El Athletic de Valverde afronta en Valladolid su primera gran reválida
Los rojiblancos llegan a Zorrilla novenos con unos números inquietantes y la necesidad de poner fin a una racha deprimente
La visita este viernes al estadio José Zorrilla (21.00 horas) se ha convertido en la primera gran reválida para calibrar la solidez del proyecto ... de Ernesto Valverde en su tercera etapa al frente del Athletic. El parón por el Mundial de Qatar ha resultado muy nocivo en la Liga para el equipo rojiblanco, que sólo ha sido capaz de ganar dos partidos (Cádiz en San Mamés y Valencia a domicilio) de los once que ha disputado desde que se reanudó la competición, a finales de diciembre.
Los números son inquietantes, los segundos peores a estas alturas del torneo de la regularidad en las siete temporadas con el técnico de Viandar de la Vera en el banquillo. Europa fue el objetivo que se marcaron los rectores de Ibaigane, el cuerpo técnico y la plantilla al inicio del curso y un tropiezo ante el Valladolid empezaría a dibujar un horizonte muy nublado e incierto en la búsqueda de esa meta.
No deja de resultar curioso que fuera precisamente ante la tropa de Pacheta, el 8 de noviembre en San Mamés, cuando el Athletic se encaramó a los puestos de Champions con una victoria incontestable (3-0). Los resultados y las sensaciones que transmitían los futbolistas antes del 'descanso' por la cita mundialista ilusionaron a los aficionados, que veían a los suyos jugar y ganar con solvencia y codearse con los mejores en la clasificación.
Ha llovido mucho desde entonces y el tiempo amenaza tormenta si no se rectifica cuanto antes porque el círculo entre ese partido y el de ahora en Pucela se ha cerrado de momento en falso. Desde aquella solvente goleada, los rojiblancos han sumado los dos triunfos citados y tres empates y han sufrido seis derrotas: ante el Real Madrid, el Girona y el Barcelona en La Catedral, y frente a la Real Sociedad, el Celta y el Atlético como visitantes. El bajón les ha estancado en la novena posición con 33 puntos.
Con Valverde como entrenador, únicamente en la campaña 2014-2015 la situación en la jornada 25 era peor que la de la ahora. Su equipo sólo tenía entonces 30 puntos en su casillero, pero un espectacular arreón final le permitió terminar séptimo en el campeonato con 55. Ese puesto abriría este año a los rojiblancos las puertas de la Conference Legue siempre que Osasuna no se proclame campeón de la Copa del Rey. Esa meta está a dos puntos. La sexta plaza, ocupada por el Villarreal, queda algo más lejos, a cinco.
El atasco en esta zona media-alta de la tabla es tan gigantesco que son varios los equipos, entre ellos el Athletic, que se mantienen en ella a pesar de su mala racha. Otro es el Rayo Vallecano de Andoni Iraola, que sigue séptimo a pesar de que no ha ganado en los últimos cinco encuentros. Osasuna está octavo con 34 y por detrás del grupo de Valverde viajan el sorprendente Mallorca y un Celta claramente al alza.
Diccionario de Txingurri
Fiabilidad y estabilidad son dos palabras determinantes en el diccionario futbolístico de Txingurri, consciente de que sólo desde una solvencia continuada en la Liga el objetivo de regresar al Viejo Continente después de cinco cursos sin pasaporte es posible. La irregularidad parece sin embargo un mal endémico de este equipo, proclive a las rachas negativas y a fallar con estrépito en los encuentros que pueden convertirse en un punto de inflexión en el devenir de la temporada.
Sus triunfos ante el Cádiz y el Valencia tras el parón resultaron claros y el empate sin goles ante Osasuna y la derrota con el Barça fueron injustos. Pero en el tortuoso camino desde el final del pasado año quedaron en el camino partidos incomprensibles, impropios de un equipo que quiere regresar a las competiciones europeas. El rendimiento en San Sebastián y Vigo fue paupérrimo y en el choque ante el Girona en San Mamés los rojiblancos se dispararon una y otra vez al pie hasta regalar el triunfo al rival.
«Estamos necesitados de una victoria», admitió Valverde la víspera del duelo ante los azulgrana. Esa afirmación sigue siendo plenamente válida para el partido en Valladolid, en el que buena parte del proyecto deportivo del entrenador está en juego.
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