Talavante sustituye a Roca Rey esta tarde en Bilbao tras la fuerte cogida de ayer

La plaza ofrece a los aficionados la posibilidad de devolverles el dinero de la entrada tras la caída del cartel del diestro peruano

EL CORREO

Viernes, 26 de agosto 2022, 11:51

Andrés Roca Rey no toreará esta tarde en Bilbao tras la fuerte cogida sufrida ayer en la sexta de las corridas generales y que le provocó un politraumatismo múltiple. Será sustituido por Talavante, que ya abrió la puerta grande de Vista Alegre el pasado miércoles. Los aficionados que quieran la devolución del dinero de las entradas por la retirada del torero limeño pueden pasarse por taquilla. Al final, la terna de hoy estará constituido por Talavante, Morante y Ureña.

Publicidad

El diestro peruano, que hizo historia con dos brillantes faenas en las que cortó tres orejas, ha hecho público un comunicado en el que anuncia su ausencia hoy en Vista Alegre tras haber pasado la noche en la clínica IMQ de Zorrozaurre, donde le realizaron varios TAC para descartar lesiones óseas importantes.

«Tras los resultados del estudio radiológico se observan policontusiones craneo faciales, contusiones en la parrilla dorsal costal y tendinopatía en rodilla derecha. Se descartan lesiones óseas en columna vertebral y queda pendiente nuevo estudio IC con traumatología para valoración», se detalla en el parte.

Ante esta situación, los médicos le han recomendado reposo físico absoluto y evitar cualquier movimiento brusco y actividad física intensa debido al fuerte impacto en la zona dorsal y la rodilla derecha. Roca Rey, que ya ha sido dado de alta, compartía cartel esta tarde en la séptima de las corridas generales con Morante y Paco Ureña.

Épico

No podrá repetir hazaña tras el percance sufrido ayer. El tercer toro de Victoriano del Río galopó de salida, pero arrastrando una pata. No llegó a trastabillarse ni a caerse. Sonaron unas protestas y el palco tomó una decisión precipitada: pañuelo verde. Al enfilar corrales volvió a galopar el toro. Entró en liza como sobrero un toraco disparatado de alzada inmensa. 630 kilos. Un zambombo. Roca Rey pudo haber corrido turno, pero apostó por el sobrero.

Publicidad

En un momento de la faena, de espaldas y muy cruzado, fue a buscar el pitón contrario, pero el toro se arrancó de improviso, lo cogió de pleno y, encunándolo, le pegó una voltereta terrible, y en el suelo lo buscó y pisoteó. Tardó un rato Roca en reponerse, lo refrescaron y despojaron de la chaquetilla y al cabo volvió a la cara del toro para rematar con cuatro manoletinas de gran emoción, un desplante y una estocada hasta la mano. Épico. La vuelta al ruedo fue un clamor. Todo el mundo de pie. El palco, que denegó la segunda oreja, fue abroncado.

Tres cuartos de hora pasó Roca en la enfermería. A pesar de ir herido en brazo, costado y rodilla, decidió salir. Al pisar el ruedo Roca, se rompió la gente a aplaudir, y a partir de entonces vino a ser la segunda epopeya, todavía más emocionante y accidentada que la primera, de unas agallas espeluznantes y una firmeza impecable. Brindada al público, abierta de largo y de rodillas con un pase cambiado resuelto en desarme y caída, otra vez a merced del toro Roca y perseguido por él cuando se puso en pie, la faena fue de las de verse de pie, el corazón en un puño, diez mil personas de los nervios, gente que no quería ni mirar.

Publicidad

Y Roca, tranquilo, descolgado de hombros, firme el pulso, templado en dos tandas ligadas de muy buen dibujo. Al ponerse por la izquierda, en un acostón del toro perdió pie y volvió quedar tendido y a merced otra vez del toro. Cuando volvió al tajo, lo hizo con la zurda, ligó el de pecho sin enmendarse y, cuando el toro amagó con irse, cambió de espada, cuadró y en corto y por derecho atacó, pero quedándose en la cara y a punto de ser empitonado. Un mar de pañuelos y un coro insólito en Bilbao: «¡Roca, Roca, Roca…!».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad