«No hay otro club así. El Athletic es una religión»

La victoria del Athletic en Sevilla constituyó, además, «la gesta» de un modelo que «hay que poner en valor» y la de un equipo que camina a contracorriente «con una apuesta única en el mundo. Esta Copa es un regalo a su gente». Lejos de desfallecer, Santi Nolla, director del rotativo catalán Mundo Deportivo, reivindica «la singular propuesta» del Athletic en un mundo cada vez «más global. Es difícil mantenerla en el tiempo -advierte- cuando no se consiguen títulos, aunque, año tras año, consigue confeccionar plantillas competitivas».

Sin embargo, ante el Mallorca, se impuso, sobre todo, un «emocionante estallido identitario» de más de 70.000 vizcaínos en la capital hispalense que «mereció ser visto y admirado», valora Jorge Valdano. La autenticidad de ese «vínculo apasionado» que Bizkaia tiene con su club de referencia, constituye, a juicio del exentrenador y comentarista argentino, la «gran fortaleza» que el fútbol tiende a esconder detrás de polémicas «cada día más deprimentes» y del «gigantismo» de los grandes equipos que copa los medios y «envenenan las redes».

Más que al propio resultado, la prensa española se rindió ayer a la «comunión» que el equipo rojiblanco establece continuamente con la afición athleticzale. «Única en el mundo», destaca Ramón Besa, periodista de El País. «La existencia del Athletic representa una excepcionalidad elogiosa. Todos sus jugadores defienden la militancia, identidad y pertenencia», subraya José Miguélez, redactor jefe de Deportes de ABC. «Si los futbolistas bilbaínos juegan en el campo, los aficionados compiten desde la grada. La complicidad surgida entre los seguidores y equipo no recuerdo haberla visto en ningún otro club. El Athletic se asemeja al Liverpool y la Catedral, a Anfield», alaba Besa.

No al capitalismo desbocado

En la misma línea ha incidido El Mundo, que se ha enorgullecido de la consecución de la vigésimo cuarta Copa, 40 años después, «sin desprenderse de las señas de identidad marcadas a fuego desde su fundación». Javier Martínez destacaba en su crónica que, «frente al vértigo de los tiempos y el capitalismo desbocado», el título tiene mucho de mensaje contracultural, «de reivindicación de un ideario que transgrede la normativa vigente, el devenir de un deporte que hace tiempo que viaja en otra dirección, sacudido por la megalomanía de fastuosos emporios y alejado de su origen callejero y fabril». Un Athletic, de todos y cada uno de sus socios, pero «distinto» también al de los primeros años ochenta y «más evolucionado en su juego y esencia» como corresponde a un tiempo nuevo de movilidad «e integración» abanderado por los hermanos Williams.

Oscar Campillo, director de Relevo, el diario deportivo digital perteneciente al grupo Vocento, justifica la «fascinación» que despierta el Athletic por ser «el reflejo de un pueblo y de una forma de ser que ya no existe. Y, además, se trata de una historia de éxito. Se dice que todos los equipos de fútbol son un sentimiento e historia, pero no hay otra como la del Athletic», enfatiza.

En un deporte amenazado por la posible creación de grandes competiciones alentadas por los clubes más potentes para acrecentar aún más su poder, ¿cómo es posible encajar la propuesta bilbaína basada en las raíces y el sentimiento popular? Valdano lo tiene claro al considerar que el equipo de Ernesto Valverde llevaba semanas ganando la final de Copa «porque el Athletic es religión y los bilbaínos son optimistas. Hizo una nueva demostración del arraigo cultural y del fútbol popular », argumenta.

A sus 73 años, Relaño las ha visto de todos los colores en el mundo del fútbol, pero está convencido de que «no hay otro club así. No hay otro al que hubieran acompañado a Sevilla hasta 70.000 personas, aunque más de la mitad hicieran el viaje sin entrada, solo con la remota esperanza de conseguir alguna y, si no, al menos estar cerca, sentir que su presencia empujaría a los jugadores. Tampoco he visto ninguna ciudad que se engalane para un partido como lo ha hecho Bilbao».

«No hay nada postizo»

Con la victoria en Sevilla, se ha recuperado de paso, según Ramón Besa, «la figura del aficionado, el más olvidado del fútbol, ahora que tanto se habla de competiciones sibaritas». No es el único detalle de la «autenticidad» que ha destapado la final de Copa. El periodista catalán, que cubre la información del Barça, asegura que la figura de Valverde ha salido muy reforzada -«en medio de tanta grandilocuencia y desfachatez, Txinguri se distingue por su sensatez y austeridad», y destaca la «mayor compresión» de los seguidores vizcaínos. «La gente se crece. Para ellos es como si hubiesen ganado la Liga o la Champions League. En unos tiempos en que el fútbol tanto vive del marketing, en el Athletic no hay nada postizo. Demuestra que se puede competir y ganar recurriendo a sus socios y patrocinadores. Por eso tiene tanta gente apoyándoles por todo el mundo».

Un apoyo que, según Paco González, «va más allá del amor y pasión» por unos colores. «A los aficionados del Athletic les mueve todo eso y una fascinación por una idea. Y, además, lo hacen con gente de aquí, salga bien o mal. Sigue sin sucumbir a la tentación de invertir dinero para contratar, por ejemplo, a un extremo serbio. No hay ningún otro equipo del mundo que teniendo posibilidades económicas de fichar a extranjeros se quede solo con los suyos», aplaude.

«El Athletic siempre ha sido fiel a sus principios. Por eso todo el mundo del fútbol debería de estar contento con su éxito. Es de todo el fútbol», remata Nolla. Su último triunfo «demuestra que no tiene por qué cambiar su línea», concluye el veterano Relaño.