Goitia posa con el cartel taurino delante de su tienda. Yvonne Iturgaiz
Ignacio Goitia | Pintor

«No he querido ofender a nadie»

El autor del cartel de las Corridas Generales de Bilbao, famoso por pintar desnudos masculinos, busca llevar a la plaza «a todo tipo de público»

Miércoles, 14 de agosto 2024, 00:58

Ignacio Goitia suelta a seis toreros por la calle Elcano y los encaja entre la impresionante cornamenta de un peligroso morlaco, con la Torre Iberdrola, ... la iglesia de San José y la sede de UGT al fondo.

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- Original sí que es, ¿no?

- En mis cuadros siempre aparece algo reconocible, ya sea un edificio o una zona de la ciudad. He terminado dándole un toque entre informal y cotidiano.

- Un animal con una cornamenta de asustar.

- Yo no soy súper aficionado a los toros, me gustan, pero no soy experto ni nada. Cuando presenté el primer boceto me dijeron que había dibujado un toro francés, que nunca se ha toreado en la plaza de Bilbao.

- ¿Y?

- Me comentaron que debía cambiarlo. Me mandaron unas imágenes de la ganadería de Dolores Aguirre y entonces entendí la importancia de la cornamenta.

- ¿Su toro tiene intenciones aviesas?

- No lo sé, pregúnteselo a él. (Risas).

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- ¿Pillará a los diestros?

- No lo sé, esa es la cuestión.

- ¿Qué busca realmente?

- Quería hacer un cartel para todos los públicos. Fue un honor que me lo encargaran, porque el cartel de las Corridas Generales de Bilbao es como un clásico en la ciudad, pero, tal y como están las cosas con los antitaurinos...

- ¿Qué pasa con los antitaurinos?

- Intenté hacer un cartel que fuese lo menos ofensivo posible, que a los antitaurinos no les agrediera demasiado, sin escenas de sangre, y que a los aficionados les animase a ir a la plaza, además de atraer a otros públicos.

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- ¿Le gusta la Fiesta?

- A mí sí.

- ¿Qué encuentra en ella?

- Me gusta mucho toda la estética que la rodea. Los trajes de los toreros, la puesta en escena, los caballos.... Siempre aplaudo aunque todo el mundo pite. El torero se juega la vida y el toro muere en la plaza. Qué menos que reconocérselo, ¿no?

- ¿Pisa muchas plazas?

- No muchas. Ultimamente no voy tanto, pero este año iré.

- ¿Qué toreo le apasiona?

- Me gustan los rejones por toda la magia que tiene el caballo.

- ¿Comprende a los detractores de la tauromaquia?

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- Les puedo entender y los respeto. Entiendo que si ves solamente la muerte... Supongo que tendría que haber un diálogo entre unos y otros menos agresivo y más respetuoso.

- Seguramente se convertirá en su obra más vista.

- Por lo menos en Bilbao. Está en el metro, por todas las calles... Es muy bonito pasear por Bilbao y encontrar una obra tuya.

- ¿Qué siente viéndose en todos los sitios?

- Me hace ilusión, aunque mucha gente ignora que el cartel es mío. Así que nadie me reconoce.

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- Hizo el año pasado el de las fiestas de San Isidro en Madrid. ¿Le ha cogido gusto a los carteles?

- Pues no sé, pero de repente en dos años me han salido dos. Sintetizar todo lo que significa una fiesta en una imagen es un ejercicio interesante. Es un reto que me gusta.

Un día con los pelos del toro

- ¿Cuánto tiempo le ha llevado?

- Bastante. Solo para dibujar los pelos del toro me pasé más de un día. Quería que fuese lo más realista posible. Los trajes de luces también me llevaron mucho trabajo.

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- Esta vez ha cambiado a las jirafas, que aparecen en casi todos sus cuadros, por los toros.

- Igual si metía una jirafa la gente no lo entendía. Estuve a punto, pero, bueno, al final es un poco lo mismo, un animal y unos personajes en alegre conversación.

- ¿Seguro que están en alegre conversación los toreros y el toro?

- No sé si alegre conversación es un tópico. Pero en la historia del arte se llama una 'conversation piece'. una pieza de conversación. Lo trabajo mucho en mis cuadros.

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- ¿Los toros acabarán relegando a las jirafas algún día?

- No creo, pero si tengo que hacer más carteles de toros los haré encantado.

- ¿Qué tienen las jirafas para atraerle tanto?

- Aparte de ser majestuosas y preciosas, las jirafas son una reflexión sobre la escala de la arquitectura y la relación con el poder.

- Famoso por los desnudos masculinos, ¿se le pasó por la cabeza despojar a los diestros de sus trajes de luces y sacarlos como Dios los trajo al mundo?

- Pues mira, me gusta mucho el momento en el que le visten al torero. En el Museo Taurino me dejaron un traje y ya tenía a la persona que quería utilizarlo. Sin embargo, al final empecé a jugar con la imagen y me resultó más atractiva esta.

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- ¿Por qué?

- Al principio pinté diez toreros, luego cinco y finalmente seis, a los que invité a atravesar el paso de cebra, tipo los Beatles. Pensé en hacer de Bilbao una ciudad de toreros y decidí centrar a los diestros entre los cuernos del toro.

- ¿Por qué la iglesia de San José, la Torre Iberdrola y la central de UGT de fondo?

- Para mí es una de las vistas más emblemáticas y representativas de lo que es el presente de la ciudad.

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