El uno a uno del Villarreal-Athletic: Simón, el mejor

Que un portero sea el mejor de su equipo después de encajar cinco goles habla a las claras de lo que fue el partido del Athletic. Salvó a los rojiblancos con paradas e intervenciones ante Pedraza, Yeremy, Baena, Jackson... Pero no pudo evitar una goleada que conlleva un mazazo anímico para los bilbaínos en el peor momento de la temporada.

El central, aquejado de una pubalgia, apretó los dientes y quiso ayudar a sus compañeros en un partido importante, pero estuvo lejos de su nivel. Hizo una falta peligrosa al borde del área que Baena convirtió en el 1-0, luego desvió el remate del propio Baena que Jackson empujó en la red y en ningún momento estuvo bien coordinado con Paredes. Una actuación deficiente del baracaldés.

Casi todo lo que hizo le salió mal. Inseguro y falto de confianza, se vio superado por Jackson una y otra vez. Vio una amarilla por un agarrón revestido de impotencia. Rompió el fuera de juego en el tercer gol del Villarreal y también en el cuarto, que encima marcó en propia puerta. Con el desastre del equipo consumado, tuvo una buena acción en la recta final que evitó un tanto del Villarreal.

Lo mejor que hizo fue provocar un penalti por un agarrón de Parejo. Sin el balón de por medio, avanzó un poco y luego cayó en el área. El árbitro señaló falta pero el VAR lo corrigió y lo convirtió en penalti transformado por Sancet. Y poco más aportó el guipuzcoano, quien sufrió en una defensa descoordinada, desajustada y endeble. Tampoco se le vio con chispa en sus subidas por banda.

Llevaba más de dos meses fuera por lesión y se le notó mucho la falta de ritmo y el tema físico. Fue de la partida por los problemas físicos de De Marcos, pero sufrió muchísimo con Yeremy y el resto de los atacantes del Villarreal que caían por su banda. Sacó una amarilla a Pedraza por una dura entrada y fue sustituido en el minuto 58. Aún le falta para que esté en perfecto estado de revista.

A los 40 segundos del partido sacó una amarilla a Capoue. Reclamó otra pasada media hora de juego por un manotazo en la cara que le hizo sangrar, pero el árbitro mandó seguir. Incómodo y superado por los castellonenses, al igual que el resto del equipo, no pudo dar solidez a un defensa ruinosa. Fue amonestado por cortar con una falta una contra de Jackson.

Un aprobado para un jugador que asumió la responsabilidad del penalti en el tiempo añadido de la primera parte. Lo lanzó bien, imparable para Reina. Empezó con una buena asociación con Iñaki Williams, al que dejó solo ante el portero rival. Falló el delantero. En la segunda parte estrelló un cabezazo en el poste. Era un querer y no poder en un día aciago a nivel colectivo.

En ningún momento consiguió llevar la batuta ni confeccionar el fútbol del Athletic. Fallón en los pases y sin mucho acierto defensivo, fue superado por el centro del campo del Villarreal. Se echó de menos verle con el balón en los pies, crear, inventar y proponer, poner su jerarquía encima de la mesa. Sacó una amarilla a Baena. Fue uno de los tres primeros sustituidos antes de que se cumpliera la hora de juego.

Nada más arrancar el choque perdonó ante Reina al cruzar en exceso su disparo. Poco después condujo una contra y le dio un pase de la muerte a su hermano, quien también se estrelló contra el meta local. Le anularon un gol por fuera de juego claro. Vio una amarilla por obstaculizar el saque de una falta y al final dejó su sitio a Guruzeta. Trabajó mucho, pero sin premio y acierto.

Desaparecido en combate. No dio señales de vida en su segunda titularidad en sus últimos seis partidos. Solo se le vio con un buen centro en el gol anulado a Iñaki Williams por el fuera de juego. Su partido estuvo rodeado de silencio porque ni siquiera llegó a tener la oportunidad de equivocarse. Valverde le retiró antes de que el partido llegara a la hora de juego.

Se plantó solo ante Reina en el minuto 15 y el portero despejó su remate con el pie. Mandó un balón a las nubes desde el corazón del área, con todo a favor, pero no hubiera valido porque había fuera de juego previo. Hizo una bonita jugada pegado a la línea de fondo, donde rompió a Pedraza, pero su partido estuvo muy lejos de sus verdadero potencial. Acabó sustituido.

Salió por un cansado y justo de fuerzas Lekue.

Salió por Ander Herrera. Se equivocó en el tercer gol del Villarreal con una mala entrega.

Tuvo una buena ocasión tras sortear la salida de Reina, pero su remate lo despejó Mandi.

Entró por Berenguer, pero no consiguió evolucionar al equipo.

Salió por Nico Williams en la recta final del partido.

Tuvo una difícil prueba en el Estadio de la Cerámica y no pudo superarla. Tampoco ayudó la mala actuación generalizada del equipo. Se le vio perdido y sin confianza.

Después de ocho titularidades seguidas, el delantero empezó en el banquillo. Nada más salir sorteó bien la salida de Reina, pero su remate lo interceptó Mandi. Tiene olfato y sabe buscarse la vida.