«He llorado por tanta crítica e insulto»

El éxito, sin embargo, no bastaba para consolar a Herrerín, habitual meta suplente en el Athletic. «Harían falta tres títulos de Copa para compensar todos los insultos recibidos», lamentó. El portero rojiblanco, como liberado por haber sido clave en la eliminación del Elche, abrió las compuertas y describió el sinvivir que lleva a cuestas. «Cada día me levanto con críticas hacia mí. Yo lo intento hacer lo mejor posible. Nunca he dicho nada, ni una mala palabra, pero esto ya cansa», confesó.

Recibió el apoyo del resto de la plantilla, que tras la tanda de penaltis le abrazó en el campo y en el vestuario. «Necesitaba algo así. Es una victoria moral. Mis compañeros me han animado». Fue una noche cargada de emoción para el guardameta del Athletic, tanto por lo que se vio en el campo, en un partido de infarto, como por lo que sólo él sabía, su infierno interior. «Por eso llegas al vestuario con ganas de llorar. Por la tensión que tienes acumulada después de tantos días».

En las tantas de penaltis, todo pende de un hilo. Cara o cruz. Y cuando parecía que el conjunto alicantino iba a festejar su gesta, la moneda favoreció al equipo de Gaizka Garitano, que resoplaba tras lograr la clasificación. «Todo se ha puesto muy complicado. Lo teníamos casi perdido, pero este equipo no se rinde nunca, ni en las tandas de penalti. Estas cosas no son casualidad. Hemos merecido pasar la eliminatoria por el dominio en la segunda mitad y la prórroga», señaló.

En cuanto al juego, Garitano reconoció que la falta de acierto a balón parado es la «mayor debilidad» de su equipo. «Antes no sacábamos bien los lanzamientos y ahora que sí lo hacemos, no rematamos. El margen de mejora está ahí». Esa escasa puntería se notó ante el Elche. «No somos sospechosos de relajarnos. El equipo no se ha relajado. Pero nos cuesta hacer gol», subrayó.