Granger: «He tenido momentos muy malos, se me pasó por la cabeza dejar de jugar»
El base uruguayo del Baskonia ya no siente dolor en su tobillo tras un largo calvario que toca a su fin. Solo desea «hacer mejores» a sus compañeros y «disfrutar»
La intervención quirúrgica a la que se sometió en su tobillo izquierdo a primeros de enero dio paso a otro período alejado de las canchas, ... el más largo y, cruza los dedos, el definitivo. Jayson Granger volvió a sentir el frenesí de la competición el pasado domingo en la cancha del Valencia Basket después de cinco meses de trabajo de rehabilitación. El calvario con una lesión que le ha atrapado en las dos últimas temporadas no ha borrado la sonrisa del uruguayo, que tampoco olvida el sufrimiento de no encontrar solución al dolor y a la frustración de no poder competir en una cancha de baloncesto. «He tenido momentos muy malos, se me pasó por la cabeza dejar de jugar», confiesa el timonel azulgrana.
-Bienvenido. Retorna poco menos que de entre los 'muertos'. Antes que nada, ¿le duele el tobillo?
-Nada. Es la primera vez desde noviembre del año pasado que no siento dolor. Es algo increíble. Levantarte por la mañana y bajar las escaleras sin dolor es algo que no me puedo creer.
-¿Vuelve para quedarse?
-Sí, esa es mi intención. Llevo trabajando muchos meses, con doble y triple horario, para estar acá y aportar mi grano de arena. Es mucho tiempo de inactividad, pero no lo voy a poner como excusa. Tengo muchas ganas y motivación para demostrar que estoy para quedarme.
-Cinco meses fuera. ¿Por qué no se decantó antes la situación con el paso por el quirófano?
-Es una pregunta que yo y mucha gente nos hemos hecho. Obviamente, yo confié en el club y en los médicos, que me habían aconsejado que el tratamiento conservador iba a ser mejor que la cirugía. Al final, fue un proceso más largo de lo que esperábamos y en diciembre tomamos la decisión de que me tenía que operar sí o sí. No podía seguir arrastrando esto. No solo era el aspecto físico. El tema mental tampoco lo podía soportar muy bien.
-¿Tiene la sensación de haber perdido mucho tiempo?
-Sí. Después de la temporada pasada, me fui bastante jodido porque arrastré la lesión durante mucho tiempo. Pretendí recuperarme en verano para empezar el curso de la mejor manera posible. Probamos todos los tratamientos y no funcionaron. Me sentía bastante frustrado, pero ese tiempo también lo utilicé para conocerme a mí mismo y a mi cuerpo. Fue un período en el que me tocó aprender. Es, dentro de lo que cabe, el aspecto positivo que saqué.
-¿Es este el trago más duro que ha tenido que pasar en toda su carrera?
-Totalmente. Es la lesión más 'gorda' que he tenido. Nunca había estado tanto tiempo fuera. Hasta este problema, mi mayor período de baja había sido de dos o tres partidos. Ha sido algo muy difícil de llevar.
-De puertas a fuera usted transmite una imagen positiva, de optimismo. ¿La desesperación quedaba en casa?
-Sí. Ha habido momentos muy malos. Se me pasó por la cabeza dejar de jugar. En el día a día, lo pasaba muy mal. No era capaz de caminar a gusto. No podía dar un paseo con mi mujer o sacar al perro. Llegó un momento en que el dolor era desesperante. Tuve que recurrir a un profesional, un psicológo que me ayudó. Luego, el apoyo de Milena (su pareja) fue crucial a la hora de empujarme cada día y decir: 'Tenemos que seguir y sacar esto adelante'. Gracias a Dios, llegó el día en que logré despertarme sin dolor. Fue como un sueño hecho realidad.
Sufrir parado
-Otro baskonista como Garino precisó de apoyo psicológico y también se refiere a la ayuda de su pareja. Al fin y al cabo, puede tener a sus compañeros de equipo, pero usted se quedaba atrás y el resto tenía que seguir adelante...
-Así es. Quieras o no, vos estás lesionado, vienes a los entrenos, ves competir al equipo y es duro. Sobre todo, con mi forma de ser, que quiero estar ahí constantemente y no me gusta nada perderme partidos o entrenamientos. No fue un camino fácil, pero aprendí mucho.
-¿Y cuáles son esas enseñanzas?
-He aprendido a ser mucho más paciente, a no apurar, a hacer las cosas a su debido tiempo y a escuchar a mi cuerpo. Antes, era una persona que tenía un dolor o una molestia y no paraba. Seguía, seguía y seguía. Quieras o no, el descanso también es parte del entrenamiento.
-¿Le toca ahora superar el miedo a la recaída, a pisar fuerte con ese pie recuperado sin temor a que todo comience de nuevo?
-Recuerdo hace un par de meses. Yo tenía la intención de volver y recaí. En ese momento, entré en una pequeña depresión. 'Otra vez, después de haber vuelto a pista y encontrarme bien', me decía. Por eso la recuperación se hizo un poco más lenta de lo esperado. Ahora, ese miedo lo tengo bastante aparte. Los entrenos están siendo muy intensos y me encuentro muy cómodo. Creo que ese temor ya no está.
