó por encima de todos –mide 1,78– para capturar un rebote en ataque.

En la reanudación, los jugadores del Gran Canaria parecía que preferían dejarle penetrar antes de que se levantara de tres, sin renunciar a clavar otro desde la esquina bien punteado. Así siguió engordando su cifra de puntos, que al descanso ya era de 21, pero se guardó una traca final. Con Kurucs reenquante de la espalda, Peñarroya le devolvió a la cancha y anotó dos triples más cuando el partido alicaía. El Gran Canaria ovacionó ambas canastas y le reconoció un talento que ya es patrimonio histórico del club..

El ya definitivo escolta desde la llegada de Henry metió 34 puntos con 9 canastas triples de 12 intentos en menos de 23 minutos sobre la pista. Una exhibición que a la que quiso quitar hierro en la entrevista de la televisión al finalizar el duelo.