Una ausencia desconocida

Calleri no es solo el máximo artillero del Alavés con ocho dianas, lo que ya supone de por sí un argumento más que aceptable para comprender su relevancia en la plantilla. El argentino amasa una inmensa cantidad de cometidos para que el juego albiazul cobre sentido. Fija las coordenadas de la vanguardia, eleva la intensidad en la presión y las disputas, tiene capacidad para desequilibrar, posee potencia y genera espacios para su acompañante. La principal prueba de su valor más allá de su instinto goleador está en que su presencia en el once titular nunca fue objeto de debate, tampoco cuando falló en su principal tarea, con una larga sequía goleadora desde el 21 de diciembre hasta el 16 de marzo.

La condición de intocable de Calleri, no obstante, también esconde una evidente carencia a la hora de darle recambio, oxígeno y hasta alternativas con las que asociarse. Ninguno de los otros tres delanteros que tiene ahora en nómina el Alavés se ha postulado como un candidato real a ocupar la punta de lanza albiazul, ni siquiera para convertirse en el compañero predilecto del argentino. Borja Bastón, principal apuesta de Abelardo, parece haber perdido su puesto de privilegio tras permanecer toda la segunda vuelta sin marcar; Guidetti, autor de la primera diana ante el Valladolid, todavía se encuentra muy lejos de su rendimiento óptimo, por mucho que se tapone los oídos para reivindicar sus dos goles en 33 jornadas. Y Diego Rolan, el único soplo de aire fresco en el último mes, aún no ha sido titular.

El atacante uruguayo, no obstante, podría estrenarse mañana en el once inicial para cubrir la posible baja de Takashi Inui, quien no tiene un relevo específico en la plantilla. El extremo japonés, que arrastra un leve esguince en su tobillo derecho que le impidió completar el choque ante el Valladolid, no se ejercitó ayer en Ibaia. Tampoco lo hizo Guillermo Maripán, aquejado de la misma dolencia. Aunque el chileno logró disputar los 90 minutos, ambos permanecen casi descartados.