Entre la nostalgia y la renovación

Ponce también apostó sobre seguro: Alcurrucén y Victoriano del Río. Se enredaron las cosas y en su lugar saltaron dos de Juan Pedro Domecq, uno de ellos, sobrero. No funcionó. Poco más de media plaza. Pablo lo pasó mal con el toro de Victorino, con el de Victorino le tocó a Ponce sufrir más de lo previsto y los dos de Juan Pedro se fueron con las orejas al desolladero.

El prólogo de la corrida incluyó los fastos ceremoniales de rigor: aurresku en honor de Pablo, que celebraba veinticinco años de alternativa. Veinticuatro y pico se cumplieron aquel 19 de agosto de 2014 de la alternativa de Ponce. De manera oficiosa en Ponce cayó de rebote la conmemoración .

Ni Ponce ni Pablo volvieron a vérselas con Victorino y Diego Ventura desapareció del mapa de Bilbao. Faltaba un año para que se presentara como novillero en Vista Alegre Andrés Roca Rey. Un año para el terremoto porque eso fue el debut del limeño. Solo dieciocho añitos, un mes antes de tomar en Nimes la alternativa, todavía por pulir, de riesgos ciegos, a sangre y fuego aquella tarde del espaldarazo de Nimes. No se sabía ni podía imaginarse que Roca Rey iba a estar mandando en el toreo como y cuanto ahora mismo manda. Más que en ninguna de sus siete temporadas de gobierno en solitario.

En el abono de 2014 se incluyó un mano a mano de Morante y Manzanares con toros de Cuvillo que no tuvo ni asomo de rivalidad y fue, como estaba previsto, una mera corrida de dos espadas y no tres. Morante pasó por encima. Manzanares, bendecido en el sorteo y castigado por el público, fue convidado de piedra.

Al cabo del tiempo no puede decirse que la historia se repita. Ni al que asó la manteca se le ocurriría montar un festejo como el de los 25 años de Pablo Hermoso en la pomada con Ponce de estrella invitada. Un mano a mano de Morante y Manzanares seria impensable. Morante se curó de la fiebre de los mano a mano fake a partir del combate inexistente de Bilbao.

Y, sin embargo, de aquel abono sobreviven diez años después unos cuantos nombres. Para empezar, Pablo Hermoso y Ponce, que se despiden por separado de Bilbao pero han pospuesto su retirada hasta octubre. Tres supervivientes en perfecto estado de revista: el rejoneador Leonardo Hernández, Diego Urdiales y Miguel Ángel Perera. Y José Garrido, que vivió una matinal triunfal en novillada de único espada. Y los hierros de Fuente Ymbro y Núñez del Cuvillo.

Interesa revisar la nómina de desaparecidos por lo que hace a las ganaderías. El toro no es en las Corridas Generales letra pequeña sino mayúscula y protagonista. Borradas clásicas de Bilbao: Alcurrucén, Garcigrande, Jandilla, La Quinta, Victorino Martín. Nombres de peso. Garcigrande lidió dos tardes de 2022, pero no ha vuelto. Jandilla, la corrida de la reapertura de Vista Alegre ya como espacio BiVa en junio de 2022. La lista de toreros descatalogados es mucho más amplia. Iván Fandiño, desde luego y muy tristemente. Los retirados Padilla, El Juli y El Cid. Ya fuera de foco Ferrera, Luis Bolívar, Joselito Adame, Escribano, Paco Ureña, Jiménez Fortes y Juan del Álamo. Descartados toreros más recientes: Román, Juan Leal, Ginés Marín, Leo Valadez y Tomás Rufo.

No puede decirse que la de 2024 sea una feria renovadora, pero tampoco lo contrario. Hay un antes y un después de la pandemia que en Bilbao se ha dejado sentir más que en Sevilla, Madrid o Pamplona. De las ocho corridas en puntas de antes de la peste se pasó en la reapertura a siete, y el año pasado a seis. Y en seis se mantiene la apuesta con dos novedades llamativas: la corrida de Daniel Ruiz, traída para el adiós de Ponce, y el estreno con corrida titular de La Ventana del Puerto. Dolores Aguirre, en la reserva durante cuatro lustros, volvió en 2022 y lo hizo para quedarse. Victoriano del Río y Fuente Ymbro son los nuevos clásicos. La corrida de Cuvillo parecía destinada a una comparecencia de Morante descartada por causa mayor.

El abono ofrece un mano a mano gratuito. Daniel Luque y Borja Jiménez. Herido en El Puerto en agosto, Luque no pudo en 2023 cumplir su compromiso de Bilbao. Borja debuta. Luque, repescado tras 11 años proscrito. Una combinada para el adiós de Pablo Hermoso con la presencia estelar de Diego Urdiales y Juan Ortega, que debuta en Bilbao. Son 16 y no 18 las plazas para matador en la edición de 2024. Reaparece Ponce, dobla Roca Rey, repiten Urdiales, Castella, Manzanares, Perera. Talavante, Emilio de Justo y Damián Castaño. Vuelven al cabo del tiempo Robleño y Pablo Aguado en carteles muy distintos. Hay carteles nunca vistos -el mano a mano, la corrida de Ponce, el de Dolores Aguirre- y hay, en fin, esa combinación inevitable de Talavante y Manzanares, que parece de nómina, con una guinda de postre: Roca Rey.