Vitoria rectifica y aplaza el plan de blindar su zona de bajas emisiones solo a los residentes

¿En qué se traduce? En que a partir del próximo 15 de septiembre, fecha en la que entrará en vigor la ZBE, que rodea el Casco Viejo y parte del Ensanche, cualquier vehículo que cumpla con los requisitos de etiquetado medioambiental podrá transitar por la nueva área acotada. Y transcurrido un año, en función de los resultados, el Ayuntamiento valorará si recupera la idea original de que esa zona sea sólo un espacio de prioridad residencial. Un paso atrás que responde, de entrada, a las críticas de vecinos y comerciantes. Pero también a la compleja casuística que requería ser regulada: envío de matrículas de clientes de establecimientos, hoteles, registro de flotas de empresas de reparto...

La cuestión es que en seis meses los vitorianos pondrán a prueba todo lo que han aprendido sobre etiquetas ambientales y pasos vetados a vehículos viejos de gasolina y gasoil. El lunes 15 de septiembre, las 36 cámaras de vigilancia instaladas estratégicamente en las calles que quedan dentro del anillo que va de San Ignacio a Portal de Arriaga pasando por La Paz, Florida, Magdalena o Siervas de Jesús se encenderán y sacarán fotos de todos los coches que accedan a la zona de bajas emisiones. Si no tienen como mínimo calificación B -no será necesario exhibirla, eso se comprueba con datos de la Dirección General de Tráfico- y sus titulares no reúnen ninguno de los requisitos que les libran de tener que cumplir la ordenanza serán apercibidos.

Durante tres meses, sólo recibirán eso: un aviso. Y es que primero el Ayuntamiento tiene intención de desplegar una campaña de información y sensibilización para acabar con todo tipo de dudas sobre esta nueva manera de circular por la ciudad. A partir del 15 de diciembre, el incumplimiento se multará con 200 euros. Desde septiembre de 2027 habrá una ampliación, pero eso se detallará en este artículo un poco más adelante.

El cambio fundamental en la ZBE, el hecho de que no haya (de momento ) áreas de prioridad residencial, una de las cuestiones más polémicas, supone que todos los coches con etiqueta podrán pasar por calles como Olaguíbel o Portal del Rey. Las zonas que ya hoy están restringidas a vecinos y carga y descarga del Casco Viejo y del Ensanche seguirán igual.

Hay doce supuestos de vehículos que quedarán exentos de etiquetas «sin caducidad». Aquí es donde entran los casos de personas con movilidad reducida o las rentas bajas. Y a otros cuatro grupos de conductores se les va a dar un año de margen para cambiar de coche si es que el suyo contamina mucho, entre ellos residentes, repartidores o comerciantes.

La alcaldesa Maider Etxebarria y la teniente de alcaldesa, Beatriz Artolazabal, lanzaron ayer un mensaje de tranquilidad y recordaron que Vitoria, a diferencia de otras ciudades, debuta en las ZBE con los deberes verdes hechos. «Esto nos permitirá disfrutar de una mayor calidad del aire en el centro, un espacio que debe ser sostenible, saludable y seguro», dijo la regidora. «Hemos escuchado a la ciudadanía y hemos trabajado para que sea equilibrada y garantice una transición justa hacia un modelo de movilidad más sostenible», planteó Artolazabal en relación a los cambios incorporados al proyecto inicial.

¿Cómo habrá que conducir por Vitoria a partir de septiembre? Esta es una pequeña guía para entender en qué va a consistir la zona de bajas emisiones.

La ZBE entrará en vigor el 15 de septiembre y eso supone restringir el acceso a vehículos sin etiqueta ambiental (A). Durante tres meses habrá una moratoria: sólo se informará a quién incumpla, pero no tendrá que pagar por acceder al perímetro restringido. A partir del 15 de diciembre, las multas ya serán efectivas y quien acceda al interior sin cumplir los requisitos será sancionado con 200 euros (100 con pronto pago). Desde 2030, la limitación se extenderá también a los coches, motos y furgonetas con etiqueta B.

