Pasillo exterior por el que uno de los implicados entraba cada atardecer tras disfrutar de su tercer grado. Jesús Andrade

Desmantelan una red formada por presos que introducía hachís en la cárcel de Zaballa

Los funcionarios de la prisión detectan cómo un interno en tercer grado dejaba la droga en bolsas de basura y otro la recogía. Se investiga a más implicados

Miércoles, 10 de septiembre 2025, 00:35

Un engranaje perfectamente diseñado al descubierto. Funcionarios de la prisión alavesa de Zaballa desmantelaron hace unos días una de las principales vías de entrada de ... hachís en este centro penitenciario, el mayor del País Vasco. Esta operación, confirmada por el Departamento de Justicia, culminó varias semanas de pesquisas tras descubrir un «aumento» de la presencia de esta droga intramuros.

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A raíz de esta constatación, el personal penitenciario extremó la vigilancia sobre la población reclusa, que ya ronda las mil personas. Las primeras sospechas recayeron sobre un interno en la fase final de su condena y beneficiario del tercer grado. Cada mañana abandonaba la prisión y regresaba al atardecer a esta instalación, ubicada a unos quince kilómetros de Vitoria.

Pero en un número indeterminado de ocasiones presuntamente lo hacía con placas de esta droga ocultas en su cuerpo o ropa. Alojado en el módulo 12, conocido como la sección abierta, en cada regreso debía completar una caminata de unos 400 metros tras superar el control de entrada, donde se le sometía a un «cacheo superficial como mucho porque aún falta personal y se ha notado más en este agosto», según deslizan fuentes de la plantilla.

En este contexto, presuntamente dejaba la droga en alguna bolsa de basura situada a lo largo de su camino. A partir de ahí, un segundo compinche la recogía, la escondía en otro lugar y supuestamente participaba en su venta. La investigación «aún abierta» busca más implicados.

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Alcohol fermentado

Mientras tanto, los dos internos pillados 'in fraganti' figuran ahora en la investigación judicial abierta y que, en principio, les supondrá nuevas condenas penales. El preso en tercer grado, además, ha sido desposeído de esa categoría hasta nueva orden.

«Este agosto ha habido varias intervenciones por intentos de colar droga», revelan funcionarios consultados. «También se han confiscado ocho teléfonos móviles», indican. La práctica totalidad era de tamaño mini para facilitar su entrada en prisión y dificultad su posterior localización. Se trata de un artículo prohibido por razones obvias.

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Como el alcohol. El día 15 de agosto se requisó en una celda una garrafa con 'chicha', como se conoce al alcohol fermentado con fruta, levadura de agua y azúcar, las dos últimas sustraídos de las cocinas. «Alguno ha intentado sustraer alcohol sanitario de la farmacia, que puede provoca graves problemas de salud si se bebe». De hecho, deslizan, «algún interno ya ha tenido que ser hospitalizado por este motivo».

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