Athletic, campeón de Copa

«Ya nos tocaba traer la Copa a casa»

Cuando Berenguer anotó el cuarto penalti, Juan Mari Aburto se sintió el alcalde más feliz del mundo. «La historia del Athletic sigue viva con una filosofía que nos hace únicos. Cuarenta años después merecíamos este reconocimiento», exclamó. Su alegría iba más allá del mérito deportivo, ya que el equipo mostró «que Bilbao es una ciudad ambiciosa». Pensó en los jóvenes, que ayer se dieron cuenta de que «con la camiseta rojiblanca se pueden ganar títulos».

La diputada general de Bizkaia pasó el día disfrutando del ambiente de Sevilla. Solo por eso llegar a la final ya merecía la pena. Pero faltaba poner la guinda y traer la Copa a casa. Y, pese al sufrimiento, se consiguió. «Es un día de una alegría inmensa para Bizkaia. Estamos viviendo un momento histórico para que las próximas generaciones de athleticzales sientan el orgullo de pertenecer a una afición y seguir a un equipo único», señaló entusiasmada. Etxanobe ya piensa en preparar el mejor recepción posible al equipo el jueves. «Los recibiremos como merecen en el Palacio Foral después de que todos los vizcaínos vean la primera gabarra de este siglo».

«Salud y que el Athletic gane la Copa». Con estas palabras recibió Ramón García el 2024 desde la Puerta del Sol. Y deseo cumplido. El presentador bilbaíno no cabía ayer en sí cuando Iker Muniain alzó el título. Disfrutó del partido en casa, «con mi camiseta, la bufanda y unas cervezas. Prefiero ver estos partidos solo porque me pongo demasiado nervioso. Y ya si hay penaltis...». «Estoy emocionado, ha sido llegar hasta la meta que llevábamos tiempo persiguiendo», subrayó. Eso sí, si algo tiene claro es que el jueves hará todo lo posible por subir a Bilbao. «Me acuerdo más de la fiesta de la gabarra que de la final del 84».

El obispo de Bilbao vibró ayer como un hincha más en la Cartuja celebrando un título que «llevábamos 40 años esperando». Hasta el último suspiro, hasta el último penalti, con el aliento contenido. «La noche y la semana que viene serán muy intensas en Bilbao y en Bizkaia. Ahora solo queda esperar a que la Copa llegue a Begoña».

Cuando la semana pasada una clienta mexicana y otra rusa entraron en el estudio de Alicia Rueda en la calle Diputación, de Bilbao, se quedaron a cuadros. Un maniquí vestido de rojiblanco preside la estancia. «Es que hay un partido muy importante», les explicó la diseñadora de moda, que rememora la anécdota entre risas. «Bilbao estos días estaba impresionante». Esta «futbolera esporádica» –«tengo una profesión que absorbe», explica– vivió ayer «con fervor» la final en familia. «Me contagié de la ilusión», cuenta. Apenas recuerda la gabarra porque la última vez que salió «era una niña». Celebra el nuevo título. «El Athletic siempre va al límite. Se lo merece».

El vocalista de Gatibu celebró ayer con ganas «el pitido final». A partir de ahí, todo fue un torrente de emociones. «Ser campeones hoy por hoy no es fácil, y más con la filosofía que tenemos», señala Alex Sardui, que se define «muy futbolero» y que vio el partido «con amigos y algún exjugador del Athletic». De entre las cosas que más «ilusión» le hace es «que la gente joven vea la gabarra». Recuerda cómo la celebración de 1984 «fue una maravilla, no se podía uno arrimar a la ría». De hecho, cuenta que no pudo ni ver la embarcación, «solo el recibimiento». Eso sí, ojalá «que la gabarra no se olvide otros cuarenta años».

El director del Museo de Bellas Artes disfrutó en Durango de la victoria más importante del Athletic en cuatro décadas. Lo hizo en la mejor compañía, la de su familia y amigos. «¡Ya era hora! Mis hijas y mis hijos llevaban años esperando este feliz desenlace. Para nosotros era la añoranza, pero para ellos esta es la fiesta más grande», destacaba.

A Adriana Bilbao Zarraonandia la final le cogió en Irlanda en plena actuación. La siguió por el móvil, a ratos. Para ella el Athletic es parte de su familia. «Aitite tiene todavía el récord de goles en la Copa. Metió 81», destaca la nieta del mítico Zarra. A la bailarina ayer se le amontonaban los recuerdos. «Cuando le acompañaba a ver partidos a San Mamés, se ponía muy nervioso. Mi amatxu también era muy forofa. Los dos habrán visto la final juntos desde ahí arriba y la habrá disfrutado», resaltaba. «Esta afición se merece todas las copas del mundo. Sin ella, el Athletic no sería lo que es».

