El Alavés y esa sensación conocida de que pudo ser más
Las claves ·
El equipo albiazul reacciona raudo al gol del Betis para volver a sumar en Mendizorroza. Un punto agridulce. porque el balón fue verdiblanco, pero los vitorianos llegaron más-
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Y el VAR, por fin, sonrió al equipo vitoriano en una jugada controvertida
Un escalofrío recorrió Mendizorroza cuando, tras la celebración del gol del empate, el colegiado se llevó la mano a la oreja. Algo le estaban comentando ... desde la sala del VAR. En el recuerdo, esas cuatro jugadas polémicas que en las jornadas previas habían perjudicado al Deportivo Alavés: el codazo a Guridi en Getafe, el penalti de Sola en Vallecas, el no revisado a Rioja en Vigo o la expulsión de Antonio Blanco contra Osasuna. Con la mosca detrás de la oreja, la primera reacción de la grada fue gritar bien alto contra Javier Tebas.
Pero, por fin, el VAR sonrió al conjunto vitoriano en una jugada controvertida y Mendizorroza volvió a cantar gol. Fue, además, una acción un tanto liosa: se miraba si había fuera de juego de Guridi en el saque de la falta, si el balón había revisado la línea cuando lo despejó Claudio Bravo, si en caso negativo el centrocampista azpeitiarra tenía participación activa en el rechace que Bellerín metió en su propia portería... Nada justificaba la anulación.
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El daño a balón parado que pedía Luis García, aunque fuera con 'truco'
«Tenemos que exigirnos más a balón parado, hacer más daño en ese tipo de jugadas», decía Luis García Plaza antes del partido. Y el equipo respondió con gol. No fue un brillante homenaje a la estrategia, porque el tanto llega en una acción un tanto embarullada, con un remate forzado, un despeje sobre la línea, su posterior rechace y gol en propia puerta de Bellerín -así lo recoge el acta-. Pero nace en una lejana falta lateral que lanza Hagi a pierna cambiada desde la banda izquierda y encuentra la cabeza de Kike García, que, como hiciera ante el Valencia, se puede repartir con el desafortunado defensor los méritos del gol. Entonces fue Cenk el que llevó el balón a su red, pero gracias al empuje del delantero alavesista.
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Javi López da el paso adelante que se le resistía en las temporadas previas
Javi López llegó a Ibaia en 2017 y con solo 17 años debutó en Primera en la temporada 2019-20. Ya suma 25 partidos en la máxima categoría y 71 en el primer equipo, pero en estos años no lograba asentarse como una competencia real de Rubén Duarte. Este curso ha disputado dos partidos como titular y en los dos ha respondido con nota. En Vigo redondeó una buena actuación con una asistencia de gol a Samu Omorodion. Frente al Betis hizo otro buen encuentro, especialmente en la primera mitad.
Con una defensa solvente sobre Assane Diao: se le fue en el primer duelo, pero le frenó después. Y notable en tareas ofensivas, con internadas potentes y peligrosas, centros al área más precisos que en temporadas previas y un exquisito detalle de calidad -una 'cuerda'- para lanzar un contragolpe. Es el paso adelante que se le pedía al canario, flamante nuevo internacional sub'21.
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Guevara, el cuentakilómetros a reventar y un gps en la cabeza
La Liga publicó la semana pasada que Ander Guevara es el futbolista de Primera que más kilómetros hace. Más de 95 en las ocho primeras jornadas. Y Luis García no dudó en alabar el rendimiento del centrocampista. «Pero corre para tener el balón, nos da muchas soluciones, está haciendo una temporada brutal. En control de juego, en poso, tranquilidad, criterio con balón... Es un jugador clave para nosotros, imprescindible. Es un referente y se está haciendo líder de este equipo». El vitoriano le da la razón en cada partido. Pide todos los balones, no rifa ninguno, salta líneas con pases. Sobresaliente en la primera parte, se mostró algo más impreciso en la segunda, pero es como si compitiera con un gps en la cabeza que le marcara todos los recovecos del juego. El suyo es otro nivel.
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Un empate escaso para espantar el «agobio» clasificatorio
El Alavés volvió a sumar en casa, aunque el punto tuviera un sabor agridulce. Bien porque el Betis, un rival muy exigente, empezó marcando en una acción desafortunada de Sivera, pero, tras la reacción exprés del conjunto vitoriano, que empató en apenas dos minutos, volvió a quedar la sensación de que si alguien mereció ganar fue el equipo babazorro. El Betis tuvo más la pelota, con mucha posesión insulsa –en la segunda parte no tiró a puerta–, pero el Glorioso llegó más y mejor. El empate, además, no sirve para llegar al parón sin ese «agobio» clasificatorio con el que Luis García dice que hay que saber convivir. Tras cinco jornadas sin ganar, el Alavés es decimoséptimo con dos puntos de renta sobre el descenso.
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