El Athletic inicia las obras del edificio del primer equipo con un proyecto más modesto que el original

La modificación se explica por la incógnita judicial que afecta al urbanismo en Lezama y que salpica al Athletic. El club no quiere esperar a la resolución del caso en los tribunales y arriesgarse a que un proyecto estratégico sufra un parón que la anterior directiva cifró entorno a tres años.

El problema no está en el Athletic, sino en el Ayuntamiento de Lezama. Todo empezó con el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de 2015. El proyecto estuvo envuelto en la polémica desde sus orígenes, en la medida en que incluía la recalificación para construir viviendas de un terreno propiedad de la familia de Alaitz Etxeandia, la exalcaldesa del PNV. La agrupación Lezama Bizirik y medio centenar de vecinos de la localidad denunciaron entonces su actuación.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tiró abajo el PGOU en febrero de 2018, pero el Consistorio elevó recurso ante el Tribunal Supremo, que aún no se ha pronunciado. Si el máximo órgano judicial ratifica las sentencias dictadas en Euskadi, el edificio de 3.200 metros quedaría descartado. Tal vez se podría construir más adelante de aprobarse un nuevo PGOU, pero ése proceso llevaría años de espera.

«Si el Supremo acepta el recurso del Ayuntamiento, podríamos acometer el proyecto. Caso de no aceptarlo, se anula. Deberíamos volver sobre la normativa anterior (normas subsidiarias de 1988), que no contemplan los usos que queremos dar a las instalaciones. Nos dicen que acumularíamos un retraso de dos o tres años, que yo digo que serán los primeros, para modificar el planteamiento», dijo el exvicepresidente José Ángel Corres a los compromisarios en octubre pasado.

¿Por qué comienza esta directiva las obras si, según la anterior junta, la situación judicial las retrasaba? Lo explica Jon Ander Aurrekoetxea, alcalde peneuvista de Lezama. «Lo que hacen es arrancar con los metros de las normas subsidiarias de 1988, a las que se ajusta su proyecto, y que son menos que los que planteaban con el PGOU de 2015. Eso sí, con opciones de acometer una ampliación si el Supremo da la razón al Ayuntamiento. Han sido prudentes y trabajan con los dos posibles escenarios», dijo ayer a EL CORREO.

El club rojiblanco consultó la situación con la Diputación. El informe explicó que debía tener en cuenta ambas opciones. Por eso Ibaigane resolvió diseñar un edificio más pequeño y valorar una modificación futura si es posible.

El inmueble del primer equipo y la residencia para jugadores de cantera son los proyectos estrella del Plan Director de Lezama que presentó la anterior junta directiva. El Athletic arrancó en junio los trámites para adjudicar las obras, que se acometerán en la parte alta de las instalaciones. La idea es que la primera plantilla disponga de unas instalaciones específicas para su día a día, con mayores comodidades y algo más de intimidad para sus profesionales.

El plan director de Lezama ha avanzado a gran velocidad hasta que fue detenido por la incertidumbre judicial. Entre las principales inversiones acometidas por la anterior junta destacaron la construcción de una nueva tribuna en un fondo del campo dos, en el que juegan el equipo femenino y el Bilbao Athletic, y que eleva su aforo hasta los 3.200 espectadores.