A la presidenta de Confebask se le venían anoche a la mente recuerdos de niña, cuando observó en Portugalete la última gabarra. «Salí del colegio con mis amigas para verla. El muelle estaba abarrotado. La celebración ahora va a ser aún más entrañable 40 años después», confiesa. La responsable de la patronal vasca cree que la de ayer fue «la victoria de todo un pueblo volcado con su equipo, que es más que un club».

Fernando Canales, el ilustre cocinero bilbaíno, vivió ayer el partido con su familia en La Cartuja. Como no consiguió entrada en la zona del Athletic, acabó en la del Mallorca. «Hemos disfrutado de un ambientazo durante todo el día y así ha sido durante los 90 minutos», declaró para matizar que «en encuentros así me pongo demasiado nervioso y no dejo de salir y entrar del campo. He temblado, pero al fin lo hemos conseguido». «Ahora a celebrar, son momentos a los que estamos poco acostumbrados, así que festejamos con más intensidad».

«Único. Histórico. Por fin lo hemos conseguido tantos años después». La Otxoa vivió ayer una noche que nunca olvidará en La Cartuja junto a unos amigos. «Llevo viniendo a las finales desde los 11 y hoy no podía faltar», aseguró entusiasmado. «No dejo de pensar en mis sobrinos de menos de 40 años que no han vivido ningún título. Esta noche arden Bilbao y Sevilla», exclamó. Así, ya piensa en la gabarra y en celebrar con toda la ciudad. «El Athletic es de lo mejor que tenemos. Es lo único que nos une».

Yolanda Aberasturi es una de los 70.000 incondicionales que han abarrotado Sevilla estos días. Tuvo la fortuna de ver la final en directo, ya que le tocó una entrada en el sorteo para los socios. Cuenta que pegó «el grito de mi vida» y luego se fue «a celebrarlo». La estilista, que en la última semana hizo una promoción con una imagen en la que sale peinando a un león –«le puse rulos», dice, entre risas–, asegura que antes de la final los bilbaínos fueron a la peluquería «a ponerse guapos». ¿Cuál es el 'look' más exitoso para ver al Athletic ganar la Copa? «La gente buscaba llevar el pelo bien, algo moderno y desenfadado; pero, sobre todo, cómodo».

En casa, con su mujer y después de haber quedado unas horas antes con 'Goiko' para tomar un par de 'blancos' vio José Julián Lertxundi la final. La victoria le hizo recordar al expresidente del Athletic la época en la que era miembro de la directiva de Aurtenetxe, cuando surgió «de forma espontánea» la idea de la gabarra. «Hace 40 años logramos un milagro al ganar Liga y Copa. Ahora volvemos a celebrar otro título. Recordemos a los artífices de aquella primera gabarra y la continuidad del Athletic».

«¡Por fin la hemos conseguido!». A José María Arrate la expresión le salía del alma instantes después de que Muniain levantase la Copa en Sevilla. El expresidente rojiblanco se quedó en casa y vio el partido varios familiares «con el alma en vilo». El encuentro no fue para menos, con prórroga y penaltis. «Ha sido difícil pero hemos merecido ganar», subrayaba. «Y menos mal que lo hemos hecho, porque la expectativa con esta Copa era muy alta. Nunca había visto nada parecido. El palo de no haberlo conseguido habría sido tremendo».

«Volvemos a la normalidad histórica en la Copa. No era lógico que hayan pasado 40 años sin que levantemos este título». Así se pronunciaba anoche Fernando Lamikiz. El expresidente se sigue poniendo muy nervioso cuando el Athletic disputa un partido importante. Ayer lo pasó realmente mal. Por suerte todo acabó de la mejor forma.

«Este título puede ser el comienzo. Tenemos un equipo puede marcar una era». Así de exultante estaba ayer Fernando García Macua. El expresidente del Athletic vivió el partido en La Cartuja junto a su hijo mayor, que ahora ya sabe lo que es que el Athletic gane un título. Esta final le ha traído muchos recuerdos a Macua. «La movilización de la gente ha sido impresionante. Me ha venido a la memoria la de 1984, cuando le ganamos al Barcelona en el Santiago Bernabeu». También la que se perdió en 2009 contra los blaugranas en Valencia. Aquella la vivió como presidente. «El camino desde el hotel hasta Mestalla, con toda la afición rodeando al autobús del equipo, fue impresionante. Aún se me pone la piel de gallina de pensarlo». Ahora tiene un recuerdo más que sumar a esa especial lista.

