El 1x1 del Athletic-Real Madrid. Vivián, el 'MVP'. Y para ti, ¿quién ha sido el mejor?

La cara y la cruz. El de Rentería salió como un miura a despejar un balón y se llevó por delante a Rudiger, pero detuvo el flojo penalti de Mbappé. Luego no acertó a desviar con fuerza el chut del francés que acabó en el efímero empate de Bellingham. Lo importante para él, que sigue bajo palos tras Vallecas. Y Simón en el banco.

Soberbio partido del central de Barakaldo, que se afianza como titular. Se empleó con mucho criterio en cada acción comprometida. Desvió incursiones prometedoras de Valverde, Mbappé. Por ponerle un pero, necesita más pausa a la hora de jugar en largo. No estuvo preciso al buscar a sus compañeros por arriba, regalando el balón al Madrid.

De las mejores actuaciones que se le recuerdan al vitoriano. Atento al cruce, solidario en las ayudas, y lo más importante, el líder de una zaga que necesita ser inexpugnable ante el atrevimiento colectivo. El 'teniente' desesperó a uno de los mejores delanteros del mundo como es Mbappé y no cometió ningún falló reseñable para conceder ocasiones.

Una de las grandes sorpresas del once de Valverde fue el de Arrasate, que se las vio ni más ni menos que con un Mbappé volcado en su banda. Le mantuvo a raya en casi todas las acciones. Jugó con fuego al trabar a Rodrygo dentro del área. En ataque, sin embargo, no estuvo acertado a la hora de comunicarse con sus compañeros ni con los centros.

El juego de los de Ancelotti se volcó en la banda derecha, por lo que el de Dakar apenas se vio comprometido, más allá de cuando aparecieron a cuentagotas por allí Rodrygo y Valverde. Volvió al once tras ser suplente en Vallecas después de su exhibición ante el Elfsborg. No se prodigó demasiado en ataque. No fue necesario con el buen nivel de Nico.

Comenzó muy enchufado, pidiendo todos los balones. Se giraba rápido, eléctrico como es el mediapunta navarro. Pero luego pasó algo desapercibido entre los punzantes movimientos de los hermanos Williams. En el primer gol la rozó lo suficiente para despistar a Courtois y que Berenguer anotase a bocajarro.

Volvió al once tras cumplir ciclo de cartulinas amarillas en Vallecas. Da la sensación de que el mediocentro navarro no hace ruido, como si no apareciera. Esto es porque suelta el balón muy rápido y oxigena el juego como pocos. Con el partidazo de Jauregizar, bendito problema tiene Valverde para el duelo ante el Villarreal.

Segunda titularidad consecutiva tras dos ausencias seguidas y el de Bermeo dio motivos de sobra a Valverde para que siga contando con él desde el inicio. Solidario en las ayudas para evitar la salida del Madrid, encontró con precisión a los extremos rojiblancos para generar ocasiones. Hace muy pocas cosas mal, y eso es una gran noticia.

Volvió a ocupar, como en Zorrilla, el puesto de delantero centro. Como si juega de central, el navarro es el perfecto multiusos de Txingurri, que sabe que puede confiar en él para lo que sea. Buscó como un verdadero nueve el primer gol que empujó sobre la línea tras el ligero rechace de Courtois. Suma ya tres goles y cinco asistencias esta temporada.

Continúa apagado, sin brillo, el mayor de los hermanos. El internacional con Ghana estuvo impreciso en el último pase y apenas regateó a Fran García. Eso sí, volvió loca a la defensa blanca con los continuos cambios de posición con Nico y Berenguer. Su centro envenenado puso en serios aprietos a Courtois y acabó en el gol que abrió la lata.

Otra buena actuación del de Pamplona, sin el colmillo eso sí de Vallecas, donde asistió en el primero y fabricó la jugada del segundo. Volvió loco a Lucas Vázquez, sobrepasado en todo momento. Por sexta jornada consecutiva completó los noventa minutos. Es una gran noticia que no esté sufriendo importantes percances físicos.

Salió a falta de cinco minutos, que con el añadido fueron más de diez, para suplir a un Adama que le arrebató el puesto en uno de los partidos más importantes. La rotación de ambos se antoja necesaria en un año tan intenso. Su misión fue abortar cualquier acercamiento blanco.

Dio un merecido descanso a Gorosabel y salió tras el empate de Bellingham. Se dedicó a contener las embestidas finales de los de Ancelotti. Sorprendió su suplencia tras tampoco jugar de inicio contra el Rayo y lo lógico es que esté el domingo ante el Villarreal.

Después de tres titularidades consecutivas le tocó descansar al de Eibar, que tuvo media hora tras sustituir a Prados. Se ganó una amarilla a los pocos minutos que le condicionó para taponar a los blancos.

Salió tras el empate de Bellingham y fruto de su intensa presión Valverde perdió el balón que Guruzeta convirtió en gol. Hizo, ni más ni menos, lo que se le pidió.

Sustituyó en el 63 a Berenguer y, como el gran delantero centro que es, fijó a los centrales. Junto a Unai Gómez presionó a Valverde, que le sirvió en bandeja el gol de la victoria. Eso sí, luego había que definiri a la perfección ante un gigante como Courtois. Y lo hizo.