Un hurto denunciado cada 10 minutos en Aste Nagusia
Los robos con intimidación se disparan un 130% respecto a 2019 y las detenciones se incrementan un 53%
En una Aste Nagusia multitudinaria, con récord de visitantes y un impacto económico superior al de ediciones previas a la pandemia, la delincuencia y la sensación de inseguridad han constituido el flanco débil de las fiestas. Tras tres años de ausencia, el regreso de Marijaia ha traído este año un aumento de hurtos y robos y un incremento de las actuaciones y detenciones policiales, según admitió el alcalde, Juan Mari Aburto.
Sin incluir los datos de la tarde-noche de ayer, la Semana Grande ha contabilizado 1.609 delitos frente a los 1.583 de hace tres años, casi un 2% más. El 73% de las denuncias -1.175- corresponden a hurtos, fundamentalmente móviles y carteras, lo que supone la denuncia de un robo cada 10 minutos a lo largo de todos los días de festejos.
Estas cifras revelan la facilidad con la que los ladrones han campado a sus anchas por el recinto festivo, lo que incluso llevó al propio Aburto a exigir una mayor implicación a las autoridades judiciales para evitar la sensación de impunidad de los cacos reincidentes. Pese a todo, el alcalde insistió ayer en que la normalidad ha sido la «nota predominante» de la Aste Nagusia al transcurrir «con apenas hechos delictivos graves».
Menos delitos sexuales
No obstante, los robos con intimidación se han disparado un 130% respecto a 2019, al pasar de 74 a 170, mientras que, por el contrario, las agresiones a mujeres han disminuido ligeramente: 15 en total, una menos que en las fiestas de 2019.
La mayoría de los delitos contra la libertad sexual han sido tocamientos. Los autores de estas agresiones han sido puestos a disposición judicial «en prácticamente todos los casos», tras arrestar a 7 individuos e identificar a otros 7. Por denuncias de pinchazos, asunto que preocupaba enormemente a las autoridades municipales antes del arranque de las fiestas, se han formalizado siete denuncias.
Noticias Relacionadas
A diferencia de la última Aste Nagusia prepandémica, en esta ocasión se ha disparado el número de detenciones: 157 frente a las 103, con un incremento del 53%. El Ayuntamiento atribuye este aumento «a la eficacia de los fuertes dispositivos» de protección desplegados conjuntamente por la Policía Municipal y la Ertzaintza en «toda la ciudad», pero fundamentalmente en los recintos más frecuentados, como El Arenal, Casco Viejo, parque Europa, Abandoibarra y la zona de las barracas.
En materia de seguridad ciudadana, la Policía Municipal ha requisado 49 kilos de comida sin ningún tipo de control sanitario y ha retirado otros 21 en decomisos de tabaco y productos artesanos y pirotécnicos.
De las 135 pruebas de alcoholemia practicadas desde el pasado día 20, únicamente tres resultaron positivas, mientras que las cuatro de sustancias estupefacientes se saldaron con resultados negativos. Fuentes sindicales han denunciado, en este sentido, el bajo número de test de alcoholemia desarrollados en esta edición frente a los 810 llevados a cabo en 2019 o los 917 de hace cuatro años.
En el ámbito de la seguridad vial, la capital vizcaína ha contabilizado 31 colisiones con daños materiales, 5 choques con heridos de escasa consideración y un atropello.