Aitor Elizegi lo tenía claro: «Esta Copa es para todas las generaciones que no habían visto al Athletic ganar un título. Para siempre va a quedar en mi memoria y en la de muchos dónde estaba yo el 6 de abril de 2024». El expresidente rojiblanco estuvo ayer en La Cartuja con su familia. Era la tercera final que vivía en ese estadio, «pero esta vez era diferente porque teníamos al público arropando al equipo». Las dos anteriores fueron a puerta cerrada a causa del covid.

La actriz Itziar Lazkano es de las que vio ayer la final por los pelos. A las diez de la noche, justo cuando arrancaba el partido, se bajaba el telón en el Teatro Español de Madrid. Ella forma parte del elenco que interpreta allí estos días 'La lucha por la vida', dirigida por Ramón Barea. «Hemos salido corriendo a la Euskal Etxea a ver el partido y gritado aupa Athletic como locos. Este equipo es muy grande», destacaba. Lazkano reconocía que no es «nada futbolera, pero el Athletic es otra cosa, va más allá del fútbol. Es algo que es de toda la gente de Bilbao y de Bizkaia y que nos une».

Zuriñe García es de las personas que pasó la final trabajando. «Empecé escuchándola por la radio con el equipo del restaurante porque en la cocina no tenemos tele. Es un espacio de concentración máxima», explicaba la chef del restaurante El Paladar, situado junto al Puente Colgante. Para la chef y su equipo el de ayer fue «un día mágico». Muchos acudieron a su puesto de trabajo con la camiseta rojiblanca o con una bufanda. «El Athletic es algo que se lleva en las venas y lo de anoche pasará a la historia. Fue tremendo, con prórroga y penaltis. Son momentos muy bonitos, sobre todo para los niños y para todas las generaciones que no hemos visto al Athletic ganar una Copa».

El presidente de Sidenor es «desde siempre» un forofo rojiblanco. «En las finales contra el Barça ya sabíamos que nos iban a sacudir, pero esta vez tenía la sensación de que iba a ser distinto. Llevábamos mucho tiempo esperando este». José Antonio Jainaga destacaba la dimensión del Athletic: «Es la única institución que concita el consenso mayoritario de los vizcaínos. Es lo que más nos une.Es muy grande».

La presidenta de Cebek vivió en La Cartuja un encuentro que fue de infarto. Lo hizo acompañada de su buen amigo Javi Guillén, con quien desde hace años acude a las finales del Athletic, tengan o no tengan entrada. «Este año hemos sido afortunados y nos ha tocado vivirlo en el campo. ¡Ya tocaba! Y ahora a la gabarra!».

Exultante estaba tras la victoria, Álvaro Garrido tras la victoria del Athletic. El chef del restaurante Mina, de Bilbao, reconocido con una estrella Michelin, vio la final en casa, en familia y con una tortilla para cenar. Vivió el último título de Copa cuando era un niño. «Mi aita me llevó al Ayuntamiento a ver la gabarra. Recuerdo unas banderas enormes rojiblancas». Cuarenta años después, el cocinero ha vuelto a celebrar un gran título junto a su padre. «La camada actual es muy buena y esta nos tocaba. ¡Ya era hora!».

«Zorionak al equipo por el excelente trabajo realizado. Como deportista y aficionado del Athletic fue un gran placer vivir ese momento histórico que muchos no sabíamos lo que era hasta ahora». El remero Alain Colunga estaba eufórico tras el triunfo, una alegría que todavía se va a prolongar varias jornadas. Él y sus compañeros son algunos de los que acomparán a la gabarra. «El jueves la 'Bou Bizkaia' de Bermeo estará en la ría para recibir como se merecen a los campeones. Zorionaaaaak mutilak, gozatu!!!».

«He visto el partido en casa porque me pongo muy nervioso, ¡pero ahora mismo voy a una peña del Athletic!», exclamaba ayer Iñaki López al acabar el partido. «No me ha quedado otra que verlo en Madrid, pero el jueves ya he avisado: subo a la gabarra sí o sí». «Qué locura, ¡somos campeones 40 años después!».