Ezkieta es el nuevo héroe rojiblanco: «Siempre recordaré este día»
El portero navarro que llegó desde el Barcelona B el pasado verano juega su primer partido con el Athletic ante la expulsión de Herrerín
Villalibre lanzó el penalti que dio la clasificación al Athletic con la sangre fría de un jugador con 300 partidos en Primera. Los compañeros, curtidos ... en muchas más batallas, corrieron como juveniles a abrazarle, pero el atacante giró la dirección y al primero que buscó fue a Jokin Ezkieta (Pamplona, cumple 24 años en agosto). El nuevo héroe rojiblanco. Su inesperada aparición en el campo en su partido de debut resultó clave para otra agónica clasificación en los penaltis. El navarro es el tercer guardameta y se sentó en el banquillo porque Unai Simón acaba de superar unas paperas. Pese al papelón que le tocó jugar, estuvo decisivo durante el partido y en la tanda de penaltis, en donde detuvo el lanzamiento a Joselu, que le había metido otro y además un gol. «Han tirado muchos penaltis y he estado dándole a la cabeza a ver dónde podían tirar y en ese he acertado», explicó después. «Somos en la portería el reflejo de cómo somos en la vida. Me considero una persona tranquila y así lo reflejo bajo los palos», dijo Ezkietaa modo de presentación el pasado verano como portero del Athletic.
Demostró sosiego y solvencia en un partido que se convirtió en un campo de minas para los rojiblancos desde el inicio. Herrerín fue expulsado en el minuto dos por una falta sobre Moore. Salió a destiempo tres un fallo de Yeray y arrolló al atacante. Al saque de esa falta, la cosa se puso aún peor: penalti por mano de Williams cuando saltaba en la barrela. Lo transformó Joselu. Era la noche de su debut y la primera pelota que tocó la recogió de la red. Al minuto 15 ya había encajado el segundo. Un mal augurio que por suerte no se cumplió.
El navarro estaba decidido a hacerse notar. Saltó al campo con una equipación que parecía prevista para la ocasión. Camiseta y pantalón violetas, medias grises, botas amarillo chillón y guantes de dos colores, azul eléctrico por fuera y amarillo fluorescente por dentro. Firmó la parada de la noche. Su 1,95 de altura no le impidió echarse al suelo como un gato para atajar el taconazo con el que Joselu buscaba el hat-trick y la eliminación rojiblanca.
A Ezkieta le ha costado mucho llegar a debutar con un club de Primera. Su camino no ha sido sencillo. Formado en las canteras del Mutilvera y Oberera, el Athletic lo seguía, pero se fue a Osasuna. Llegó a ser el tercer portero, pero Juan Carlos Unzue le convenció para que se fuera al Barcelona B. Allí empezó de la peor manera posible. No pudo jugar durante seis meses porque la FIFA sancionó al club catalán con un periodo de fichajes en blanco.
El siguiente curso, el 2016-17, se fue cedido al Sabadell. Regresó al filial, pero Ortolá, anoche en el Tenerife, le ganó la batalla por la titularidad. La pasada campaña apenas jugó diez partidos. Estaba decidido a irse y llegó a un acuerdo con el anterior director deportivo del Athletic, José María Amorrortu.
A Garitano le gusta y lo señaló como tercer portero. Anoche llegó su gran momento. «Es un día que voy a recordar siempre. Va a ser difícil repetirlo, así que lo voy a disfrutarlo», dijo al concluir el duelo. El portero mantuvo la serenidad en todo momento. «He tenido que salir sin calentar. Lo que he pensado es en enchufarme lo antes posible para ayudar al equipo. Los compañeros y el entrenador me han animado y me han mostrado su confianza. Se te pasan muchas cosas por la cabeza en ese momento, pero por suerte he mantenido la calma y la cosa ha salido muy bien».
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