El uno a uno del Alavés - Valladolid

El guardameta albiazul no tuvo apenas trabajo ante un rival bien frenado por el bloque vitoriano, pero solventó con seguridad los dos balones que llegaron a sus inmediaciones, un envío colgado al área en la primera mitad y un disparo sin demasiado peligro de Roque Mesa en la segunda

En su tono habitual de intensidad y regularidad, sin altibajos ni excesivas complicaciones ante un rival que apenas percutió por las bandas. Como el equipo, dominó su zona con solvencia y no pasó apenas apuros. Alguna aparición ofensiva, pero lo primero es la seguridad defensiva.

Se mantuvo en el once por la lesión de Víctor Laguardia y, tras el buen partido que hizo la semana pasada en el campo del Getafe, volvió a completar un buen encuentro, sólido en defensa, contundente en la marca y en el despeje y sin lagunas. Buen entendimiento con Lejeune.

Intenso y enérgico en tareas defensivas, condicionado por la tarjeta amarilla que vio en la primera mitad. Impreciso en ataque, donde algunos malos controles le impidieron dar profundidad a sus apariciones ofensivas por la banda derecha. Relevado por Martín en la segunda mitad.

Bien, sin alardes y sin errores, dominando el espacio aéreo y solvente en el corte. No fue un partido demasiado complicado para los defensas albiazules, dada la poca presencia del Valladolid en el campo contrario, pero el francés lo despachó con autoridad junto a Tachi.

El capitán es uno de los hombres de confianza de Abelardo y responde con compromiso y una actitud que dominó el centro del campo. Muy bien en la presión y en la contención, con muchos robos de balón que permiten lanzar contras y atacar rápido. Terminó lesionado (hombro).

Irregular en la primera mitad, lastrado por una temprana tarjeta amarilla que él mismo se buscó tras una pérdida de balón. Fue creciendo con el paso de los minutos y completó una buena segunda mitad, con más presencia y relevancia en el ataque alavesista.

Volvía al equipo tras cumplir un partido de sanción y lo hacía en la banda derecha, cuando en los dos primeros partidos con Abelardo había jugado en punta. Es un jugador irregular que debe aparecer más, pero aporta destellos notables en ataque. Masip evitó que marcara.

No se le puede pedir más esfuerzo. Trabajo a destajo, innumerables duelos aéreos ganados de nuevo y numerosas faltas recibidas, algunas de ellas sin pitar. A todo eso añadió el gol de la victoria, el quinto particular de la temporada. Más entonado junto a Lucas.

Volvió al once, donde no aparecía desde diciembre. Activo, comprometido. Su presencia da otro aire al ataque, supone un salto de calidad. Fue el motor de la iniciativa albiazul en el campo contrario. De sus botas nació el gol babazorro. El bloque agradece su talento.

Le costó entrar, pero emergió mediada la primera mitad para ofrecer un par de chispazos ofensivos interesantes. En la segunda falló una ocasión clarísima que no acertó a rematar y generó una buena ocasión por la izquierda. Eléctrico, pero intermitente. Sustituido por Córdoba.