Un mercado de fichajes difícil o imposible para el Athletic
Análisis ·
Más allá de sorpresas y posibles golpes de efecto, el Athletic lo tiene muy complicado para reforzarse con los jugadores que necesitaNo es que los movimientos del Athletic en el mercado cada final de temporada sean un episodio emocionante, cargado de intrigas y golpes de efecto. ... En los últimos años, de hecho, sólo ha habido un verano realmente agitado, el de 2018, y por razones fáciles de recordar. Decimosexto en la Liga y eliminado de la Copa por el Formentera, el equipo necesitaba refuerzos que apuntalaran el nuevo proyecto de Eduardo Berizzo. Josu Urrutia, además, encaraba la última temporada de su segundo mandato y, tras años de éxitos deportivos, no quería terminar su ciclo con un nuevo borrón en el expediente. De ese modo, llegaron Berchiche, Capa, Dani García y Ganea. El que no llegó -y bien que hemos tenido que lamentarlo desde entonces- fue Mikel Merino, que fichó por la Real.
Aquello de 2018 fue una rareza, la típica reacción convulsa que suele producirse en este club después de una de esas temporadas en las que a uno le entran ganas de ir a Lezama, abrazar el busto de Gainza y ponerse a llorar. Recordemos, por ejemplo, el revolcón que se produjo en la plantilla tras el bienio negro y la llegada de Fernando García Macua. Durante el mandato de Aitor Elizegi la presencia del Athletic en el mercado ha sido lo tímida que podía esperarse de un club cuya situación económica se ha agrietado peligrosamente debido al viejo déficit estructural por el sobrecosto de la plantilla, la falta de ingresos extraordinarios por traspasos, la ausencia del equipo en competiciones europeas y el mazazo brutal de la pandemia. Ibai Gómez aterrizó pocos días después de que el nuevo presidente entrase en Ibaigane, después le tocó el turno a Kodro y el pasado mes de septiembre a Berenguer, la única gran inversión de Elizegi.
¿Qué ocurrirá este verano? Lo cierto es que la situación es cuando menos extraña y a ello ha contribuido un fichaje tan sorprendente como el de Petxarroman, el capitán del Sanse. Reconozco que hablo desde un prejuicio muy personal: cuando veo en un equipo filial a un jugador de 24 o 25 años me acuerdo sin querer de esos estudiantes que con treinta años siguen en tercero de carrera y cantando en la tuna. En este caso, además, se dan unas circunstancias especiales. Hablamos de un futbolista que juega curiosamente en las posiciones más cubiertas de la plantilla: lateral derecho, central o medio centro defensivo. Y hablamos también de un descarte de la Real, con todo lo que ello significa.
Ojalá la maniobra salga perfecta, Petxarroman nos sorprenda a todos gratamente y en Zubieta se tiren de los pelos y hasta rueden cabezas por no haber confiado en su canterano como se merecía. Ahora bien, hasta que ese extremo pueda comprobarse a la dirección deportiva del Athletic se le plantea la obligación de lograr algún otro fichaje más sugerente y desde luego más necesario. Y es que no daría lugar a interpretaciones muy benevolentes que el día de la presentación del primer equipo en Lezama, cuando los fotógrafos pidan hacer una foto de las caras nuevas, sólo puedan hacer un retrato del excapitán del Sanse. En este sentido, cobra fuerza la operación Javi Martínez. No es que la plantilla necesite alguien de su perfil -el navarro lleva ya quince años en la trinchera y está lejos de ser aquel pletórico futbolista 'box to box' de sus mejores años-, pero tiene experiencia, saber estar y poso competitivo. Y desde luego sería un fichaje mediático.
Más allá de eso, las necesidades no pueden estar más claras: un medio centro creativo y un delantero centro goleador. Como de esta última especie no hay existencias en el mercado rojiblanco, sólo queda concentrarse en la segunda. El Athletic tiene interés en Moncayola, aunque el navarro no sea un especialista en llevar la batuta y dar luz y profundidad al juego ofensivo de su equipo. Es más un centrocampista dinámico y de largo recorrido. El hecho de que Osasuna se remita a la cláusula de 12 millones parece hacer inviable el fichaje, que Ibaigane sólo se plantearía con una rebaja sustancial de ese precio. Así las cosas, sólo quedan dos opciones. Una sería Ruiz de Galarreta, que viene de firmar una gran temporada en el Mallorca. Puestos a probar, a comprobar si suena la flauta, se antoja un experimento mucho más interesante que Petxarroma n, pero lo cierto es que, por razones desconocidas, el Athletic hace tiempo que dejó de interesarse por 'Galaxy'. La otra sería Oier Zarraga. Parece que Marcelino quiere tenerlo en la plantilla. Por algo será.
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