«Espero que lo de la Copa nos sirva como cura de humildad»
Manu García asume que la eliminación en Jaén «es un fracaso» y confía en aprender para la Liga, que es «lo que va a marcar el futuro del club»
El capitán da la cara. En las buenas y en las malas. Como ahora. La situación liguera del Deportivo Alavés no es negativa, con cinco ... puntos de renta sobre el descenso, pero la eliminación de la Copa a manos de un Tercera ha sembrado de dudas e incertidumbre la realidad albiazul. «Es un fracaso», asume Manu García. Es lo primero, la asunción de responsabilidades. «Estamos tristes, ha sido una frustración grande, estamos decepcionados con nuestro rendimiento y es un debe que tenemos con la afición».
Responsabilidad con mensaje para el vestuario. «Espero que nos sirva como una cura de humildad y una lección. Hay que saber que, con nuestras condiciones, o estamos al doscientos por cien o vamos a tener problemas», reflexiona el centrocampista vitoriano, consciente de que en un mundo tan volátil como el futbolístico «hay momentos que marcan trayectorias». Los famosos puntos de inflexión, que pueden impulsar a un equipo o empujarlo hacia abajo.
Y el correspondiente lunar en el expediente individual y colectivo. «Es algo que va a quedar ahí para este equipo». Pero la plantilla alavesista quiere «mirar hacia adelante». Quedan batallas por librar. Las más importantes. «Lo que va a marcar la valoración de este equipo y el futuro del club va a ser nuestro buen hacer en la competición liguera», recuerda el capitán. «Y ahí, bajo mi punto de vista, estamos bien». A falta de dos jornadas para la conclusión de la primera vuelta, el conjunto babazorro es decimocuarto con 19 puntos, cinco sobre los puestos de descenso que hay que evitar como principal objetivo.
La clave
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Autocrítica: «O somos más regulares y capaces de competir en cualquier situación, o el objetivo va a estar difícil»
Evitar «catastrofismos»
Esa es la guerra del Deportivo Alavés, incide Manu. «Este club tiene unos condicionantes y unas limitaciones que no podemos obviar. Somos un equipo humilde, que ha llegado hace poco a Primera y estamos predestinados a pelear por salvarnos. Que lo hayamos hecho con holgura el año pasado o hayamos jugado una final de Copa, es para darle mucho valor a lo logrado, pero no nos debemos equivocar en hacer valoraciones que no se corresponden con el contexto en el que compite el equipo».
Ese mensaje es más para un entorno que ha elevado el listón de exigencia después de las últimas temporadas exitosas. «Estos condicionantes han hecho que este equipo tenga unas características innegociables: el valor del equipo por encima de lo individual, el sacrificio, saber sufrir, competir cada día... Espero que este toque de atención nos sirva para pensar lo que somos y a dónde tenemos que ir. Si nos equivocamos con valoraciones que no se ajustan a la realidad del club, empezamos a ser catastrofistas en una situación que para mí es buena y hablamos negativamente de lo que estamos haciendo cuando creo que quizás no lo merezcamos, estaremos dando pasos atrás».
Una realidad que no está reñida con la autocrítica. «Todo esto no quita para que tengamos que poner remedio a la irregularidad que estamos teniendo. O somos más regulares y capaces de competir de verdad en todos los campos y las situaciones, o el objetivo va a estar muy difícil. Tenemos que ser un equipo mucho más duro mentalmente, capaz de sufrir, porque en cuanto nos vienen situaciones adversas, nos hemos caído. Tenemos que hacer las cosas mejor en la segunda vuelta para lograr el objetivo», concluye el capitán albiazul.
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