La fiesta se desborda en Vitoria con el ascenso del Alavés
Vitoria entera explota de alegría tras el gol de penalti de Villalibre
Vitoria vive la noche más mágica del año. Los nervios, la emoción y las pulsaciones elevadas al máximo se mantuvieron hasta el interminable descuento de la prórroga. La afición se ha dejado la voz, las yemas de las manos en decenas de bares, casas y txokos donde la hinchada, con la mirada y el corazón en Valencia, ha vivido un final de infarto.
Instantes antes de las doce, el colegiado ha pitado el final del inolvidable partido. Y la ciudad, durante unos buenos minutos con el corazón encogido, saltó a la calle para festejar el sueño de Primera. El sexto ascenso a la élite del fútbol. La gloria.