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Alavés 0-0 Levante
Un sueño que se complicaPese a cuajar un partido más que notable el Alavés no puede con un sólido Levante y necesitará una victoria en el duelo de vuelta para regresar a Primera
Tablas en Mendizorroza y un sueño que se complica. A un Alavés más que notable, por momentos de lo mejor de la temporada, no le ... dio ayer para tomar ventaja ante un adversario sólido y de calidad. Como ya le ha ocurrido en otras ocasiones, de un dominio muy evidente en algunas fases, apenas extrajo siquiera ocasiones claras. Desactivó prácticamente al Levante con un esfuerzo conmovedor y un fútbol técnicamente superior a lo habitual, pero volvió a las limitaciones cerca del área rival. Después, ya tras el descanso, llegaría un duelo mucho más abierto y un adversario que aprovechó el desgaste albiazul. Aunque la escuadra de Luis García Plaza llevó el ritmo del juego durante casi todo el choque, los valencianos sumaron más oportunidades.
Deportivo Alavés
Sivera; Tenaglia, Abqar, Sedlar (Laguardia, 78'), Duarte; Moya, Benavídez, Guridi (González, 69'); Rebbach (Alkain, 69'), Sylla (Villalibre, 58') y Rioja.
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Levante
Femenías; Pubill (Son, 53'), Postigo, Rober Pier, Muñoz (Saracchi, 73'); Montiel (Soldado, 76'), Iborra, Pepelu, De Frutos; Bouldini (Wesley, 73') y Brugué (Vezo, 73').
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Árbitro. García Verdura (catalán). T.A.: Sylla (43'), Abqar (65'), Villalibre (89') / Postigo (79').
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Incidencias. Partido de ida del play off final de ascenso a Primera disputado en el estadio de Mendizorroza.
Sivera desbarató dos claras para evitar el desbarajuste en un inicio y final del segundo acto donde el Levante amenazó de verdad. No es ninguna sorpresa que la escuadra vitoriana se mide a un oponente rocoso y afilado. Tampoco que el 0-0 exigirá una victoria en el duelo de vuelta para regresar a la máxima categoría. Un contexto similar al vivido en Las Palmas hace unas semanas. El sueño se complica, pero también puede convertirse en pesadilla para los granotas. De desenlaces inesperados se encuentra lleno el fútbol y el Alavés demostró ayer que sus constantes vitales siguen estables. La presión será compartida el sábado.
Con apenas 72 horas de margen entre partido y partido Luis García Plaza optó por realizar los cambios imprescindibles. Es decir, colocar sobre el césped a Benavídez y Moya ante las obligadas ausencias de Antonio Blanco y Salva Sevilla. Si existían dudas sobre el rendimento del novedoso centro del campo se extinguieron pronto. Dominó el uruguayo y se movió con inteligencia su pareja en el eje. Ninguno de los tocados, Abqar, Tenaglia o Sylla, se quisieron perder el partido.
El senegalés continuó como único punta y Abde, por su parte, en uno de los extremos. ¡Quién iba a decir en otras fases de la temporada que estos futbolistas formarían parte del once en un duelo decisivo. ¡Pero se lo habían ganado en la eliminatoria frente a los guipuzcoanos, aunque ayer resultaran menos determinantes. Dos controles se le escaparon al ariete en el inicio que podían haber sido opciones claras. En el Levante, que llegaba de atropellar al Albacete en la anterior ronda, Calleja recurrió a la fórmula que había resultado letal ante los manchegos. Sin modificaciones y con toda la pólvora de los Bouldini, Brugué, De Frutos y Montiel. No hubo noticias de ninguno de ellos durante mucho tiempo. Todo un mérito albiazul.
El Alavés, por si había que descartar cualquier tara física por la cercanía del anterior duelo, arrancó al galope. Con la clara intención de repetir la salida ante el Eibar y tratar de tomar ventaja por la vía rápida. Se antojó una consigna clara con una escuadra alavesista que arrolló al adversario en un cuarto de hora de presión al límite. Recuperando el balón de forma inmediata y empujando a base de kilómetros y también de fútbol. Por ambas bandas. Sobre todo con Rioja como hombre preclaro. Un centro sin rematador, un pase en profundidad a Tenaglia que acabó en nada, otro a Abde donde el meta Femenías se adelantó. Para el Levante, un disparo lejano de Montiel en el primer minuto y poco más. Y nada menos, claro. Con una defensa ordenada y que salvó sin daños el gran arreón albiazul.
Ritmo endiablado
Arriesgó el Alavés antes del descanso y también se exigió un ritmo prácticamente imposible de mantener. De ello era consciente un Levante que amenazó tras la salida del vestuario. Otra vez Montiel desde el borde del área para lucimiento de Sivera, luego Bouldini para picar en exceso un cabezazo claro. Si en la anterior eliminatoria el técnico del Eibar se quejaba de que el Alavés daba mayor sensación de peligro que su equipo cuando se trataba de hurgar en la herida en los metros finales, ayer la situación fue la contraria.
También en el tramo final del choque Wesley y De Frutos rozaron el tanto. Mientras el Alavés continuaba con su trabajo. Con un colegiado que dejó jugar bastante, pero acabó por castigar en exceso a Villalibre. Había sustituido a Sylla en un Alavés ya con Róber y Alkain sobre el campo para recuperar oxígeno. Aunque otra vez Rioja, en un centro que salvó Postigo, era el más incisivo. Ya con una escuadra alavesista con menos capacidad para el equilibrio y dificultades para neutralizar los contragolpes visitantes. Esa sensación final de que el 0-0, a esas alturas y con la meta de Sivera en peligro, tampoco se convertía en un mal resultado.
Era favorito el Levante antes del duelo de ayer y lo sigue siendo. Otra cuestión es que el Alavés se mantiene con todas sus opciones. Será necesario imponerse en el Ciutat de Valencia, aunque si hay empate en los 90 primeros minutos el duelo irá a la prórroga. En definitiva, un cuadro albiazul que, de inicio, tampoco acarreará excesivas exigencias. Si las opciones se presentaron y claras, en una situación similar en Las Palmas, por qué no van a llegar el sábado. El conjunto de Luis García Plaza se ha ganado el crédito de ir con él hasta el final.
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