
Ser reconocibles
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Rival baskonista ·
La influencia de Campazzo y Hezonja ha sido clave en el crecimiento del Real MadridHay una parte bien preocupante en las personas que tiene que ver con esa posibilidad de «no encontrarte». No piense que es una mera cuestión ... espacial sentir que no eres tú misma o tú mismo. Tiene relación con lo habitual que vienes realizando, y tiene que ver también con que las acciones que llevas a cabo parecen novedosas, casi siempre en sentido negativo. Ese «si yo en realidad no soy así» que suena a excusa o aquel «en otro momento lo haría de otra manera».
Lo digo porque al Real Madrid le está pasando algo de esto en lo que llevamos de Euroliga. Si hablamos de resultados cuesta ver que a estas alturas apenas supere el 50% de victorias, con diez partidos perdidos de veintidós jugados, encadenando momentos de tres o más derrotas seguidas. Y no solo eso. También por las lesiones, su juego tampoco responde a lo que su expectativa siempre le sitúa por la calidad individual de sus jugadores.
Si entendemos que el baloncesto es un juego de equipo, pero de equipo de verdad, hasta que no se han atado las costuras de los roles en el campo y hasta que la necesidad ha obligado a Chus Mateo a simplificar sus estructuras en el campo, el Real Madrid no ha logrado mostrar esas hechuras de equipo potente que debiera aspirar a todo. Lo cierto, y lo mejor de esta brutal Euroliga, es que no hay equipo que se libre de esta inestabilidad. Otra cosa es que haya equipos que convivan con ella de manera natural entendiendo que cada partido tiene inicio y final en sí mismo y que el siguiente es otra historia.
Pero el Real Madrid no, el Real Madrid sufría y lo hacía de tal manera que llegaba un momento que decidía que el único objetivo era ganar, sin importar ni los 'cómos' ni los 'quiénes' ni 'de qué manera', y esto provocaba aún más esa dolorosa sensación de no encontrarse a sí mismo.
Hay tres claves en esta evolución del Real Madrid en las últimas semanas, donde ha ido poco a poco siendo más reconocible. La primera es que los equipos crecen y se desarrollan mejor desde la victoria. Aunque ganar 'tape' algunas miserias, el hecho de la victoria tranquiliza en especial mentalmente, si bien lo racional es pensar, y actuar, desde la mejora del juego. La segunda ha sido reconocer quiénes son los principales pilares del juego.
Y aquí emergen, sin duda, Campazzo y Hezonja. Campazzo se erige como el alma que ha heredado la personalidad del Real Madrid de estos últimos años hasta hacer que su sombra tape las decisiones desde el banco. Con Campazzo en el campo, todo el mundo está tranquilo, entrenador incluido. Si Campazzo tiene una 'crisis', todo el equipo tose, estornuda y enferma. Él marca el listón de la energía, a veces por demás, y él decide quién debe ejecutar el tiro final, si no lo hace él mismo.
La tercera clave es Hezonja, que probablemente se encuentre ante la temporada más significativa de su carrera. Hezonja demuestra que no importa tanto salir de inicio sino estar en el campo en los momentos de la verdad. Y en esos siempre está. Chus Mateo lo sabe y hábilmente ha diseñado estructuras en el campo donde no existe la figura del '4', que puede ser la lógica de Hezonja, sino que sitúa sí o sí a un jugador que debe estar en el campo sin importar su espacio natural.
Ambos superan, incluso, la influencia de Tavares, que sigue siendo muy importante, pero Campazzo y Hezonja, junto al lesionado Deck, son los que más han ayudado al Real Madrid a reconocerse a pesar de que el juego colectivo como tal no cumpla aún con las expectativas de un equipo de sus características.
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