La zona de bajas emisiones de Vitoria debuta sin sobresaltos pero con quejas vecinales por «falta de información»
Artolazabal asegura que las nuevas restricciones a los coches más contaminantes en el Casco Viejo y el Ensanche no van a saturar las calles adyacentes
Ha sido un arranque tranquilo. Sin sobresaltos. Con la tranquilidad que da saber que si te has equivocado y has metido tu coche viejo y ... altamente contaminante sin permiso por dónde no debías, por esta vez pasa. No pagarás los 200 euros de multa aunque recibirás una notificación de advertencia con consejos para hacerlo bien la próxima vez. O para no volver a hacerlo. La primera zona de bajas emisiones de Vitoria, la ZBE que afecta al Casco Viejo y a una parte pequeña del Ensanche, ha echado a andar con periodo de adaptación que acaba el 15 de diciembre y alguna que otra duda.
Para los gremios y repartidores ha sido un lunes más, igual que otro cualquiera, sin contratiempos añadidos en dos barrios altamente peatonales y donde ya había fuertes restricciones al tráfico. Para los responsables municipales, con esta ZBE inaugural se ha dado un gran paso en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones. Los vecinos no se consideran bien informados y reclaman al Ayuntamiento más pedagogía «puerta a puerta». Y los dueños de algunos negocios como talleres de reparación u hostales se han encontrado con más burocracia en sus vidas.
En su contexto
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Casco Viejo y parte del Ensanche Esta primera fase de la ZBE sólo afecta a las calles que quedan dentro del anillo de San Ignacio, Francia, La Paz, Ortiz de Zárate, Dato, Florida, Ramón y Cajal, Luis Heintz, Magdalena, Vicente Goicoechea, Cercas Bajas, Siervas de Jesús y Portal de Arriaga. Por ellas se puede circular con normalidad, las restricciones son en las que quedan dentro.
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Se denuncia pero no se cobra Si su coche es de gasolina anterior a 2000 o de diésel de antes de 2006 y no tiene permiso de entrada en la zona por ser residente, jubilado, familia vulnerable, repartidor u otro tipo de causa de exención será denunciado. Las infracciones, hasta el 15 de diciembre, no se multarán.
Es el resumen de un cambio en la movilidad de la ciudad impuesto por la Agenda 2030 y que ha llegado no sólo para quedarse, sino para expandirse de aquí a dos años. El primer día, un tanto raro debido a la romería de Olárizu, fueron las furgonetas y camiones de pequeño formato los que, sobre todo, tomaron el pulso a la ZBE. La noticia, según los portavoces de la asociación de distribuidores Adisalava, es la falta de ellas. Es decir, a media mañana no habían recibido llamadas de sus socios notificando problemas con el acceso a las calles de bajas emisiones. «Todo el mundo sabía que empezaba la ZBE y cuáles son las excepciones y las moratorias. Veremos ahora si llegan avisos», señaló una portavoz, solidaria con quienes se enfrenten a tener que comprar una furgoneta nueva en los próximos meses. «No pueden obligar», reflexiona.
En la calle, los repartidores, albañiles o aparejadores que visitaban obras acogieron este debut de la ZBE con indiferencia. Con cierto gesto de fastidio, pero con el mismo que tienen desde hace años en una zona, el barrio medieval y alrededores sin espacio para aparcar. Todos aseguraban tener sus tarjetas de OTA y pegatinas ambientales (no es necesario exhibirlas) en regla, por lo que las 36 cámaras de vigilancia parecían importarles poco.
El más reflexivo fue Vinicio. Acababa de aparcar en Portal del Rey su furgoneta de una empresa de logística afincada en Bilbao. Con una etiqueta ambiental en toda regla y después de moverse por la capital vizcaína, con muchas más restricciones, lo de Vitoria le parece poca cosa. Pero... «Yo lo que veo en Vitoria es que repartes un paquete en una calle y para ir a la de al lado tienes que dar tantas vueltas que al final contaminas mucho más», apuntó, crítico con los sentidos de circulación del centro de la capital alavesa.
40 Sanciones
Multas al día que se barajaron al principio en un estudio que podrían ponerse en el arranque de la ZBE. Fue provisional y antes de decidir que habría hasta una veintena de excepciones.
36 Cámaras
Lectores de matrículas hay apostadas en todos los accesos y salidas de la ZBE.
200 Euros
Sanción por entrar en la zona vetada es a lo que se enfrentan, reducibles a la mitad con el pronto-pago.
