La ruta autodidacta del ideólogo del futuro
El joven que renunció a estudiar por ver entrenar al Manresa basa su alta reputación en su labor de anticipación y captación de figuras emergentes
El bar La Pineda de Manresa fue el escenario de los primeros pinitos de Xevi Pujol (Manresa, 1990) como director deportivo. Apenas tenía 13 años, pero tuvo un arrojo de valentía e inocencia juvenil. En ese mismo establecimiento se reunían los fines de semana para tomar el vermut y jugar al ajedrez el por aquel entonces entrenador del conjunto del Bages, Ricard Casas, y el director deportivo, Toni Creus. El chico, un fijo ya por aquel entonces del Nou Congost, les reconocía y una semana se afanó en preparar un listado de jugadores que le agradaban y creía que podían fichar. El momento de entregarles aquel papel regresó años más tarde a su cabeza, al dar un inaudito salto a los despachos con 30 años.
«No había demostrado nada», remarcó ayer en su despedida como sincera muestra de agradecimiento por la confianza recibida en cada paso que dio en la entidad. Primero como jugador. Llegó a participar en una Minicopa en la que le tocó defender a Ricky Rubio. Tras ello, trasladó su pasión a los banquillos. Se matriculó en Fisioterapia pero se saltaba las clases para ir a ver las sesiones del Manresa. No acabó el grado, pero Jaume Ponsarnau, uno de sus mentores, le dio la oportunidad de empezar otra carrera.

Con 24 años ya era la mano derecha de Pedro Martínez y de los técnicos posteriores, Ibon Navarro o Joan Peñarroya, mientras que en verano pagaba viajes de su bolsillo para ir a Estados Unidos a ver jugadores. Diseñaba equipos en todo tipo de simuladores, como de niño hizo con aquella lista de fichajes, hasta en en plena pandemia del coronavirus le ofrecieron dar el salto a los despachos. Se convirtió en el director deportivo más joven de la ACB.
Bajo sospecha por su bisoñez, los agentes no tardaron en ponerle a prueba. «Intentaban añadir cláusulas poco habituales o inflar precios», reconocía hace poco a 'La Vanguardia'. Una de sus cualidades es la capacidad para anticiparse, con lo que contaba con ello y no cayó en la precipitación. Pujol inspira admiración y respeto a partes iguales en el mercado de fichajes y simboliza un método que no está lejos del estilo del Baskonia. La captación de figuras emergentes, adelantándose al resto de clubes, y conocedor de que el margen de error es tan reducido como el presupuesto.
Caladero alemán y francés
Las ligas alemana y francesa han sido su principal caladero durante estas cinco temporadas en las que ha realizado un sin fin de viajes. Pese a su juventud, solo se guía por la estadística avanzada para casos puntuales como buscar la última pieza del equipo. Su método se basa en estudiar al jugador desde el nivel personal, táctico, técnico y finalmente económico. Medir cada reacción, desgranar el lenguaje no verbal, y consensuar con su equipo y el entrenador. Derrick Alston Jr. fue su último descubrimiento. «Lo seguía desde que jugaba en la G-League. Le enviamos un vídeo con aspectos defensivos que nos generaban dudas y tres días después nos respondió con otro vídeo trabajando esos aspectos con su preparador personal. Ahí nos lanzamos», reveló.
Cuando no está de viaje, a las 7 de la mañana ya enciende un ordenador que no apagará hasta bien entrada la noche. Sus padres lamentaron que no estudiara más, pero sí le transmitieron su índole trabajadora. Es el hermano mayor de una diseñadora gráfica y una fisioterapeuta que vive en Grenoble. Visitar allí a sus dos sobrinos es la única vía de escape que ha encontrado para la desconexión un autodidacta preocupado por la salud mental y los elogios.Siente que le debilitan.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.