El Athletic sufre una plaga de lesiones para la ida de la Copa

El inventario de desgracias médicas arrancó en el entrenamiento del sábado. Nico Williams recibió un balonazo y eso le generó un problema en la rodilla.

El club dio a conocer un parte médico que apunta a que no jugará al menos las dos próximas semanas. El extremo, se indica, sufre un esguince del ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Esto significa en condiciones normales al menos quince días de baja y que sea baja segura para el miércoles en Pamplona y el domingo próximo en el campo del Rayo.

Sin embargo, el club alimenta la opción de una recuperación rápida al estilo de las que protagoniza su hermano. Esa esperanza tenían las palabras antes del partido de Jon Aspiazu, segundo de Valverde, y de Mikel González, director deportivo, cuando se felicitaban de que no se trata de una lesión grave. «Tiene un problema en la rodilla. Pensábamos que le podíamos recuperar para el Girona, pero no ha sido posible. Es duda», añadió el entrenador al acabar el encuentro.

De hecho, la evolución del jugador en las últimas horas es buena y se va a estar al tanto de como transcurre la lesión para ver si a última hora protagoniza una recuperación inesperada.

El siguiente en caer fue el portero Unai Simón, con una sobrecarga en el tendón de Aquiles. La sufrió en el tramo final de la primera parte. Valverde sacó de inmediato a calentar a Agirrezabala, pero el internacional forzó para llegar al descanso. Apunta a baja en Pamplona, en donde en todo caso no iba a jugar, aunque quizá esté para Vallecas. Iru será el suplente en El Sadar.

Yeray fue cambiado por precaución. El central sufre la recarga de partidos y además arrastra molestias en el pubis. Su entrenador le retiró por precaución para dar paso en los últimos minutos a Lekue. Su presencia en Pamplona es duda. El técnico explicó que sufre un problema en un aductor. «Hay que evaluar su evolución», indicó Valverde.

Si no juega, Vivian -sancionado ayer- formará la pareja de centrales con Paredes, que repetiría así en el once. Iñigo Martínez, con una fascitis plantar, puede entrar en su primera convocatoria de 2023, pero parece complicado que aparezca en el once. La falta de ritmo podría animar a Valverde a mantenerle en el banquillo.

El que peor parte se llevó fue Morcillo, con una fractura de clavícula y que apenas aguantó un minuto en el campo. El tiempo de baja depende de si le operan o no. En el segundo caso, le espera al menos un mes de baja. Si le intervienen, debe prepararse para alrededor de ocho semanas.

Raúl García sufrió un esguince en el hombro. Su presencia en Pamplona dependerá de su evolución en las próximas horas. Al menos, el entrenador confía en recuperar a Ander Herrera e Iñigo Martínez.