El TAS desestima la apelación de Pierriá Henry y mantiene su inhabilitación
El exbaskonista fue sancionado tras un control antidoping que se le realizó en noviembre de 2022 y el castigo sigue vigente hasta enero de 2027
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha ratificado la sanción que impuso a Pierriá Henry la FIBA por detectar «métodos prohibidos» en la entrega de ... la orina durante un control antidoping al que se sometió en el arranque de la temporada 2022-23. De esta forma, el exjugador azulgrana choca contra un muro jurídico de apariencia infranqueable en su intento de revocar un dictamen que se mantiene vigente y que hace imposible su retorno a la actividad profesional.
Meses después de conocer el veredicto de la FIBA, Henry anunció a través de su cuenta de Instagram que se sentía todavía con fuerzas para defender su inocencia. Aquella última señal de comunicación del jugador se produjo en febrero del pasado año. Fue el momento en que sus asesores legales articularon un recurso de apelación ante el máximo tribunal de justicia deportiva, que ha tenido un resultado adverso para los intereses de Henry.
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En la sentencia emitida a mediados de agosto, el TAS desestima los argumentos del base estadounidense y corrobora una inhabilitación que se extiende hasta primeros de 2027. Un período que se mantiene como un castigo que la defensa considera desproporcianada y que, en la práctica, pone fin a la carrera profesional de Henry, ahora con 32 años.
Manipulación de orina
El veredicto emitido en su día por los servicios jurídicos de la FIBA arrojaba una clara sombra de sospecha sobre Pierriá Henry, al que atribuía la responsabilidad de una posible manipulación de las muestras de orina. Los análisis de laboratorio revelaron en su momento un cuadro químico que respondía a orina no humana, con lo que Henry terminó por encajar una pena máxima de cuatro años.
En su apelación ante el TAS, el exdirector de juego baskonista trató de demostrar la imposibilidad de una manipulación de la muestra de orina durante el control al que se sometió después de la disputa del encuentro de Euroliga ante el Maccabi el 3 de noviembre de 2022, que se realizó delante de testigos médicos y personal de FIBA. Además, también trató de apuntar a un error en la cadena de costudia de las muestras para intentar desmontar, sin éxito, la argumentación condenatoria.
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