¿Quienes están clasificados con la letra A? Todos los turismos de gasolina matriculados antes del año 2000 y diésel anteriores al año 2006. Las etiquetas sin emisiones son la C, Eco y Cero. Aunque se puede pegar la licencia en una parte visible del utilitario, no es necesario ni siquiera llevarla encima. Vitoria cruzará los datos de las matrículas con los de la Dirección General de Tráfico.

En una primera fase, son las calles que quedan dentro del círculo que trazan las siguientes vías: San Ignacio, Francia, La Paz, Ortiz de Zárate, Dato, Florida, Ramón y Cajal, Luis Heintz, Magdalena, Vicente Goicoechea, Cercas Bajas, Siervas de Jesús y Portal de Arriaga. En la etapa dos, a partir de septiembre de 2027, se amplía el círculo por la ladera oeste del Casco Viejo, hacia Coronación, de manera que va de Luis Heintz, Ramiro de Maeztu, Domingo Beltrán y Coronación. Por todas estas calles se va a poder circular con normalidad, las restricciones son en las que quedan dentro de esa 'muga'.

El Ayuntamiento establece una lista de 12 supuestos en los que los conductores quedan exentos siempre -«sin caducidad»- de tener que cumplir la ordenanza. Se trata de personas con movilidad reducida o enfermas con justificante médico; los vehículos históricos, especiales y de servicios públicos esenciales; personas físicas que acrediten bajo nivel de renta; furgonetas o coches de profesionales cercanos a la edad de jubilación, automóviles que tienen que ir al taller de reparación; los titulares o arrendatarios de plazas de aparcamiento; accesos por urgencias; coches con matrícula extranjera que cumplan requisitos ambientales equivalentes y por otras razones de interés general.

Con carácter excepcional, hasta el 15 de septiembre de 2026, algunas categorías de vehículos estarán exentas, como las de los residentes con los coches más antiguos, los comerciantes, la entrada a parkings (Dendaraba) y profesionales de gremios y repartidores. Tendrán un año para adaptarse a la exigencia de distintivo ambiental. Beatriz Artolazabal aseguró que sólo el 15% -unos 1.054 turismos según sus estimaciones- del parque móvil de los vecinos del Casco Viejo es altamente contaminante.

De cara a solicitar estas exenciones, se establece un plazo de tres meses antes de la entrada en vigor de la ZBE para registrase tanto de manera voluntario como automática por parte de Tráfico. Es decir, si el Ayuntamiento dispone de la información necesaria, las personas serán inscritas de oficio y obtendrán la autorización oportuna, sin necesidad de inscripción previa. Si la Administración no tiene datos, las personas afectadas deberán de hacerlo bien online, a través de la web municipal o presencialmente en las oficinas de atención ciudadana.

Se realizará mediante un sistema automático de lectura de matrículas de 36 de cámaras repartidas por las diferentes calles de esta área restringida que comprobarán si el vehículo puede acceder o no al interior de la ZBE. «Esta medida no es sólo una regulación del tráfico; es una apuesta firme por la salud pública. Reducir la contaminación es reducir el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Es proteger a nuestras familias y mejorar la calidad de vida en nuestra ciudad», abundaron tanto Etxebarria como Artolazabal.

El Ayuntamiento aprobará la ordenanza que regula la zona de bajas emisiones de manera definitiva en el pleno del 21 de marzo. A partir de ahí se compromete a informar y facilitar el proceso de adaptación «ofreciendo canales de atención presencial y digital para resolver cualquier duda de la ciudadanía». Además de toda la documentación y trípticos que estarán disponibles en la red de centros cívicos para la ciudadanía, desde mediados del mes de mayo habrá un servicio específico de asesoramiento en la oficina del Casco Medieval.

El objetivo que persigue esta medida es contribuir a que los residentes de las calles afectadas disfruten de una mejor calidad del aire y soporten menos decibelios procedentes del tráfico. Para comprobar que la ZBE cumple su función, el Ayuntamiento va a aumentar la red de medidores de ruido y contaminación. Además de tener impacto en la salud, se gana en movilidad sostenible ya que hay más espacios para peatones, bicicletas y transporte público.