El uno a uno del Baskonia - Manresa: Baldwin, el mejor

• 

  Spahija

  Entrenador

  Sus hombres no defendieron al nivel que requiere el enérgico ataque catalán antes del descanso. Pero el equipo apretó atrás a la vuelta de los vestuarios y aceptó el vertiginoso ritmo anotador que suele proponer el Manresa. Dio confianza a Wetzell y se la retiró completamente a Sedekerskis

• 

  Kurucs

  Base

  Spahija también recurrió a él con el duelo totalmente sentenciado. Bien en lo poco que pudo aportar.

• El mejor

  

  Baldwin

  Base

  Una de esas tardes en las que revienta de talento sus propias costuras. Anotador elegante y preciso y grácil distribuidor. Se sintió el amo del cortijo.

• 

  Granger

  Base

  Jugó mucho más que en los últimos partidos. Contribuyó en la generación de juego y metió en el engranaje al 'nuevo' con una asistencia de lazo y todo.

• 

  Marinkovic

  Escolta

  Dos canastas de cinco lanzamientos en sus once minutos sobre el parqué.

• 

  Giedraitis

  Alero

  Distribuyó sus puntos en momentos estratégicos, tanto con el partido sin decidir como zanjado. Atento a las líneas de pase para enredar el ataque visitante.

• 

  Peters

  Alero

  Es uno de los metrónomos azulgranas. Inteligente para producir y favorecer canastas de los compañeros. Comprometido.

• 

  Raieste

  Alero

  Presencia testimonial del alero estonio al final del partido.

• 

  Sedekerskis

  Alero

  El único inscrito en el acta que no jugó. El fichaje de Wetzell tal vez oscurezca aún más su futuro.

• 

  Wetzell

  ala-pivot

  Notó el nivel de la ACB. Empezó con una pérdida y un tapón en contra. Luego metió un gancho y agradeció un generoso regalo de Granger.

• 

  Fontecchio

  Alero

  Extraviado hasta el descanso, irrumpió poderosamente en el tercer cuarto. Su aportación entonces resultó importante para el despegue del equipo.

• 

  Enoch

  Pivot

  Calidad, que le sobra, a cuentagotas y un enfado mayúsculo que le eliminó con una técnica a seis minutos del final.

• 

  Costello

  Pivot

  Solo trece minutos en su reaparición. Clave para elevar el termostato defensivo a la vuelta de los vestuarios.

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