Celta 1-1 Alavés
Alavés, un punto de rabiaEl Alavés supera su increíble gol en propia puerta, iguala en superioridad numérica y se queda sin una victoria que mereció
Primer gol a domicilio y primer punto para el Alavés. Lo que a priori son buenas noticias se quedan en regulares cuando por el fregadero ... de los merecimientos se va el agua de la oportunidad desaprovechada. Una muy clara para lograr el triunfo que debió llegar por juego y ocasiones, aunque, es verdad, todo se allanó tras la expulsión de De La Torre a media hora para el final. Ya se sabe que en Primera División no aparecen tantas opciones de obtener victorias lejos de Mendizorroza. Punto por ello de rabia, más aún cuando el duelo acabó en asedio albiazul sobre el área rival a falta de empujar la pelota dentro de la portería, con un inexplicable descuento de solo cuatro minutos, con la solicitud de un penalti sobre Rioja... Cuando el tanto del Celta había llegado en un increíble autogol de Rafa Marín; cuando la segunda unidad alavesista respondió con eficacia y hasta brillantez en el caso de Samu... Todo ello en un partido que, eso sí, debe servir para creer en la resiliencia de este equipo, la que solicitaba Luis García Plaza. Tras las malas sensaciones del derbi, las buenas en Balaídos antes de ir de cabeza a otro partido de rivalidad. Batalla a batalla el cuadro alavesista quiere ganar la guerra de la permanencia.
Celta de Vigo
Villar; Mingueza, Aidoo, Starfelt, Núñez, Ristic; Bamba (m. 74, Dotor), Fran Beltran (m. 62, Tapia), Luca; Iago Aspas (m. 62, Douvikas) y Larsen (m. 56, Carles Pérez).
1
-
1
Alavés
Sivera; Gorosabel, Marín, Sedlar, Javi López (m. 84, Duarte); Guevara, Guridi (m. 61, Blanco); Sola (m. 69, Alkain), Hagi (m. 69, Kike), Abde (m. 61, Rioja); y Samu.
-
Goles 1-0, m. 35, Rafa Marín, en propia puerta. 1-1, m. 73, Samu.
-
Incidencias 16.852 espectadores en Balaídos.
-
Árbitro: Soto Grado. Amonestó a los locales Beltrán, Aspas y el entrenador Rafa Benítez, además de a los visitantes Javi López, Rafa Marín y Rioja. También expulsó por doble amarilla al local De la Torre
Se espantó al menos el maleficio de las derrotas en Cádiz, Getafe y Vallecas. También esa sensación de que ayer otra acción extraña, como los penaltis pitados y no pitados en las feudos madrileños, iba a decantar el duelo. Y es que sin lanzar a puerta se adelantó el Celta y ante eso solo cabe una explicación esotérica: oculta a los sentidos futbolísticos y solo perceptible para los iniciados en desastres naturales. Ese balón que Rafa Marín envió hacia atrás a bote pronto sin mirar siquiera hacia su guardameta. Sin demasiada fuerza, eso sí, pero entre los palos. 'Las cesiones, fuera de la portería', es el mantra que se repite en los entrenamientos desde alevines y se justifica ante situaciones como la vivida ayer. Esta vez esa pelota, con posesión alavesista en una acción intrascendente, acabó en tanto en propia puerta. Sivera, tampoco demasiado atento ante un balón inesperado, acabó incrustado en la red. Era el primer tanto que el conjunto gallego marcaba en su estadio. Sin tirar a puerta. Así es el fútbol.
El triste resultado de una primera mitad donde el Alavés volvió a mostrarse competitivo. Apenas sufrió en el inicio ante la calidad del rival cerca del área, pero controló el juego sin grandes problemas. También sin muchos recursos ofensivos, otra vez con más llegadas en ventaja al área que ocasiones reales. Al final, esta falta de finura (o de calidad, como usted quiera), pesó en el resultado. El empate, no obstante, debió llegar antes del descanso. Después de un jugadón de Samu con cabezazo final de Abde, el que acabó en gran parada del meta local. Antes, un cuadro vitoriano solvente ante un Celta con tres centrales que no encontraba fórmulas para activar su ataque. En ventaja, Benítez no ocultó la intención de replegar a su equipo. Hasta el límite y sin rubor, incluso, antes de que llegara la igualada.
Marca y destaca Samu
La jornada intersemanal había deparado cambios importantes en la alineación albiazul con el objetivo de dosificar los esfuerzos. Hasta cinco variaciones respecto al once que cayó hace una semana en el derbi. Con la entrada de Rafa Marín, Guridi, Abde, Javi López y Samu para dejar en el banquillo a Abqar, Benavídez, Luis Rioja, el tocado Duarte y Kike García. Una cirugía intensiva donde destacaban algunas ausencias y también los debuts como titulares de Javi López, Abde y Samu. Igualmente la continuidad de Hagi, que rozó el tanto en una falta, en la mediapunta, lo que dejaba a Guridi por primera vez como mediocentro desde el inicio del choque. El guipuzcoano fue de lo mejor. Frente a un adversario donde su técnico se limitó a introducir una variación sobre el equipo que había tuteado al Barcelona. Aidoo por Carlos Domínguez en la línea de tres centrales.
El Alavés controló bien a un adversario que solo inquietó en el inicio. Con una ocasión clara de Mingueza. Para el cuadro albiazul las oportunidades se sucedieron a lo largo y ancho del choque. A base de insistir e insistir. Antes y después de que el rival se quedara con uno menos sobre el césped. Es cierto que no es precisamente precisión lo que derrocha esta escuadra vitoriana. Lo suyo es acelerar el motor y esperar que las revoluciones altas acaben por dejar sordo al oponente. Una y otra vez hasta el área, hasta que Javi López asistió a Samu para el gol. El delantero dejo claro que es una pieza valiosa. Cerca estuvo de forzar una cartulina roja, de marcar en una de las primeras acciones del partido, de anotar más tarde. Dio mala vida a los centrales y de su capacidad para dar continuidad al juego nacieron jugadas en ventaja.
Luis García Plaza había dado entrada a Blanco y Rioja para apretar y reforzó después la apuesta con Kike García y Alkain. Mucha posesión, una circulación interesante pese al mal estado del terreno de juego y buena combinación de centros y pases interiores. Casi todo bien excepto rematar a un Celta que reaccionó levemente tras el empate pero acabó pegado a su destacado guardameta. Samu rozó el segundo tanto, Rioja no acertó con el pase en una contra letal y tampoco Blanco en el último instante con medio Alavés metido en el área contraria. Impotencia final por dos puntos que debieron caer del lado albiazul. Satisfacción por un equipo que volvió a mostrar competitividad y orgullo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión