El teatro se abre al talento local en Aste Nagusia

No es tan habitual que las obras de creadores locales encuentren su hueco en la programación de Aste Nagusia en los teatros de la Bilbao. En salas alternativas, en escenarios de txosnas y hasta en hoteles su presencia ha sido una constante en fiestas, pero les ha costado más entrar en espacios como el Palacio Euskalduna y el Campos Elíseos; afrontar el alquiler de una sala e ir a taquilla supone un gran riesgo para una compañía local pequeña. Y así, habitualmente, la tendencia ha sido programar montajes de compañías muy conocidas de fuera. Sin embargo este año, con la recuperación total de la programación de fiestas, coinciden en cartelera cuatro producciones locales en el centro de la ciudad.

'Mentiras, boleros y vídeos caseros' estuvo a punto de estrenarse en marzo de 2020, le faltaba muy poquito... y llegó el confinamiento. El montaje no ha tenido su oportunidad hasta ahora: estará del 20 de agosto al 4 de septiembre en el Palacio Euskalduna y será, asegura Gurutze Beitia, «la comedia del verano». Este «enredo con tres personajes bastante mentirosos, algunos más que otros, pasa del drama a la carcajada enseguida».

Ella es Begoña, «la de las mentiras más chiquitinas» y uno de los tres vértices de un triángulo amoroso en el que participan también Julio (Chema Trujillo) y Cristina (Karmele Larrinaga). «Yo soy muy fiestera pero no voy a poder disfrutar como espectadora porque, entre la función de esta obra por la tarde y las tres funciones de mañana en el bus turístico, me tengo que cuidar. Pero es un lujo y un orgullo poder divertirse divirtiendo», se consuela.

Para Beitia actuar en Aste Nagusia no es una rareza, lo ha hecho en muchas, pero sabe que a otros les cuesta más. «Y el teatro vasco debería estar presente en las carteleras festivas no solo de Bilbao, sino de toda Euskadi. Somos de aquí y queremos hacer teatro para nuestra gente en los momentos en los que más se divierte», afirma la actriz.

A 'Yo soy Pichichi' le costó cinco años llegar a escena. Al principio nadie se interesaba en producirlo y entonces optaron por hacerlo los propios intérpretes con Pabellón 6. Allí se estrenó en 2018, hizo 33 funciones que fueron «lleno total» y ahora se traslada, en su tercera temporada, a la Gran Vía, a la Sala BBK (del 21 al 28). «Vamos a taquilla, la BBK nos da el 100% y no nos cobra el alquiler. Si no, no accedemos a estas salas porque los alquileres con inasumibles. Menos de 200 espectadores diarios ya serían pérdidas para las compañías locales», explica Lander Otaola, autor y protagonista de la obra.

Otaola entiende que «los teatros quieran asegurarse un nivel de público y por eso traigan obras de fuera, pero es que hay muchísimo talento aquí y creo que, si tienen varias salas, deberían dedicar la mitad a lo local para que el público pueda ver lo que hacemos». Él lo llama, en el caso de Pichichi, «hacer la gira internacional por Bilbao» y «cruzar el charco» para seguir con el «éxito» que proclama «con la boca grande porque a todo el mundo le suena y hay gente que ha venido a verla dos o tres veces». ¿Por qué? «Es un musical, muy de Aste Nagusia, con el fútbol como gran aliciente, con una figura tan querida como Pichichi. Y sales valorando más la vida, porque la suya fue corta, intensa y divertida».

También en el Campos estará 'Tarán tran transición. Lluvia, grises y las 5.000 amantes del rey', del 19 al 23 de agosto. «Cada función podría durar tres días, con tanto material como hay. Nos han dicho muchas veces que la Transición salió muy bien, pero hay tantas cosas que no se resolvieron...», dice Bea Insa.

En la obra hay tres hilos: la masacre de Vitoria, las once de Basauri (que fueron encausadas por abortar en 1976) y el asesinato de Yolanda González por la ultraderecha. «Hay humor y hay tragedia. Le sacamos punta a todo». Estrenó en marzo en La Fundición y este será su primer año en un teatro del centro en estas fechas, aunque hace tiempo actuó en un hotel y en la sala La Morada. «Ya tocaba que los locales nos hiciéramos un hueco. Tenemos un compromiso con el público y la Aste Nagusia es un escaparate estupendo. Necesitamos visibilidad y la agenda cultural de las fiestas es uno de los espacios más importantes del año», defiende.

«Un cabaret chirene, una oda a Bilbao o directamente una bilbainada y una 'stand up comedy' local» es, en palabras de Gorka Mínguez, 'De Bilbao ¡¡Ahivalahostia!!', el montaje basado en el libro de Tomás Ondarra en el que salen la cuadrilla, el txikitero, Marijaia, la loca de Arriquibar, Tonetti, Carola, el Gargantúa, San Blas, el Athletic... En la Sala Cúpula del Campos prometen música (con Yeyo Bayeyo) y monólogos de estos personajes entre el 24 y el 28.

«A los de fuera les parece algo curioso, pero sin duda es una obra para los de aquí, que lo entienden todo. Nuestra idea es que no salga de Bilbao». Por eso estar presentes en fiestas es tan importante. Lo ha sido siempre. «Yo he estado siete años ya en grandes locales en Aste Nagusia y lo reivindico para los artistas de aquí: tenemos que estar en las fiestas. Es arriesgado ir a taquilla, pero el público responde». Que la cartelera sea tan bilbaína este año es algo que «hay que apoyar. Hay propuestas muy interesantes que, hasta hace poco, no podíamos ver en las grandes salas de la ciudad. Menos mal que ahora hay más apertura que antes, que solo se programaba a compañías madrileñas».

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