Zabalgana reclama que la nueva línea del tranvía «no sea una vía muerta» que acabe en Lovaina

Precisamente, una de las aportaciones parte del Ayuntamiento de Vitoria, que ya había reflejado la necesidad de un análisis más preciso de la movilidad en la zona y la posibilidad de reordenar el tráfico en esa glorieta para evitar que colapse, lo que puede implicar cambios en su fisonomía actual. El Consistorio reclama una «mejora de los itinerarios peatonales y ciclistas en el entorno de Lovaina y optimización de los movimientos de paso del tráfico rodado», una cuestión en la que ya están trabajando conjuntamente con Eusko Trenbide Sarea (ETS).

El grueso de las alegaciones parte de la asociación vecinal Zabalgana Batuz, cuya reclamación principal es que el nuevo ramal no tenga Lovaina como punto final fijo del trayecto, sino que se estudien alternativas para su conexión al resto de la red actual sin necesidad de un transbordo. La alegación denuncia que la configuración actual «penaliza a los vecinos de Zabalgana» por la obligación de realizar un transbordo y también recalca que el bario más poblado de la ciudad quedaría en situación de aislamiento en los trayectos respecto al resto.

De la misma manera, desde Zabalgana Batuz se incide en la necesidad de que las frecuencias de paso se acerquen a los cinco minutos, así como que la línea sea explotada con tranvías extralargos (siete vagones) y la posibilidad de que en Pedro Asua se instaure una parada intermodal donde confluyan el tranvía y el BEI.

La asociación vecinal solicita que, a su paso por el barrio, se estudien especialmente los casos en los que el recorrido del tranvía pasa cerca de edicifios por los riesgos añadidos que eso supone. Una cuestión que, a título particular, también se traslada en dos escritos que indican la necesidad de cambiar de acera el recorrido en las calles Adriano VI, Bustinzuri y Teodoro Doublang, al considerar que la alternativa perjudica menos a las viviendas de esas zonas.

El Gobierno vasco anunció que los informes de respuesta a las alegaciones fueron remitidos a finales de febrero. Posteriormente se incorporarán tanto las alegaciones como sus respuestas al Estudio Informativo y a su Estudio de Impacto Ambiental; y la Dirección de Infraestructuras del Transporte enviará dicha documentación a la Dirección de Calidad Ambiental y Economía Circular del Gobierno Vasco, solicitando la Declaración de Impacto Ambiental. Este dispone de un plazo máximo de cuatro meses, prorrogable por dos meses más, para emitir la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental.