El agente de Heurtel carga contra el Barça por frenar el fichaje. «Si la palabra no vale nada, no se puede trabajar»
El representante y el jugador ofrecen su versión con todo detalle y atacan directamente al responsable de la sección, Josep Cubells. «Dijo que daba la cara por el presidente y dio luz verde. Si él entiende que la dignidad es esto, hay un problema muy grave»
Thomas Heurtel y su agente, David Carro, han realizado una rueda de prensa desde Barcelona para ofrecer su versión de la polémica con todo detalle. «El martes se cerró el acuerdo económico y se habla con Peñarroya y con el líder de los Dracs (peña más influyente del Barça). Ellos se comprometen a apoyar la decisión», reveló el representante en su inicio. «Iba a jugar con el número 3», anunció como uno de los múltiples ejemplos que hacía indicar que el fichaje estaba cerrado.
El miércoles, día de Año Nuevo, Carro dice que le preguntó al club sobre si la «lógica» reacción de los aficionados al incorporar a un jugador que hace cuatro años estaba en el Barça mientras negociaba en secreto y acababa fichando por el Real Madrid, podía frenar la operación. «Se me dijo que no iba a pasar. Josep Cubells dijo que ponía la cara por el presidente y que había luz verde».
El jueves 2 de enero, por la mañana, la noticia se filtra a la prensa. «Salió del club y ya me extrañaba que en dos días aún no hubiera sabido nada porque es otra de las cosas de las que pecan», ataba el agente. Las críticas arrecian en redes sociales mientras Heurtel y su familia se disponen a coger un vuelo desde China (15 horas de viaje) que partiría a las 6 de la tarde de España. «Se genera una reacción que todos sabíamos que iba a ser así. Hubo más cosas positivas de las que esperaba», valora Carro.
Justo en el momento del despegue, «cinco horas después de publicarse la información», el Barcelona le comunica a la agencia de representación que «no se puede hacer la operación por repercusión social». Carro justifica que no le comunica nada a Heurtel. «No quiero que se entere justo en el momento del despegue y tenga a su familia llorando en un avión 15 horas. Yo intento arreglar este desaguisado, no dar disgustos por culpa de algunos que no hacen el trabajo como toca», volvió a atacar.
Su reacción es convocar a los medios de comunicación en el aeropuerto de El Prat para recibir a Heurtel. «Lo hago para protegerle. No podía permitir que llegara y que pareciera que no había pasado nada». Es ahí cuando su agente le recibe en la ciudad condal y le explica lo ocurrido, aún con la esperanza de reconducir la operación. «Pero a primera hora de la tarde nos comunican que no se podía hacer nada», contó.
David Carro no se cortó a la hora de criticar la labor de Josep Cubells, el responsable de la sección de baloncesto culé. «Es muy complicado trabajar cuando arriba hay una persona que no da el nivel. Si la palabra a día de hoy no vale nada, jugamos en otro tablero. Si él entiende que la dignidad y el honor de un club es esto, hay un problema muy grave», lanzaba, mientras evitaba atacar a Joan Laporta, quien presuntamente paralizó el fichaje. «Yo no he hablado con él de este tema. El responsable es Josep Cubells porque si me dice que das la cara por él y luego no lo haces, el responsable es él», concluía antes de mostrar su tristeza por un hecho que «no recuerdo que haya pasado nunca». «Una familia cambiaba de vida con toda la ilusión y cuando han llegado aquí se han dado cuenta de que no hay una vida aquí para ellos».
«Pues estoy triste», respondía Hertel a los periodistas. El exbaskonista quiso defenderse de las metáforas de que por segunda vez se quedaba tirado en un aeropuerto. «No se repite la historia. Cuando me dejaron en Estambul, fue una persona que tenía a todo el mundo acojonado quién decidió que yo me quedara. Ahora creo que podía haber ayudado a un Barcelona, que está muy mal este año», afirmaba. El galo reveló que habló con Peñarroya y le dijo que «ojalá» llegara cuanto antes y que también «Juanki» (Juan Carlos Navarro, director deportivo), «estaba con muchas ganas» de recibirle. Pero nada de eso pasó pese a que hasta la última hora, la parcela deportiva culé trató de hacer recapacitar al seno del club culé, que vuelve a quedar una vez más en evidencia.
