El encuentro de La Rosaleda lo definiría como un partido trampa
El contraanálisis ·
El Málaga es un equipo que estaba confeccionado para pelear por el ascenso y lleva tres victorias en veinte partidos. No es lógico lo que ... les está pasando, tanto en ésta como en anteriores campañas. ¿Serán las malditas dinámicas? ¿Pero las dinámicas son la causa o la consecuencia? Yo no creo que hagan peor las cosas que otros equipos a los que les va mejor. Está claro que, ante características económicas, deportivas y sociales parecidas, el éxito futbolístico está más en acertar que en escoger.
Y por lo visto ni aciertan, que no sé bien cómo se hace, ni escogen bien. Escoger bien es aplicar rigor al proceso de selección de jugadores que garanticen confeccionar un buen equipo. Y la que paga esa desazón de ver a un club tan importante no levantar cabeza es la afición. Y si, como se suele decir, el fútbol es de los aficionados, es evidente que con estos del Málaga no se hace justicia. Porque si algún club posee potencial, apoyo y seguimiento social ese es el Málaga. Más que muchos de Primera.
El encuentro de La Rosaleda lo definiría como un partido trampa. La realidad dice que es una buena plantilla, con un buen entrenador, Pepe Mel, y con un equipo al que no le salen las cosas. Con el peligro añadido que la imperiosa necesidad de ganar si quieren seguir sobreviviendo. Y si además añadimos esa teoría estadística que dice que cuanto más tiempo se vine repitiendo una cosa más cerca está el momento de que eso cambié, está claro que hoy corremos mucho peligro. Y hablando de estadísticas, en la previa comentó Luis García lo que son las paradojas del fútbol: resulta que proponiendo lo mismo en los últimos tres partidos hemos encajado siete goles cuando antes habíamos dejado siete veces la portería a cero. ¿A qué nos agarramos como datos fiables?
Es lo que tiene el fútbol, que con tres o cuatro resultados, datos o referencias caemos en la tentación de convertirlas en teoría, tendencia o norma. Pero para que las tendencias o conclusiones sean fiables los porcentajes hay que realizarlos al menos entre cien muestras y eso no se hace. Donde son menos fiables y más se manipulan las estadísticas es en campeonatos como el Mundial que finaliza hoy. La máxima expresión del fútbol. Una competición donde datos y estadísticas se utilizan al antojo de cada uno y según los intereses para que le cuadren las cuentas a su teoría.
Por eso yo reclamo el VAR, o la antigua moviola, para los medios de comunicación, redes sociales, críticos, expertos, etcétera. Donde en estas competiciones afirman sin temor a equivocarse teorías y verdades absolutas de cualquier estilo, futbolístico, social y político. Algo se arreglaría si de aquí a unas semanas o meses daríamos para atrás la moviola y se viesen en el vídeo afirmando auténticas simplezas o burradas como dogmas de fe. Por esto y por mucho más, las verdaderas campeonas de este Mundial han sido la desinformación y la hipocresía social. Hay para escribir un libro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión