La mayor goleada del curso con una defensa cogida con alfileres

El caso es que Valverde tenía que tomar importantes decisiones a la hora de armar un blindaje a la que le faltaban dos de sus titulares –De Marcos e Iñigo Martínez– y otro habitual como Vivian.

Para ocupar la banda derecha situó a Lekue tras nueve partidos seguidos sin jugar. Y se notó la inactividad, porque Yeremy Pino le superó con facilidad. Valverde prefirió darle la titularidad por delante de un Capa más rodado, nuevo signo de que no cuenta para nada con el portugalujo.

Pero el asunto de la semana era conocer la pareja de centrales que saltaría al césped de La Cerámica. Con Iñigo Martínez y Yeray lesionados y Vivian sancionado, el único en condiciones de la plantilla era Paredes. Valverde lanzó un nuevo mensaje a la junta al no llamar ni siquiera a entrenar a ninguno de los del filial, dejando claro que no le valen para el primer equipo. Con la marcha de Iñigo Martínez al Barcelona, Jon Uriarte va a tener que buscar refuerzos fuera.

La decisión de Valverde fue alinear a un Yeray con un único entrenamiento desde que abandonó con molestias de pubalgia el campo del Mallorca dos jornadas atrás. El central forzó para ayudar a sus compañeros y acabó los últimos diez minutos renqueando, pero como Valverde ya había hecho los cinco cambios tuvo que aguantar hasta el final. Vivió un suplicio, con los delanteros rivales llegando una y otra vez, y abandonó el estadio cojeando. Ahora mismo hay dudas de que ahora esté en condiciones de medirse al Celta.

Paredes, superado

Aitor Paredes jugó su quinto partido de titular en esta Liga. El encuentro le quedó grande. Se vio superado una y otra vez. En la jugada del tercer gol rompió el fuera de juego y se metió el cuarto en propia meta. El Athletic y el Rayo son los equipos con más autogoles de la campaña.Llevan cuatro cada uno.Los rojiblancos se reparten así: Lekue, De Marcos, Vesga y Paredes.

El resultado coloca al Athletic ante la mayor goleada recibida esta campaña. El Villarreal superó al Barcelona, que le endosó un 4-0, en este registro. Pero el estropicio tiene mayor dimensión.Los bilbaínos se tienen que ir algo más de siete años atrás para encontrar un partido oficial en el que se cedieran cinco o más dianas. Fue en enero de 2016, también con Valverde de entrenador, en el campo del Barcelona, de donde se regresó con un doloroso 6-0.

El entrenador rojiblanco, pese a los problemas para confeccionar su once, no quiso agarrase a jugar con una retaguardia cogida con pinzas como argumento para justificar el hundimiento. «No quiero poner excusas con la defensa. Es verdad que teníamos problemas, pero es algo que les pasa a todos los equipos a lo largo de la temporada y que supongo también le ha sucedido al Villarreal. Estos problemas hay que afrontarlos».