La primera teniente de alcaldesa y concejala de Espacio Público y Movilidad, Beatriz Artolazabal, se mantuvo sin embargo firme en la defensa de las bondades de este tipo de restricciones a los coches más contaminantes (los de la A). «Creemos sinceramente que tenemos por delante un gran reto. El cambio climático está aquí», alertó. Si la ZBE saca del Casco Viejo a los vehículos de más emisiones «se gana la calle para los peatones, se mejora la calidad del aire y se reducen las emisiones y los ruidos que soportamos cuando los vehículos pasan por nuestras calles».
¿A cuántos afectará finalmente el veto? No hay una cifra. Artolazabal recordó que el primer estudio de tráfico calculaba en unos 22.000 los vehículos sin etiqueta ambiental 0, ECO, C o B. Es decir, los diésel anteriores al 2006 y gasolina previos a 2000. Alrededor de un 15% del parque móvil de la ciudad. Pero, recordó la teniente de alcaldesa que tras muchas conversaciones con los residentes y los sectores económicos afectados se contemplan cerca de una veintena de excepciones entre temporales o sin caducidad. Difícil de saber.
Lo que sí tiene claro Artolazabal es que esos utilitarios más antiguos no se van a quedar dando vueltas por el anillo que rodea las calles ZBE. En concreto por vías como San Ignacio, General Álava o la calle Francia. Ese eje no se va a saturar, aseguró. «Ya lo hemos ido analizando y mirando», señaló y puso como ejemplo los dos años de obras de la calle Francia.
Es algo que preocupaba a vecinos como Alicia Blanco, residente de la calle Barrancal y al propio presidente de la asociación de vecinos Gasteiz Txiki, Manu Arakama. El líder vecinal mostró su «disgusto o enfado» con el Ayuntamiento «por no haber informado bien sobre los contenidos de la nueva normativa y no haber trasladado un mensaje de tranquilidad al barrio». No le parece suficiente con abrir unas horas por la tarde una oficina de información. Es partidario de una campaña personalizada «puerta a puerta». «Llevamos meses esperando un elkargune para hablar de esto, de la recogida neumática, de la OTA... De cosas que nos afectan en el día a día», lamentó. «Aquí hay mucha rotación entre el vecindario y sería interesante tener un panel de información».
«Creemos sinceramente que tenemos por delante un gran reto. El cambio climático está aquí»
«Repartes en una calle y para ir a la de al lado tienes que dar tantas vueltas que al final contaminas más»
Arakama alertó además de que la reordenación de la OTA unida a la entrada en vigor de la zona de bajas emisiones todavía ha reducido más los aparcamientos para residentes en un barrio que de por sí tiene un gran déficit de estacionamiento. Y aprovechó para retomar la idea de que se habiliten plazas que están en desuso para residentes en los grandes aparcamientos públicos cercanos, entre ellos el de la Subdelegación del Gobierno en Olaguíbel. «Cada vez es más difícil vivir en el Casco Viejo», alerta.
De pedagogía habló también la gerente de Gasteiz On, Patricia García, asociación que ha peleado para que la ZBE impacte lo menos posible a comerciantes y hosteleros. Cree que aún es necesario mucha labor divulgativa para hacer ver a los vitorianos las bondades de esta nueva restricción y que les quede claro que el Casco Viejo y el Ensanche no están «blindados» al tráfico.
Rellenar hasta cinco páginas para que el coche entre en el taller
Una de las exenciones que contempla la ordenanza que regula la zona de bajas emisiones de Vitoria tiene que ver con las averías. Si un coche de los antiguos gripa y su taller de confianza está en la ZBE, es el mecánico el que tras darse de alta en el sistema de accesos, informará al Ayuntamiento de que hay matrículas que no cumplen la exigencia mediante la web. La duración máxima de la exención por vehículo será de siete días, renovables. Pues bien, a falta de una aplicación que facilite todo este trámite, los talleres se ven obligados ahora a cumplimentar cinco hojas con datos de su cliente y de su vehículo. Y luego esa documentación la deben remitir al Ayuntamiento para que si la cámara ha sacado foto, no multe al coche en cuestión.
Es un proceso farragoso, no apto para urgencias, y que este tipo de negocios espera que se simplifique con el tiempo y que no les obligue a pedir tantos datos de sus clientes. Temen que con tanta traba opten por irse a otros talleres fuera de las ZBE.
No es lo único que inquieta en el mundo del motor. El Real Automóvil Club Vasco Navarro ha llevado al Tribunal Superior de Justicia vasco un recurso contra esta ZBE al entender que la ordenanza tiene un contenido «discriminatorio para las clases humildes» que no puedan comprarse un coche menos contaminante. Y también abunda en su carácter restrictivo sobre la libertad de movimientos de la ciudadanía. Artolazabal cree que es una demanda que no prosperará. «Cuando trabajamos la ordenanza, sí que tuvimos en cuenta colectivos vulnerables que podrían verse afectados. Desde el punto de vista jurídico y social se hizo con mucho rigor».
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