Aburto pide a la sociedad que «aísle» y muestre su «desprecio» hacia los violentos

Ambos responsables políticos se han mostrado «preocupados» por los últimos incidentes y han insistido en que se trata de ataques que van dirigidos contra toda la sociedad. En este sentido, han querido lanzar un mensaje claro a los violentos: la Ertzaintza hará «lo que tenga que hacer» y los altercados «no les van a salir gratis».

Los representantes del Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Bilbao han recordado que en las próximas horas llegarán miles de personas a la capital vizcaína. Pero, además, los ojos de muchísima más gente estarán fijados en el Athletic, pero también en Bilbao, Bizkaia y Euskadi.

En este sentido, no han ocultado su preocupación por los incidentes que se vienen produciendo en Bilbao en los últimos partidos europeos del Athletic. Unos altercados que son censurados por la «inmensa mayoría» de la sociedad vasca y que constituyen «atentados contra la convivencia», según ha destacado Zupiria.

La Ertzaintza, la Policía Municipal de Bilbao y el Athletic han ido perfeccionando los dispositivos de seguridad, siempre con la vista puesta en la final de la Europa League que se celebrará en San Mamés. Tras los problemas que se produjeron en el partido contra la Roma, ante el Rangers se realizaron una serie de modificaciones en el operativo que evitaron los incidentes antes del partido.

El problema surgió al finalizar el encuentro, cuando radicales locales empezaron a incendiar contenedores y lanzar objetos a la Ertzaintza en las calles próximas a San Mamés. Unos altercados que provocan «daños económicos» y trasladan una imagen «mala» de la ciudad. En esta ocasión, la idea es que la Policía se despliegue también por esas zonas. Pero, al margen del operativo, Aburto y Zupiria han querido lanzar unos mensajes a los violentos, a sus familiares y a la sociedad en general.

A los radicales les han advertido que los actos vandálicos tienen «consecuencias» y que la Ertzaintza hará «todo lo que esté en sus manos» para evitarlos y para sancionar a sus autores, que solo buscan «alterar la convivencia». A las familias de los jóvenes les han pedido que piensen en los «riesgos» que asumen por estos comportamientos que «no les van a salir gratis». Y también han pedido a la sociedad que «aísle» y muestre su «desprecio» a los radicales.