Una 'besada' contra de la expulsón de una pareja homosexual de una hamburguesería

El pasado 29 de noviembre, una pareja se acercó al Burguer King de la madrileña plaza de los Cubos a por una cena rápida. Hasta ahí todo normal, de no ser porque al poco de llegar, un encargado de seguridad les invitó a abandonar el local. Según él, un matrimonio que se sentaba en una mesa cercana se había quejado porque, decían, sus besos daban "mal ejemplo" a sus hijos. El problema, es que la pareja de enamorados la conformaban dos chicos. Aunque otro matrimonio salió en su defensa, los chavales evitaron líos, cogieron sus cosas y se marcharon del restaurante.

El incidente llegó a las redes sociales, donde corrió como la pólvora. Y si la hamburguesería no quiso una taza, tuvo taza y media. El pasado sábado 7 de diciembre, decenas de parejas del mismo sexo se reunieron en el mismo lugar donde una semana antes tuvo lugar la agresión -verbal, pero agresión al fin y al cabo-. Todos a una, comenzaron a besarse, aplaudidos por los empleados del local.

Porque según la famosa cadena, "el responsable de seguridad actuó de manera independiente". Aseguran seguir un protocolo de "tolerancia cero tolerancia para cualquier tipo de discriminación" y, dicen, ya han tomado cartas en el asunto. Eso sí, no especifican cómo.