Milán recibe al equipo de moda

De hecho, el cuadro que exhibe telas en tonos azules y granates afronta una semana de auténtico anclaje en el caso de resolverla a su favor. Hoy se opone a la gran decepción del campeonato europeo, el insólito colista al que se le vaticinaban retos mayores de verdad. Y el viernes recibe a un Panathinaikos también rezagado en la tabla. De solventar ambos compromisos, el bloque de Joan Peñarroya emprenderá una fuga firme para instalarse con cierta holgura dentro de esos puestos de 'play off' en los que vive permanentemente desde octubre.

2-8Es el balance del Armani como local. En el Mediolanum sólo ha ganado a Mónaco y Valencia.

Pero más vale obedecer la máxima 'cholista' de tomar los partidos por unidades o cuidarse del cuento de la lechera. Que levante el dedo quien sospechó antes de arrancar el curso que el viaje a la capital lombarda apuntaría a un '2' en la quiniela. Y aunque esta Euroliga tan exigente depara cualquier resultado y rachas en ambos sentidos -las conoce bien el Baskonia-, los datos son elocuentes. El segundo ataque del campeonato (84,1 puntos) se opone hoy en el Mediolanum al cuadro que celebra cada canasta igual que si hubiese metido un gol. Apenas setenta puntos frente al caudal ofensivo azulgrana.

Milán acoge una cita entre contendientes aquejados por los problemas físicos. A las lesiones del base Pangos, el ex Shields y el alero Melli se oponen la duda razonable de Howard tras el esguince del tobillo derecho anteayer en Murcia y la salida del tráfico en el caso de Henry. Por eso mismo, la pista italiana tal vez se transforme en escenario para el estreno de Heidegger, el estadounidense con pasaporte israelí traído de Turquía para completar la batería exterior. Porque sustituir de verdad a 'Pi' se antojan palabras de rango mayor.

El propio técnico de Terrassa reconoció al término del partido en el pabellón del UCAM la dificultad de disponer del compulsivo anotador sólo 48 horas después del percance. Al menos con las facultades suficientes como para armar uno de esos tacos que le han elevado al retablo de la celebridad. Pese al enorme influjo de Markus en unos cuantos encuentros, el Baskonia ya ha demostrado su capacidad para competir sin él hasta el punto de lograr triunfos relevantes al margen del fenómeno astral.

La urgencia se centra en arropar a Thompson, privado de una compañía absolutamente fiable a la hora de relevarse en el timón tras la pérdida de Henry. Kurucs no equilibra el empeño con la clarividencia, Howard remata más que crea y Marinkovic, tal vez el más aseado en esa tarea circunstancial, bastante tiene con su faceta de anotador y el progreso defensivo.

De infundir miedo al ver el calendario en otoño a enfocar el duelo de esta tarde con la esperanza fundada de aprovechar la inercia ganadora tras la noche para el recuerdo perenne contra el Efes. Cierto que el bloque alavés no ha abandonado desde el inicio los puestos que franquean el acceso al cruce de cuartos de final de la Euroliga, pero también que el Valencia -al otro lado de la muga- se halla a una sola victoria y que el Efes más los dos clubes de Belgrado marchan a dos. De ahí que una muesca hoy, ojalá que la cuarta fuera de Zurbano, más los notables 'averages' que ya ha labrado el grupo de Peñarroya le acerquen a todo un logro mayúsculo. Así, al menos, se miraba la hipotética clasificación allá por octubre.

El Armani, que solo ha ganado dos de sus diez partidos como local, cayó en Vitoria con claridad por 78-62 en la sobresaliente velada de Thompson y Kotsar frente a Davies, el pívot que ejerció de todo para el desolado grupo de Ettore Messina.