Newsletter | El sexto hombre
La ola buena de Ibon y siete formas de perder la CopaLa Copa del Rey de Gran Canaria queda archivada con un triunfador indiscutible y siete aspirantes que digieren diferentes niveles de decepción. El torneo ... que concluyó el pasado domingo confirma el auge del proyecto del Unicaja, la ratificación de Ibon Navarro como un técnico con mucho que decir y hacer a sus 48 años y la vigencia de una manera determinada de construir plantillas y tratar de mantenerlas unidas durante el mayor tiempo posible. En el campeón liderado por el entrenador vitoriano hay buen ojo desde la secretaría técnica que comanda Juanma Rodríguez, una muy buena 'cocina' tanto técnica como mental por parte del entrenador y una sensación general de grupo unido y convencido de las directrices de sus superiores. Luego, también es cierto que ganar es bonito, pero, sobre todo, fomenta la unión y la armonía como ninguna otra circunstancia lo hace en un equipo profesional.
Es el apogeo del Unicaja, que ha abrazado un estilo muy determinado de juego y que no sueña con pisar esas estribaciones de la Euroliga por las que hace no tanto deambulaba. El club andaluz se siente cómodo al otro lado del telón que separa el baloncesto en Europa. Seguirá fiel a la Champions League de la FIBA, de la que es vigente campeón. ¿Sobreviviría este Unicaja en la actual Euroliga? No parece que se planteen semejante pregunta en el seno de la entidad malagueña. Son felices en su propio presente.
La última edición copera deja heridas de diversa consideración en el Real Madrid y el Barcelona. La frescura de otras apuestas contrasta con la sensación de que blaugranas y merengues son ahora pesos pesados con problemas para sostener su hegemonía en el territorio ACB. Tampoco es nada nuevo. Cuando los colosos futboleros parecen flaquear, conviene aprovechar la coyuntura para colarse en la lluvia de confeti. El Baskonia ganó su última Copa en 2009 para luego dar paso a un dominio casi absoluto de blancos y blaugranas en el torneo y que solo ha roto el Unicaja en 2023 y 2025. La Copa como territorio para las sorpresas, un concepto que tanto ayudó a acuñar la entidad de Zurbano, perdió su sentido hasta ser rescatado por el plantel andaluz.
Es sabido que Barcelona y Real Madrid funcionan a un nivel muy superior en inversión respecto al resto de los 'mortales' ACB. Pero esta temporada son vulnerables mientras Joan Peñarroya y Chus Mateo comparten problemas comunes a la hora de dotar de verdadera personalidad y consistencia a sus equipos. Los blaugranas se estrellaron en cuartos frente al Tenerife liderado por un Marcelinho Huertas que sigue reivindicando al derecho de la 'gente mayor' a seguir dando lecciones baloncestísticas. Sucede que los grandes jugadores generan sus propios ritmos de juego, ajenos en ocasiones a la aceleración imperante. Entienden que tan importante es aplicar la pausa y la precisión en el momento justo como correr y saltar más que nadie. El plantel tinerfeño vive en un universo paralelo en cuestión de ritmo. Así anestesió al Barcelona en cuartos, aunque no resistió su tempo lento en semifinales ante el Unicaja.
La Copa también deja una incógnita mayúscula: el Valencia Basket. Hablamos de un torneo que tiende a inflar expectativas de manera desmedida para después pincharlas con estruendo. Es lo que le pasó al equipo taronja, apeado a las primeras de cambio a manos del Gran Canaria. Ardió la falla valenciana, alzada de manera soberbia durante una fase regular notable. Pedro Martínez recibió el consuelo del mismísimo Juan Roig tras el partido con un abrazo en sala de prensa que puede significar que 'aquí no ha pasado nada' o puede ser el equivalente a un primer aviso.
La cita insular también ha premiado la regularidad mostrada hasta el momento por Joventut, Gran Canaria y Manresa, todos con razones para no lamentar demasiado sus sinsabores coperos. Resuelto el primer gran título de la temporada, ahora todo comienza a acelerarse. La Euroliga entra en su criba final hacia los play off mientras la fase regular de la Liga ACB pone a prueba la resistencia de aspirantes más o menos consolidados. Cabe pensar que a algunos de los equipos ahora situados entre los ocho primeros de la tabla ACB la temporada se les pueda hacer eterna. Quizás sea una de las bazas a jugar para el Baskonia, que sigue pendiente de una escalada en la clasificación doméstica que deberá ser continuada y convincente. Porque, salvo que nos hayamos perdido algo, alcanzar los play off de la ACB sigue siendo un objetivo mínimo irrenunciable.
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