El Athletic quiere pasar página del VAR

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«Son circunstancias del fútbol, unas veces te dan y otras te quitan. Ya estamos pensando en el Betis», comentó a este periódico un portavoz de Ibaigane. Atrás quedan así decisiones controvertidas de Undiano Mallenco como la mano no señalada a Iborra en la jugada anterior al gol del Villarreal o una agresión del centrocampista a Capa. «Que alguien me explique lo del VAR, por favor», tronó Rafa Alkorta, director deportivo en Twitter el domingo. «En el 1-1 ha habido unas manos antes del gol y en la segunda jugada me dicen que es válido. En caliente, ¿qué voy a decir?, que luego igual me sancionan», reflexionó Gaizka Garitano. «Todos los que hemos visto la jugada del gol anulado tenemos claro que es un tanto legal», aportó Iago Herrerín. Estas expresiones de enojo se unen a la queja de Berchiche mientras salía del Estadio de La Cerámica: «El VAR, el VAR, ¿a ver dónde está el VAR?, que no lo hemos visto», se dolió el protagonista de la acción, el hombre al que se le señala fuera de juego antes de ceder la pelota a Iñaki Williams.

Sin embargo, esa ola de reacciones viscerales -motivadas también por la importancia que habría tenido una victoria en La Cerámica- bajaron hoy de intensidad. La plantilla, es cierto, se siente perjudicada, pero el club apuesta por mantener un perfil bajo, como sucedió con los anteriores dirigentes. Apuestan por no elevar una protesta ante la Federación y el Comité Técnico de Árbitros, al contrario de lo que ha hecho el Leganés, que ha enviado un email a ambas organizaciones para, «de forma respetuosa y con ánimo constructivo», solicitar una aclaración de la interpretación de la jugada entre Iván Cuéllar y Luis Suárez en el partido del domingo: el uruguayo hace una plancha en el área pequeña delante del meta madrileño y logra el gol que deshacía el empate en el Camp Nou. Ibaigane, sin embargo, prefiere mirar al futuro. «No presentaremos queja. Solo se piensa en ganar al Betis».

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La relación del Athletic con el VAR arrancó en el derbi contra la Real en la primera vuelta. Ese día, Hernández Hernández señaló penalti de Iñigo Martínez sobre Sangalli cuando los rojiblancos ya buscaban la portería de la Real en San Mamés. El colegiado visionó la jugada en el monitor de televisión a pie de campo, repasó varias veces la acción, e interpretó que había sido pena máxima. Al siguiente partido, en Eibar, sucedió algo similar. El de Ondarroa cometió una falta en el área, señalada a instancias del videoarbitraje. Era finales de octubre, y Eduardo Berizzo clamó contra este 'asistente'. «Debería ser una herramienta de consulta, no que un árbitro arbitre por encima del colegiado. Hay circunstancias que no se aprecian bien por televisión. No digo que no sea penalti, sino que el árbitro consulte si quiere. No se deben invertir los papeles y que alguien desde fuera rearbitre el partido», protestó el 'Toto'. Y, más cerca en el tiempo, lo ocurrido con la diana de Aduriz en la Copa del Rey: en el duelo de ida contra el Sevilla en Bilbao, el colegiado anuló el tanto por un fuera de juego previo; la lesión del guipuzcoano en su intento por anotar no sirvió de nada.

Pero la técnica también ha ayudado al Athletic. Por ejemplo, señalando una mano previa a un gol del Girona en el estreno de Garitano como técnico rojiblanco en la Liga. Y otras veces, incluso, ni se ha echado mano de la tecnología para analizar una jugada dudosa, como sucedió en el último minuto del partido contra el Getafe. «Unas veces te dan y otras te quitan», insiste un portavoz rojiblanco.