El 1x1 del Alavés - Athletic: Simón, el mejor

No tuvo apenas trabajo en la primera parte y lo que le llegó lo resolvió bien. Pero cuando el equipo le necesitaba apareció para evitar lo que ya se cantaba como el 1-0. Respondió con un paradón a la vaselina de Duarte, que desvió al larguero y al córner. Una intervención estelar.

Sufrió con la rapidez y la verticalidad de Luis Rioja y requirió de más de una ayuda de Berenguer. Protagonizó una buena internada (m.27) que el ataque rojiblanco no supo resolver. En la segunda parte se preocupó más de defender su parcela que de atacar. De nuevo dejó fuera a Lekue.

No se complicó la vida y tampoco quiso saber mucho del balón. Peligro que llegaba, peligro que despejaba. Simplificó sus intervenciones y optó por la contundencia. Junto con Iñigo anuló por completo a Joselu, el goleador del Alavés, que ni la olió.

Estuvo rápido para cortar un peligroso centro desde la banda izquierda que buscaba el corazón del área. Trabajó bien la anticipación, aunque algunos pases se le fueron lejos. Hizo un buen trabajo junto a Yeray para neutralizar a Joselu.

Sin apenas subir por su banda, en la que no había nadie porque Muniain jugaba por dentro, se limitó a cerrar la parcela defensiva y asegurar su zona. En la recta final del derbi arriesgó con un empujón a De la Fuente en el área. Se atrevió con un remate que se fue desviado.

Repitió como titular tras su gran partido en Pamplona, pero esta vez estuvo lejos del nivel ofrecido en El Sadar. Eso sí, fue de menos a más y en la segunda parte disfrutó de un par de buenas ocasiones. Pacheco le sacó la segunda con una buena mano abajo. Acabó sustituido.

Comenzó con algunos malos pases, pero luego estuvo en su sitio. Llegó providencial para cortar un peligroso pase que Rioja iba a poner en el corazón del área y luego taponó bien un peligroso remate de Edgar. Exhausto, dejó su sitio a Vesga.

Se marchó lesionado en el minuto 1. Es seria duda para la Supercopa

Estuvo en todas partes menos en la banda izquierda, pero no terminaba de acabar las jugadas. Llegó a un córner desviado por Duarte, pero no pudo definir en el segundo palo. Luego dio un buen pase que desaprovechó Williams e hizo el jugadón del partido que no culminó Berenguer.

Venía de brillar en El Sadar y en Mendizorroza le costó encontrar huecos en la defensa del Alavés. Eligió mal en la recta final de la primera parte, porque en vez de rematar dio un pase a nadie. No se notó su presencia en el campo y fue cambiado a la hora de juego.

Tenía encima todo el rato a Lejeune, quien pronto vio una amarilla por agarrarle. Dispuso de una buena ocasión en el minuto 35, pero remató al lateral de la red. En la segunda parte perdió un balón que pudo costar caro y fue cambiado. Apena tuvo pases y asociaciones.

Salió en la segunda parte como revulsivo, pero nunca pudo con la defensa vitoriana.

Entró en el minuto cuatro por el lesionado Vencedor. Mucha calidad y visión de juego, capacidad de jugar a primer toque, pero le penalizaba la constante presencia de Muniain por dentro. Demostró personalidad y criterio. Le espera la Supercopa.

Dispuso de unos pocos minutos finales, pero demostró que es calidad pura y que puede hacer muchas cosas en la banda izquierda.

Salió por Iñaki Williams. Sirvió el pase de la muerte al que no llegó Berenguer.