Grietas en la línea de cierre
Una defensa segura es la base de la salvación y ahí la plantilla del Alavés tiene margen de mejora para trabajar porque no siempre es posible ver puerta contraria
Se tuvo que concatenar el peor partido de la temporada del Alavés con el mejor del Getafe para que el albiazul cayera claramente derrotado a ... domicilio. Y menos mal que el portero Sivera salvó a su equipo de un mayor sonrojo ante un rival que consiguió su primera victoria del curso. Ya se adivinaba un asalto de alto voltaje en un campo donde el Alavés no ha ganado en sus últimas siete visitas, con mucho mérito de nuestro ex Bordalás.
De hecho se convirtió en el encuentro que con más faltas hasta ahora, diecisiete locales y veinticuatro visitantes, y el doble de amarillas también para el conjunto babazorro (seis y tres). Pero lo más determinante fue que el Getafe disparó ocho veces entre los palos por solo una el Alavés con una única intervención de Soria. Y eso que se opuso un once visitante lo más físico posible, con la vuelta de los teóricos titulares, pero reforzando la medular con Protesori Benavídez. Aun así, los jugadores madrileños fueron superiores en lo que mejor saben hacer, ganar los duelos individuales y segundas jugadas. Y eso que poseen una plantilla más corta y aunque ayer recuperaron varios jugadores, los mejores volvieron a ser Uche y Milla. Tampoco se habían adelantado en ningún partido en el marcador con todos sus goles hechos a balón parado. Ayer sí anotaron primero, aunque sus dos tantos fueron igualmente tras un rechace de suerte en una falta directa y un penalti. Se podría decir que la suerte hay que buscarla y que más que suerte, mejor justicia.
Por algo igual faltó haber sido más tú mismo y no jugar a expensas del contrario, pero también es verdad que en un duelo de trincheras y con tantas interrupciones los detalles fueron la clave. La mayoría fueron en contra del Alavés, salvo las grandes paradas de su guardameta. El primer gol, aunque influyera la fortuna, coincidió con el apretón final del Getafe antes del descanso para superar al Alavés. En ese descuento, otro detalle con el penalti a favor por mano invalidado por el VAR que podría haber igualado la contienda antes de tener que agitar el árbol.
Después de la reanudación se apostó por un juego más que directo, pese a acabar con mayor posesión del balón, con otros delanteros como Kike García y luego Villalibre. Pero el detalle que mató el partido fue otro penalti, pero esta vez en contra y también revisado por mano, que el Getafe no perdonó y cuya diferencia pudo incluso aumentar ante un Alavés que acabó noqueado sin discusión. El caso es que lejos de aumentarse la distancia clasificatoria ante un rival directo por la permanencia hasta los nueve puntos, ni mantenerlos a seis, bajaron a tres. Y más cuando antes del siguiente parón de selecciones hay que recibir al líder Barcelona en Mendizorroza. Es aquí sobre todo donde el Alavés llena su granero de puntos, pero siendo sabedores y recurrentes de que hay que mejorar los números también fuera de casa.
Como ayer se volvió a demostrar que una defensa segura es la base de la salvación y ahí la plantilla tiene margen de mejora para trabajar, porque no siempre es posible ver puerta contraria. De hecho, este Alavés tiene más registros ofensivos que antaño pero hay que reconocer que cualquier conjunto que ha pasado por Getafe ha tenido problemas para marcar e incluso crear ocasiones. Y aunque tenemos más facilidad goleadora, también la calidad en Primera no es la misma que en Segunda y de ahí que haya que equilibrar cuanto antes las diferentes líneas del equipo.
Ayer les tocó chupar banquillo a Guridi, Guevara e incluso Conechny, pero volverá a llegar la hora de cada uno y de otros –Romero, Abde...– para estar preparados como grandes profesionales que son.
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