-¿Cómo se sintió en esos 14 minutos de juego ante el Valencia Basket?
-Bien. La verdad es que no me los esperaba. Teníamos un plan de trabajo. Justo había hecho dos entrenos esa semana pensando ya en los play off y fue un poco inesperado. Iba a hacer la rueda y jugar unos minutitos, pero luego me encontré mejor. Era cuestión de coger sensaciones y quitarme un poco el miedo.
-¿Qué papel tendrá asignado Granger en estos play off'?
-Voy a intentar aportar energía, me toque salir de inicio o desde el banco. Físicamente me siento muy bien, sea para jugar dos o veinte minutos. Estoy con muchas ganas. Tengo una espinita clavada desde hace mucho tiempo y quiero demostrar que puedo jugar al máximo nivel.
-¿De escolta o de base?
-De lo que sea. Yo me siento más cómodo de base a la hora de empujar al equipo y de correr, pero si 'Peras' me pone minutos de escolta, ayudaré en lo que sea.
-Son dos años sin sentirse usted mismo...
-Sí. El otro día lo hablaba con gente del club; desde que llegué estuve dos meses sano, en los que estaba a buen nivel pero el equipo no rindió lo esperado. Fue en noviembre cuando empecé a recaer. Fue que sí, que no... Como decía, es una espina que me quiero sacar. Deseo hacer mi juego, hacer mejor a mis compañeros y, sobre todo, disfrutar.
-¿Cómo ha visto la trayectoria del equipo desde la enfermería?
-Bien. Justo ayer estábamos hablando de que era la primera vez que entrenábamos todos juntos desde incluso antes de la temporada. Los chicos han hecho un trabajo estupendo. Hemos competido, aunque es cierto que algunos jugadores han tenido que jugar más de lo esperado.
-Usted llega fresco. ¿Cómo está la reserva de fuerzas y de mentalidad del resto del equipo?
-Está claro que la temporada es muy larga. Una vez que concluye la Euroliga, jugar un partido por semana, hace que aumente el número de entrenos. Una vez que arrancan los play off, el chip hay que cambiarlo sí o sí. Si queremos llegar hasta el 25 de junio o un poquito antes, hay que sacar las fuerzas de donde no haya y debemos estar muy preparados, sobre todo mentalmente.
«No estamos siendo tan sólidos defensivamente, pero llegaremos bien a los play off»
-¿Es un drama haber perdido en en Valencia la segunda plaza de la clasificación al cierre de la fase regular?
-No es un drama, pero sí que perdimos una oportunidad bastante importante. Tener ventaja de campo en unas semifinales no es cualquier cosa; pero, si queremos llegar a la final, debemos ser capaces de ganar tanto en casa como fuera.
-Lo primero es lo primero. El Tecnyconta Zaragoza.
-No va a ser nada fácil. Jugamos contra un equipo que está haciendo una temporada increíble y no tiene absolutamente nada que perder. Lucharán sin presión.
-¿Había preferencia entre Joventut, Zaragoza o Manresa?
-Personalmente, tenía ganas de jugar contra el Joventut. Soy muy competitivo. Después de haber perdido en la Copa contra ellos, ver que es un equipo que no se nos daba bien y que el MVP de la temporada está en sus filas, era la sensación de decir: 'Yo puedo pararlo'. Ahora nos toca Zaragoza, que es el equipo revelación. Cuenta con un entrenador que está haciendo un trabajo magnífico y que maneja jugadores con mucha experiencia. Es un rival que nos va a poner a prueba.
-¿Cómo se trabaja esa desaceleración que se produce tras cerrar la Euroliga? Parece como si tuvieran que luchar contra el aburrimiento por no jugar dos partidos por semana.
-No resulta fácil. Parece como si cambiara el chip. Tenemos las suerte de tener a 'Peras', que es un entrenador que te exige mucho y que no deja que te relajes ni un segundo. Este equipo ha demostrado ser capaz de sacar victorias importante aunque no hayamos estado a nuestro mejor nivel. Ahora, tenemos el equipo al completo y se nos presenta una oportunidad muy linda.
-¿Qué debe ajustar el Baskonia de cara a los play off?
-Creo que no estamos siendo tan sólidos defensivamente como en meses anteriores. Nos está costando un poco más jugar el ritmo alto que nos gusta, pero tenemos esta semana para prepararlo y vamos a llegar bien.
Las frases
-
Las lecciones «He aprendido a ser mucho más paciente, a no apurar y a escuchar a mi cuerpo»
-
Muy personal «El apoyo de mi pareja fue crucial a la hora de empujarme cada día para sacar esto adelante»
-
El reto «Tengo una espina clavada desde hace mucho. Quiero demostrar que puedo jugar al máximo nivel»
Los datos
-
25 Granger ha podido disputar solo 25 de los 71 partidos oficiales que suma el Baskonia desde el inicio de la presente temporada. Tras pasar por el quirófano para operarse el tobillo izquierdo a primeros de enero, se perdió la fase decisiva de la Euroliga, la Copa del Rey y gran parte de la temporada regular ACB.
-
2020 El contrato baskonista del uruguayo de 29 años expira en junio de la próxima temporada.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión