Borrar
Juanjo Uribesalgo.
NUEVO FUTURO PARA FAGOR

Esperanza con muchos interrogantes en Mondragón

La adjudicación de Fagor a Cata hace albergar de nuevo la esperanza tras meses en los que ha primado la desazón y la incertidumbre entre los exsocios de Fagor Electrodomésticos. Ahora, aunque con cautela ante las incógnitas que quedan por despejar, ven el futuro diferente

Pilar aranguren

Domingo, 3 de agosto 2014, 19:13

El cielo gris plomizo y los constantes chaparrones sumían el pasado martes a Mondragón en una mañana más propiamente invernal que veraniega, aunque a medida que pasaban las horas iban asomando los claros y el sol iluminaba la fachada de la sede de Fagor Electrodomésticos, abriendo una luz de esperanza a la par que el juez de lo Mercantil número 1 de San Sebastián daba a conocer el auto por el que adjudicaba los activos de la cooperativa a Cata. Se despejaba así el futuro de la que fuera joya de la corona del Grupo Mondragón.

Esa misma mañana, a las 9.30 horas, responsables de Cata mantenían una reunión con una serie de técnicos, cuadros medios y miembros del Consejo Social de Fagor con el objetivo de explicarles su proyecto. No era la primera vez que desembarcaban en la factoría, ya que una semana antes hicieron lo propio con los trabajadores de la cooperativa, a quienes expusieron sus planes e intenciones.

La adjudicación de Fagor a Cata hace albergar de nuevo la esperanza tras meses en los que ha primado la desazón y la incertidumbre. Este es el caso de Juanjo Uribesalgo, un empleado del servicio postventa, que, pese a todo, se muestra cauto respecto a los ritmos de reactivación de las distintas líneas de negocio. "No será fácil ponerla de nuevo en marcha. Si dicen que será en octubre es porque tienen datos y creen que podrán hacerlo, pero después de tantos meses paradas las factorías no resultará sencillo recuperar la actividad".

Forma parte del equipo de quince personas que han permanecido durante este tiempo realizando el servicio de postventa, una actividad que se ha mantenido, aunque admite que no al ritmo que había antes de que quebrara la cooperativa.

Considera que la recuperación de 705 empleos, que es a lo que se ha comprometido Cata, supone todo un aliciente para los excooperativistas que no han sido reubicados, aunque admite que en este caso habrá sitio también para los que han sido recolocados de forma provisional. "Eso sí, creo que algunos, los que están en Fagor Industrial, Ederlan o Ulma no querrán regresar", remarca.

Juanjo entró en 1988 en el Grupo Mondragón y desde entonces ha pasado por diferentes cooperativas y puestos, por lo que conoce bien el alma de la corporación. Quizás por ello, se despide con un "vamos a ver cómo van las cosas".

Una expresión que se repite entre los distintos cooperativistas que se atreven a dar su opinión, aunque sin decir su nombre. Otros muchos prefieren guardar silencio. Entre los que sí se pronuncian, aunque a regañadientes, está otro empleado del servicio postventa que también cree que se puede hablar de "esperanza y de ilusión", pero sin lanzar las campanas al vuelo. "Vamos a ver qué viene, qué proyecto concreto tienen y qué saldrá adelante, porque no es lo mismo decirlo en los papeles que hacerlo". Y es que a los exsocios les va a costar olvidar estos ocho meses donde los sentimientos se han movido como en un carrusel. "Tal y como ha ido el proceso todavía es pronto para mostrar entusiasmo".

Revitalizar la comarca

"No sabemos en qué situación van a estar los que entren a trabajar. Aunque los que no tienen nada estarán encantados de incorporarse. Luego ya se irá viendo", apunta otro empleado, en este caso de Fagor S. Coop, una cooperativa de segundo grado que ofrece servicios a otras del Grupo Mondragón. Él es chófer y explica que ha podido mantener su puesto de trabajo porque la caída de Fagor Electrodomésticos no les afectó demasiado. "No era nuestro cliente principal y eso nos permitió esquivar el golpe", explica. En cualquier caso, cree que con la oferta de Cata "se podrán recuperar muchos puestos de trabajo y eso es importante para Arrasate y la comarca".

Algo más sosegada y entusiasta se muestra una empleada que trabaja en la secretaría técnica y que en los últimos meses ha estado elaborando informes para la administración concursal. "Estamos muy contentos. Nos da más confianza", subraya respecto a la adjudicación a Cata. "Es un proyecto más industrial, más cercano, porque al menos se han dignado a venir a presentárnoslo, algo que no han hecho los de Cevital". Cree que es un "proyecto bonito e ilusionante que permitirá que los empleos se vayan consolidando a futuro".

"Por lo menos nos da esperanza. Antes no había nada", comenta otro cooperativista que es informático. "A priori parece bueno. Cevital ni siquiera se había acercado a nosotros. Nos daba más seguridad incluso antes de que se conociera su última oferta, por la actitud que tenían".

Este informático considera un poco prematuro poner en marcha la planta de Garagarza en octubre como pretende la catalana después de estar un año parada. Añade que los de mantenimiento "han estado arrancando la maquinaria cada quince días, aunque costará retomar la actividad con normalidad".

Explica que los informáticos han seguido trabajando con normalidad porque tras la integración de Brandt las bases de datos de la compañía francesa estaban en la sede de Fagor Electrodomésticos.

Pero para este empleado hay otras preocupaciones e incógnitas por resolver una vez garantizado el puesto de trabajo. "Tenemos que salir de Lagun Aro y no sabemos qué vamos a perder de lo que hemos estado cotizando hasta ahora". Lamenta que la información ha sido "muy opaca en todo el proceso" y cree que deberían darles explicaciones al respecto.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Esperanza con muchos interrogantes en Mondragón

Esperanza con muchos interrogantes en Mondragón