Los centros laterales erosionan la retaguardia del Alavés
La radiografía de los últimos tres goles es la misma: un envío desde el flanco derecho que encuentra rematador
Por tercer partido consecutivo, el Alavés encajó un tanto tras un centro lateral. Al recibido en Girona (1-0) se unen el del Espanyol (2- ... 1), que metió a los 'pericos' de lleno en el partido, y el de Vallecas (1-0) en la última jugada del partido y que privó a los albiazules de puntuar. Un 'modus operandi' que comparte un denominador común: el envío llega desde la banda derecha alavesista y encuentra prácticamente sin oposición a un rematador en el corazón del área, la parcela más sensible como para conceder espacios.
El juego directo parece haber detectado la única grieta en la reconstruida zaga albiazul, realmente sólida en este arranque liguero. Y en un equipo que, precisamente, se ha especializado en ganar las disputas aéreas (228), que también ha demostrado ser un muro para despejar balones (298). Esa efectividad no es la misma cuando los rivales cargan su flanco de ataque para bombardear el área.
A la sanción de Garcés, en el descanso de Vallecas se unió la lesión de Pacheco. El Chacho tuvo que rearmar la muralla con cuatro laterales: Jonny, Tenaglia, Parada y Yusi. Cumplieron para contener al conjunto de la franja, pero en el tiempo de añadido el castillo se vino abajo. «Cuando va a venir el centro, creo que Yusi no lo ve (a Alemao). Viene emparejado con Isi y no ve que sale de esa posición adelantada que estaba y ahí perdemos», explicó el Chacho. El delantero del Rayo aprovechó ese desajuste en la marca para rematar plácido en el segundo palo.
El equipo de Coudet solo recibe 3,16 disparos a puerta por partido, un registro que resalta la firmeza defensiva
El lateral albiazul también se vio superado en el testarazo de Tsygankov que dio el triunfo al Girona. Entre medias, el duelo ante el Espanyol en el que Carlos Romero envió sin oposición un balón a la altura del punto de penalti donde conectó con Roberto. El delantero 'perico' dibujó un movimiento desde el segundo palo para zafarse de la marca de Parada, que no llegó a disputar el balón.
Bloque defensivo
La radiografía de los tres últimos goles que ha encajado el Alavés obliga a aumentar la atención en este tipo de acciones, la vía más rápida en el fútbol. No obstante, tampoco debe desviar el foco de la entrega de los albiazules a la hora de defender su portería: los vitorianos (11 tantos) son el tercer equipo menos goleado de Primera, después del Real Madrid y el Villarreal (ambos con 10) en las doce jornadas disputadas. Números que reflejan ese trabajo en «bloque», como describió el propio Coudet.
«Da valor al trabajo, a la concentración. A que el equipo va creciendo, que está bien en la parte defensiva, pero también que trabaja desde un bloque. Como siempre decimos, están todos involucrados, desde el primer delantero hasta el portero», señaló el entrenador argentino. De hecho, los albiazules apenas han recibido 38 disparos en estas doce jornadas, lo que supone una media de 3,16 por encuentro.
Conceden poco. Sin embargo, a domicilio esa pegada rival está siendo letal. En las últimas cuatro jornadas ha perdido en tres duelos por la mínima (Mallorca, Valencia y Girona). Y ha conseguido rescatar un empate en Getafe (1-1).
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