Alavés 0-1 Real Madrid

El Alavés regala su gran oportunidad

Demasiadas concesiones del Alavés en este 2023 que finaliza. Casi una primera vuelta completa, se cerrará el día 2 de enero en San Sebastián, para sumar solo 16 puntos. Demasiados partidos derrochados a la hora de ampliar el colchón sobre los puestos de descenso. Las Palmas el más reciente, pero también otros como la visita al Celta, el duelo en casa ante Osasuna, aquellos inicios con las derrotas en Getafe y Vallecas... Un lastre que el cuadro vitoriano deberá sobrellevar a partir de enero. Que ayer se cumpliera el cuarto partido consecutivo sin marcar habla también de las penurias alavesistas para buscar la portería contraria. Ni con un jugador más logró el Alavés inquietar de verdad. Su batería de oportunidades se redujo prácticamente a dos de Rioja que sacaron con el cuerpo Fran García en el inicio y Rudiger en el tramo final. Niebla ofensiva, como es habitual, a la espera de que algún día salga el sol.

Luis García Plaza había apuntado hacia varios cambios en la alineación albiazul y finalmente Abqar, que volvía de sanción, y Abde sustituyeron a Javi López y Tenaglia respecto al duelo en Girona. Para devolver a Duarte a la banda izquierda de la zaga y repetir el trío Abde-Rioja-Samu, el más reconocible en esta fase de la campaña. Delante, un Real Madrid con notables bajas. Courtois; Carvajal, Alaba, Militao y Mendy. Es decir, el portero y la defensa titular completa, además de Vinicius, uno de los futbolistas más desequilibrantes y desquiciantes del planeta. Ancelotti presentaba un meta (Kepa) y una zaga suplente: Lucas Vázquez (el goleador), Nacho, Rudiger y Fran García. Los cinco internacionales.

Quizás ayude recordar que el conjunto blanco dispone de 939 millones de presupuesto, entre catorce y quince veces mayor de la cantidad de la escuadra albiazul (64). No hay mucho más que añadir respecto a las desigualdades iniciales sobre el césped. Pero esto es fútbol y nada le faltó a los alavesistas para rascar un empate. Bastante más para atisbar una victoria que tampoco se sentía pese a la superioridad numérica.

El Alavés logró neutralizar casi todas las armas blancas. Bellingham, la sensación de la temporada, pasó sin dejar huella por Mendizorroza. Acorralado por un cuadro vitoriano esforzado y que se multiplicaba en las ayudas. Apenas el habilidoso Brahim y Rodrygo en alguna acción aislada desequilibraban. Sivera intervino cuando hizo falta ante dos disparos de Valverde. La telaraña envolvía al cuadro de Ancelloti, pero los hilos no se desplegaban en ataque. O más bien lo hacían solo hasta el área rival. Con la velocidad de Abde antes del descanso, la habitual verticalidad, pero una vez más sin último pase ni remate definitivo. Bien controlado Samu y con un Rioja de nuevo discreto.

Aguantaba la muralla alavesista con un hombre más, aunque los cambios tampoco sirvieron para afilar el equipo. Javi López y Hagi primero, Sola y Kike García después. Rioja y Abde son los únicos que han marcado un tanto en 18 partidos de Liga. Nadie más de una línea de tres cuartos que amaga sin golpear. Tampoco el Madrid amenazaba en los instantes finales, pese a la entrada del exalbiazul Joselu. Hasta que llegó la desconexión letal y un Lucas Vázquez sin marca mientras tres alavesistas tapaban a Bellingham. Bofetón colosal y Navidades con la cara roja.